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Interesante.

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Las ideas psicológicas-reflexivas de Jenell, con la teoría de que salir para coger un poco de aire, aclararía mi mente, y por lo tanto, me sentiría mejor, de verdad estaba funcionando. Cuando llegó a casa, y como cada vez una de nosotras tiene algún problema, nos refugiamos en la habitación para conversar de ello. Tras casi media hora, ella salió con unas de sus brillantes ideas, un poco de meditación bajo la luz de la luna. Sus palabras estaban teniendo un efecto de somnolencia que amenazaba con dejarme dormida en medio del césped de la entrada a la casa. Pero su voz llamando a Iker lo evitó, ¿Dónde dejó la paz y armonía a la que quería llevarme?

Dos minutos, y ella ya tenía planes para las dos, ¡Una salida con él!

Mi madre aceptó, mi única esperanza de quedarme en casa se esfumó con ello. La casa de Iker es algo pequeña, pero cómoda. Pero la mejor parte ha sido su hermanita, es como ver a la versión adolescente de Jenell. Las dos juntas son fiesta pura, arman la gozadera de una. El restaurante al que hemos ido a cenar es una pasada, la comida es deliciosa y la experiencia inolvidable. Pese a que Valentina me ha llevado la contraria con respecto a la apuesta con su hermano, sencillamente, me ha parecido una chica estupenda.

Cuando le llevamos de regreso a su casa, la madre de ambos ya había regresado, algo pasada de copas, y por la cara de Iker, deduje que se sentía apenado porque su comportamiento no fue el mejor. Y para sumarle, el hermano, que es una mezcla de cualquier cosa menos de un ser humana agradable. Iker discutió con él en defensa de su hermano, por un comentario que hizo ella, y que el chico se tomó a mal. Incluso se ha disculpado con nosotras al estar de regreso en el auto, una vez que nos despedimos de su hermana.

— ¿Sabes? Tu hermana recién llega a la ciudad, y no le vendría mal salir un poco para conocer. Uh, tengo una gran idea, el sábado puedo ir por ella para que me acompañe a hacer unas compra, qué increíble soy.

—Pobre Valentina. —Digo divertida. —Iker, salva a tu hermana ahora que hay tiempo.

—Esa niña ya no tiene solución, no hay nada que hacer. —Responde él. —Aunque no creo que sea muy correcto que salga contigo, Jenell.

— ¿Es por las calumnias de esta mensa? Porque eso sí que sería una ofensa. —Él niega con la cabeza. —Vale, si es por el dinero, prometo que yo la invito. Mira, que mi padre me ha dejado la tarjeta y yo ni la utilizo, ¡Es momento de que arda!

—Creo que por fin dices algo coherente, Jenell. ¿Recuerdas el enterizo que me dijiste la otra vez? Sigue disponible, y el innecesario móvil que no necesitas, pero que cambiarás... también. —Ella sonríe con malicia, desde que Jenell vive en casa, su padre casi no se aparece para visitarle, es de los que tienen el terrible concepto de que todo se soluciona con dinero. Y la forma de hacerle recordar que tiene una hija aquí, es usando la mastercard hasta que nada quepa en el auto. Así conseguimos que llame al menos. —Iker, ¿Nos prestas a tu hermanita el sábado?

—Ustedes me dan miedo, dejen de verme así. —Dice viéndonos por el retrovisor, pero como el buen conductor que es, segundos después regresa la vista al camino.

— ¡Oh, coño! Pero si ese día es el clásico, mira qué bien, todas las piezas encajas. No se diga más. Iker, el sábado muy tempranito te vas por la niña, y no te la regresamos hasta el domingo.

—Y no hay objeción que valga. —Le apoyo.

Pese a que insiste en que lo que planeamos es una locura, insistimos en que es la mejor forma de darle la bienvenida a la criatura en su primera semana aquí. Todo el camino mantiene su negativa, hasta que Jenell con su jodida psicología inversa consigue su sí. Pero con la condición de que no haya gastos en ella, y si por algún motivo llega a necesitar algo, él dará el dinero. Aceptamos, pero las dos estamos más que seguras de que no vamos a cumplir, Valentina es nuestra invitada.

TAN CERCA DE MI©Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang