-14-

2.8K 188 56
                                    

¡Al fin! No lo puedo creer lo que me costó. Espero que les guste el capítulo. 😍

Nace una esperanza.

14
IKER

Ahora que me he quedado solo en la sala, suelto un gruñido de frustración. En el instante perfecto en que debía callarme, hablé de más. Pero lamentarme de mi jodida lengua floja, no sirve de nada. Estoy por darme una hostia para el recuerdo. Estos dos últimos días han ido a la mierda, desde mis problemas familiares hasta el ambiente laboral, y por si no fuese suficiente, tengo una revolución total de sentimientos, y eso gracias a una rubia. Ya, por favor.

Bendita sea mi paciencia, y mi auto control que va de la puta madre.

Me saco el móvil de la chaqueta, los mensajes y las llamadas no han parado en todo el día, y todo lo he rechazado, estoy hasta el hígado de resolver la vida de otros. Ayer por la tarde he tenido que ir a mi casa para detener el desastre que se arma con mi familia. A mi padre se le ocurrió aparecerse pidiendo perdón, y mi madre, como cada vez que se separan, le perdonó la infidelidad. Como un tremendo capullo categórico es que me dejan siempre. Toda una mudanza de días, para que ahora quiere regresar a Barcelona. Y lo más seguro es que en una semana me llamen para más de lo mismo. Pero esta vez, que se tomen el culo a dos manos y lo resuelvan ellos solos. Lo único que me preocupa ahora mismo es Valentina, vivir estas cosas a la edad que cruza, no le va a dejar nada bueno. ¿Qué va a ser de esta niña en manos de ellos? Los dos necesitan ir con un terapeuta para que los ubique. A mí no me afecta en nada de sus tonterías, hace un tiempo ya que me negué a vivir en medio de la toxicidad que destilan, y solo me queda hacer de un grandísimo estúpido cuando aparecen sus cagadas. Me decido por llamar a mi hermana, de poder, le alejaría de ellos, pero no tengo el tiempo que ella requiere.

—Vale —escucho la puerta cerrarse con fuerza. — ¿Qué pasa?

—Estoy hasta el puto coño de esta familia,  los odio a todos. Y a ti también.

—Joder, niña. Qué no digas obscenidades, no puede ser contigo.

—Y ya vas, solo para eso sirves, me riñes a lo loco. Valentina no haga esto, Valentina no hagas lo otro, Valentina no respires. —Gruñe. — ¿Para qué me parieron?

Me pone mal, muy mal. Me percato de sus sollozos, este día no le ha ido bien, todo por convivir con esa familia de locos.

—Valentina, toma aire y suéltalo muy despacio. Vamos a conversar pero sin exacerbarte. Habla conmigo, ¿Qué te puso así?

—Mi madre piensa con el... Las bragas —me pasó la mano por la cara, menos mal que no lo dijo. —En la cena nos soltó la noticia de que mañana va a poner su renuncia, ¡Ya hasta se puso a hacer la carta! Está convencida de que volvemos a Barcelona. Hugo está más feliz con la idea, así podrá rascarse los huevos a gusto y antojo con la pandilla de mequetrefes a los que llama amigos. Papá se ha puesto muy borracho y está en la sala tirado. ¿Y yo? Nadie piensa en mí. Y ese es el problema, Iker, me toca pagar los platos rotos que no rompí. Estoy muy cansada de esto. Si nos vamos, me voy a morir.

—Quédate en tu habitación, iré lo más pronto que pueda. Vale...

—Iker, tampoco me voy a matar.

—Tú solo espérame ahí.

Me coloco la chaqueta de nuevo, y cojo las llaves que había colgado. Me pienso el hecho de irme sin avisar, pero mi profesionalismo no me lo permite, aunque no debería salir, pero no puedo dejar sola a mi hermana. Subo al segundo piso, pero no me atrevo a llamar a la puerta, pese a que hay luz. Me acerco y doy dos toques rápidos, escucho su voz avisando que puedo pasar, debe pensar que es Jenell quien la busca. El cerrojo se mueve, señal de que va a salir, abre la puerta. Frunce en entrecejo al verme.

TAN CERCA DE MI©Where stories live. Discover now