¿Que pasaría si en una fiesta te acuestas con el novio de tu mejor amiga que también resulta ser mejor amigo de tu novio en la infancia?
No era sencillo responder.
Cada giro, caída, movimiento era algo primordial para que bailar se viera conciderad...
Doble actualización!! por si wattpad los trajo aquí primero
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Pequeña mentirosa.
O tal vez enana por su falta de altura.
Cualquiera podría pensar que esa chica rubia y adinerada fuese una presa fácil para cualquiera.
No lo digo por mi.
Pero ahora que se que ella es la chica rubia que me encontré en aquella fiesta, no la podía dejar ir tan fácil. En verdad si tan solo me hubiera puesto a pensar que mi novia tenía como mejor amiga a una rubia, lo hubiera pensando dos veces en acostarme con ella. Pero digo, ella fue la que dio primer paso a una aventura que terminaría con dolor de fricción.
Nunca lo hubiera imaginado.
Dhara...
-Amor podrías traerme una limonada - Nat se removió alado mío jalando más de las sábanas - sin azúcar -Recordó.
Intente ignorarla poniendo una almohada en la cabeza. Ella no se rindió y con una mano me la quito de mis manos y se la acomodo entre las piernas y no poder arrebatársela.
Gruñí. Como odiaba que me quitaran la almohada.
Al menos cuando me acosté con Dhara, ella no se daba cuenta si tenia almohada o no, estaba suficientemente dormida sobre mi pecho para poder recordarlo.
Sonreí ante el recuerdo.
Sonrisa que borre al instante. No podía llevar el tema a más. Solo fue una aventura de una noche nada más. Ahora tengo a Nat a mi lado desnuda por una noche sexo y un mamada mañanera, ahora ella era mi prioridad.
Con toda la carga del mundo, me despoje de las sábanas y me coloque mi bóxer entre las piernas. En eso, tres golpes fuertes en mi puerta de mi habitación resonaron.
-Abre Adriel -la escuche decir en un murmullo sobre la almohada.
Arregle un poco mi cabello castaño y me coloque la primer playera que viera en la silla de mi escritorio.
-Buenos días hermano -fue lo primero que dijo mi hermana André cuando abrí la puerta. -Traje un limonada sin azúcar, una pastilla del día después y unos condones por si van a seguir somatando la pared de mi habitación.
Exalte los ojos sabiendo que Nat aún seguía adentro de mi habitación.
Espera, ¿Cómo sabia lo de la limonada sin azúcar?
-joder cállate la despertaras.
-No creo que a ella le importe.
-Si y mucho -Reaccione. La empuje a un lado y cerré la puerta con cuidado y gire a ella. -No se que quieras André pero habla ahora antes de que le diga a mamá que sacaste condones de su espejo secreto.
Sonrió encogiéndose los hombros.
-Vamos dile, de seguro tampoco le gustara que tu novia haya pasado aquí sin supervisión.
