TAN CERCA DE MI©

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Iker.
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En cuanto el día empieza a dar chispazos de su inicio, me pongo en pie, es hora de un entrenamiento matutino, aunque en realidad, solo trotaré un rato por la playa. Cierro lentamente la puerta al salir de la habitación, por ahora duerme muy plácidamente, quien no la viese ayer, creyéndose animadora

Encuentro a Manuel yendo por el mismo camino que planeaba seguir al correr, solo que él lo hace caminando, debe tomarse la libertad de andar fuera a estas horas porque su habitación está lejos de sus padres, aunque pensándolo bien, tiene la edad suficiente de hacer lo que quiera, pero entiendo que la crianza de esta familia es de estilo muy protectora, y claro, solo hay que ver a Rose para saber lo que les toca vivir a los otros tres hermanos. Más allá de que Manuel no hará su universidad en este país, pero por Sawyer sí me he enterado de la peculiar familia de los Grey.

—Buenos días, Manuel. —Saludo al pasar por su lado. Menea la cabeza a modo de respuesta.

Creí que la mala leche que se cargaba contra mí había terminado ayer por la noche que él y Rose se aparecieron por la fiesta, ya que cruzó algunas palabras e incluso bromeó todo el rato que compartimos mesa, pero al verle ahora, mejor anuncio mi partida y llego lejos. Doy inicio con un trote lento, y aumento la velocidad a medida que avanzo, no sé qué tanto vaya avanzar hacia adelante. Pero serán muy buenos metros. Tras quince minutos corriendo sin parar, me detengo a revisar el cronómetro, me he pasado del tiempo que en promedio hago con normalidad antes de una pausa.

Realizo cuatro rondas de la misma duración, y decido que es momento de volver al hotel, en cuanto Valentina despierte y yo no esté... La verdad no sé qué pueda hacer y no pienso quedarme a investigar. Giro, y tomo el camino de regreso pero aligerando el paso. Para ser tan temprano, se siente un poco de calor, o ya no sé si posiblemente sea yo y todo el sudor que traigo encima.

—Iker —escucho mi nombre y me detengo antes de entrar al hotel.

—Dime, Manuel.

—Ya he querido decirte esto, pero no encontraba la forma —dice con los brazos cruzados, algún gesto de intimidación que conmigo no funciona. Después de convivir con su hermana, ya no le temo a nada, no olvidó nunca que Rose me hizo la vida imposible los primeros meses, y luego, bueno, estamos a como estamos. —Rose es mi hermana mayor, pero yo la cuido siempre. Asi que te diré, tú le haces algo, por mínimo que sea, y aún con toda tu preparación física y lo que sea, te golpearé tan fuerte que se te va a reiniciar la vida.

—Vale, lo tengo. —Respondo con simpleza. —Igual te responderé una cosa, mis intenciones con Rose, son las mejores, y llego a hacer algo para mal de ella, seré el primero en la línea para brindarme una golpiza impresionante.

—Lo que sea —murmura con poco interés. —Acepto que salgas con mi hermana, porque ella lo eligió y eso lo respeto. Pero, tú y yo, amigos no somos.

Pasa por mi lado, dejándome estático en el sitio. Esto me huele tanto a mi relación con mi hermano, esa de te soportaré porque toca, pero tanto no te creas. Alzo los hombros, algo es algo, y teniendo el lado positivo, la sensación de estar entre espada y pared de Rose, de cierta forma, desaparecerá. Y eso, es lo único que me importa.

Me adentro al hotel y subo por el ascensor hasta llegar a mi habitación, confirmando que mi hermana continúa durmiendo, y con razón, si habrán sido casi las dos de la mañana cuando volvimos de la dichosa fiesta. Entro al baño y cierro con cuidado, no quiero morir lejos de mi tierra por despertarle e invocar su mal humor mañanero. Me decido a tomar una ducha, Valentina puede dormir de más si quiere, pero yo tengo un horario ya estipulado por cumplir.

Tras más de media hora, me encuentro listo para iniciar el día. Alcanzo a ver a Vale abrir los ojos antes de salir, pero no me detengo, le he dejado una nota sobre el buró, donde le pido que me llame al móvil una vez que esté lista para que me alcance, además de recordarle que debe llamar a nuestra madre como lo prometió ayer. Sí, ya sé que mi relación familiar no es la mejor de todas, pero tampoco voy a mantenerlos incomunicados, sea lo que sea, es su progenitora y quiero creer que puede tener interés en saber que ella está bien aquí. Mucho mejor que con ellos, me atrevo a asegurar.