¿Que pasaría si en una fiesta te acuestas con el novio de tu mejor amiga que también resulta ser mejor amigo de tu novio en la infancia?
No era sencillo responder.
Cada giro, caída, movimiento era algo primordial para que bailar se viera conciderad...
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Sabíamos que mentir traía consecuencias y no del todo buenas. Sabía que Oliver, Nat y Félix se enteraran de una u otra forma, pero admitía que saber que cualquiera de esa tres persona una de ellas, temía de no sentir su apoyo.
En eso reaccione que aun seguía abrazada de los brazos de Adriel. Rápidamente me solté.
—Félix tranquilo...no te exaltes, todo esto tiene un explicación. —Extendí mis manos hacia él por cualquier reacción que tuviese.
No hubo reacción al principio y eso me provoco miedo.
«piensa rápido Dhara»
—Adriel y yo..
—Me folle a Dhara. —Adriel me interrumpió antes de que yo pudiese explicar.
—¡Adriel!— exalte girando a Adriel. Dios se estaba saliendo de control. Tenia hambre, sueño y desesperación algo que mezclado me hace perder la cordura.
—¿Que? de todos modos lo va saber ¿no? —Se justifico encogiéndome de hombros.
Félix sin embargo suspiro mirando hacia otro que no fuese nuestro para luego regresar mirada con Adriel, y tal vez sería la primera vez que veía a Félix con tanta amenaza con la mirada.
—Eres un hijo de la gran...—No reaccione cuando Félix corrio hacia Adriel para poder atraparlo.
—¡Félix! —Lo seguí corriendo atrás de él para detenerlo. Mientras que Adriel intentaba huir de el.
—¡como pudiste follarte a mi mejor amiga teniendo novia!
—¡Ella fue! ¡Yo solo me deje! —Siguió corriendo mientras decía.
—¡Félix para! —Quise deberlo pero olvidaba que Félix hacia ejercicio para no subir mucho de peso y era lo doble de mis piernas.
—¡Puto infiel! —Exclamo Félix sin darme mucha importancia que le doblaba los talones.
De pronto sentí una presión fuerte llegando a mi cabeza que hizo que disminuyera la velocidad de mis pasos.
—¡Debes estar contento!
—¡NO, no lo estoy! —Admitió Adriel aterrorizado.
Mis pasos se volvieron mas lentos haciendo que mi estómago se sintiera frío ante la ausencia de comida y mi al rededor empezaba a dar vuelta y distorsionarse.
—Paren chicos. —Me detuve, sosteniéndome de mis rodillas intentando estabilizarme.
—¡pero te enteraras de lo que siente tener un puño en tu cara!—Grito Félix casi llegando a sus talones.
—Chicos...—intente levantarme pero sentí mi cuerpo debilitarse.
—¡No lo quiero saber! —Respondió Adriel a severa amenaza de Félix.
