TAN CERCA DE MI©

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20.
De las cosas que suceden.

Rose:

Camino por la playa de la mano con Iker, aún sin entender lo suficientemente bien, cómo lo padre ha accedido tan fácil a que podamos tener algo. Apunto a que mi madre está detrás de ello, sabrá ella sus mañas para manejar el carácter tan extraño del alemán al que lleva por esposo, y yo por padre. A lo lejos, se puede ver a Manuel y Valentina manteniendo el control del dúo Kaboom. Ray y Faith están demasiado tranquilos, el agua parece apasiguar su ímpetu.

—Estás pensando mucho, Rose. ¿Es por tu padre?

—Sí. Llámame loca si su reacción me parece extraña.

—No sé si eso deba ofenderme, ¡Eh! Me parece a mí, o, ¿Estás dudando de mi grata habilidad para conquistar suegros?

— ¡Por favor! Unos minutos siendo oficial, y ya te creciste. —Digo como broma. —No me atrevo a imaginarte después, cuando seas abogado y me mires sobre el hombro.

—Una cosa es que confíe en que mi suegro me quiera, y otra que vaya por la vida siendo un alzado. Eso no. —Aprieta mi mano, y me da risa su gesto. —Además, así puede tener la seguridad... ¿Entiendes? Seguridad, soy guardaespaldas.

Aprieto los labios, vaya fallo de intento de chiste mega gracioso.

—Lo que te dieron de guapo, te lo quitaron en gracia. Pésimo chiste, como consejo, no se te ocurra decir algo así frente a mamá, te restará puntos con ella.

—Agradecer por lo de guapo, y asegurar que con mi suegra, tengo los puntos más que ganados.

—Si tú lo dices —murmuro burlesca.

Seguimos nuestro camino. A decir verdad, tiene toda la razón, con mi madre, no sé qué hizo, pero de su parte está. Aunque, sigo teniendo pensamientos encontrados.

Nos unimos a los chicos, y es su momento para descansar de mis hermanos menores. Pese a que se encontraban de los más divertidos, hay que ver que Faith y Ray son un par que carga su batería con el repuesto ya integrado. Faith, para no variar en nada, inicia una de sus locas conversaciones con Iker, de esas donde solo él entiende lo que dice o al menos finge muy bien tenerle tomada la idea. Ray me pide que le lleve al baño, y por un momento lo veo como una locura, ¡Joder! Tiene la playa. Pero en segundos, reflexiono, mi hermanito hace lo correcto, estamos en su proceso de adaptación para ser independiente.

Avisar que va al baño, aprobado.
Ir solo, en proceso.

Ahora, si lo pienso, que cosita saber que mi niño va creciendo tanto, carajos, si hace nada vi llegar a mamá con la criatura en brazos.

—Ya no crezcas tanto, Ray. —Me mira como si una tercera segunda cabeza me ha salido.

¿Qué va a saber él de mis tonterías?
Lo cargo en brazos para dirigirnos a la zona abierta del hotel, y con una leve seña le indico a mamá que le llevo al baño. Cuando en niño se desocupa, podemos regresar y unirnos al resto. Manuel y Valentina se pierden de mi vista, y por un momento se me sale el instinto de hermana celosa, pero, ¿En qué nivel de doble moral estaría si ellos quisieran ser algo? ¡Estoy saliendo con su hermano!
Termino con Ray, y luego de lavarle sus manos nos damos los cinco, excelente avance que tiene mi niño. Cuando vamos de regreso a la playa, se remueve entre mis brazos, ha visto a mi madre, normal, quiere irse con ella. Le dejo en el piso y observo su caminar hasta verlo llegar a donde están ello, pero, a quien le estrecha los brazos es a papá. Mi madre se encoge de hombros, y sigue con su agua de no sé qué.

Regreso con Iker y Faith, mi hermanita ha aprendido a crear bolas de arena para aplicarlas una sobre otra, hasta que se le caen y debe empezar de nuevo, estupendo, la niña ha sacado una buena dosis de paciencia.