-4-

12.4K 549 418
                                    


-Sentimiento -

No podía ni imaginar todo lo que me había pasado en tan poco tiempo y que por mala suerte todas eran malas

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

No podía ni imaginar todo lo que me había pasado en tan poco tiempo y que por mala suerte todas eran malas.

¿¡Es que el mundo no puede ser justo con todos!?

Cierro de la puerta de un fuerte estruendo sin saber que eso podría detener por un tiempo una discusión.

No era sorpresa que mis padres discutan en el despacho de mi padre. Suspire fuerte me encamine hacia mi habitación.

—¡Si tan solo podrías callarte!

—¡YO NO ME CALLARE!

La puerta estaba semiabierta cuando pase alado de ellos, así que los gritos se oían aún más fuertes. Decidí mejor no meterme, mis padres sabían por qué lo hacían y como parar aunque sus vidas corrieran el riesgo.

Subí las escaleras con cansancio y una jaqueca que pronto se aproximaría, y que espero que con una pastilla se solucionaría.

En eso, una pequeña luz azul llamó mi atención, y venía desde el cuarto de mi hermano. El debería estar en sus clases de fútbol o de algún otro deporte que mi padre lo obligaba reforzar.

Soportando del dolor de cabeza, tire mi mochila a un lado para acercarme a su cuarto.

No lo pensé ningún segundos y abrí del todo la puerta.

Me ajuste al entorno ya que la habitación era completamente a oscuras.

El se encontraba sentado al frente de su escritorio, vestido listo para salir. Escuchaba... ¿su llanto? y su respiración agitada como si lo hubieran herido.

La pequeña luz era la única fuente que me dejaba ver de su cama desordenada y su gavetas abiertas sin nada de ropa en ellas, al igual que su ropero de encontraba abierto sin prendas colgadas, como si eso dijera todo, tope con una maleta y una mochila con cables desordenados en ella.

Me acerque más para visualizarlo mejor. Y tenía toda la razón.

Era la primera vez que veía a mi hermano llorar, sin contar que el nunca lloro de bebé. Sus párpados estaban caídos con unas ojeras grandes abajo de ellos, que ahora se encontraban con un color rojo e hinchado por la inflamación. Estaba atento a todo lo que escribía, cada letra, cada línea, cada párrafo reprimiendo el sentimiento.

Con cuidado me acerque a él.

No sabía cómo reaccionaria.

El noto mi presencia y por un momento pensé que me echaría como cualquiera entraba a su habitación o iba transformar una discusión entre los dos, pero no, sus ojos se les iluminaron y sin pensarlo retiro la silla y se acercó a mí para rodearme de sus brazos, abrazándome.

Sentía su respiración agitada en mi pecho y exhalación que hacía para controlar su respiración en mi cuello.

Por segundos me quedé perpleja, nunca fui buena para consolar a alguien que no fuese yo, así que solo me limite a tragar del dolor y con las manos casi temblorosas lo sujete atrás de los hombros y lo aferré a mi.

Amor Por Error ©Where stories live. Discover now