TAN CERCA DE MI©

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Noche de estrellas

Sonrío por instinto, o por nervios, pero de pronto tenía una enorme sonrisa que enmarca en mi rostro. Giré, un poco más tranquila, para dirigir mi atención a Iker, ¿De dónde salió? No tengo idea, de que me alegro de verle, me alegro y mucho.

— ¿Hace cuánto estás aquí? —pregunto cruzando mis brazos.

—No mucho. Jenell me dijo que viniera aquí, y ahora tiene mucho sentido. —Ríe. — ¿Por qué te ibas?

—Ruidos raros, lugar solitario, ¿nunca viste una película de terror? —inquiero con diversión.

—Tengo que darte la razón absoluta. —Sonríe, mostrando su arma más poderosa. —Teníamos una cena hoy, y ya no pudo ser.

—Lo sé, y soy sincera al decir que lo lamento. Me hacía mucha ilusión una salida de los dos, pero estamos aquí.

—Aquí, justamente. La señora Zimmerman me dijo que este es un sitio muy especial.

—Trae su historia, Iker. —Suspiro. —Muchos años atrás, mamá vino en busca de papá, y terminaron comprometidos. Y este lugar, fue el testigo de ello.

—Con mucha razón, le destellaban los ojos al hablar. —Se acerca a mí. —Creo que empiezo a conocer la magia del lugar.

— ¿Ah, sí?

—Estoy convencido de ello. —Me mira directamente a los ojos, y la sensación es la más bonita que podría haber. —Rose, tal vez ahora solo sea quien vela por tu seguridad, y así me debas ver. Pero, gracias a que tú me convenciste de volver a intentar sobre mi profesión, en un tiempo tendré más oportunidades. Podré mantener un nivel de vida como el que acostumbras, sin restaurante de comida casera, y mucha elegancia. Esta noche, cambia el sitio, pero no el objetivo. Y oficialmente, en el lugar más mágico de tus padres, quiero pedirte que seas mi novia.

Flipo a mil colores. Asiento con una sonrisa plasmada en el rostro.

—Sí, quiero ser tu novia, Iker. —Con la emoción, me acerco a robarle un beso. —Y quiero aclarar que la salida después del clásico, ha sido lo más fuera de serie que he hecho. Sigue tu preparación para ti, Iker, porque eres increíble. No para mejorar nada de niveles, eso es un segundo plano. Lo importante, es que si tú me quieres, como yo te quiero, podríamos estar en Retiro comiendo galletas, y por mí estaría bien.

—Me veía venir una respuesta así. —Desliza sus dedos por mis mejillas. Y deja un pico rápido. —Y con mucha sinceridad, voy a decirte que es algo que me gusta en ti.

—No podría haber respondido nada contrario a lo ya dicho. Y todas mis palabras están llenas de sinceridad.

—Eso ya lo llevo muy claro, y desde el primer momento tengo muy en mente que eres sincera al emitir tus palabras. —Río apenada, que nuestros primeros días no son los mejores. —Porque cuando llegué, me daba la sensación de que tenías en tu mente cortarme la cabeza todos los días.

—En mi defensa, y puedo argumentar que Ever estuvo conmigo desde pequeña, y claramente le tengo un cariño muy especial. Y pese a que comprendía sus motivos, me era difícil asimilar que ya no estaría. —Sonrío con travesura. —Además, pensé que al fin tendría mis libertades, pero no, apareciste tú, y mis ideas de conducir libre por la calle se vino abajo.