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-No es una cita-

-No es una cita-

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Dhara no vayas.

No respondas ese mensaje.

Tienes novio Dhara, respétalo.

Puse mis manos sobre mi cabeza indecisa de hacer cualquiera de las tres opciones. Tenía pavor a tomar decisiones, que si la tomaba mal y luego estaba arrepentida...

pero no tenia porque estarlo ¿no?

Me recompuse en mi cama y cogi mi móvil que estaba cargando en mi mesita de noche que había dejado un día anterior.

Dhara: Hola dada, buenos días ¿Cómo amaneciste?

Mordí mi uña de mi dedo pulgar levemente nerviosa.

Inhala, exhala, inhala, exhala...

Oliver: Hola dada, estresado por los entrenamientos, no sabes cuanto te necesito en estos momentos para desestresarme...

Ya sabia a que iba su desestresarme.

Dhara: Que te parece vernos para ver alguna peli?

Dale Dhara si se puede.

Oliver: Lo siento tengo una entrevista para revista que saldrá este mes así que no creo poder. Se me hace tarde, después hablamos.

Te amo...

Ya no lo había puesto al final de su mensaje, cuando normalmente siempre lo hacía.

¿Qué esperabas Dhara?

En eso el conectado de Adriel apareció en su chat, rápidamente me salí de la aplicación.

Aún no dejaba de pensar en lo que había sucedido una noche anterior, no le vi darle mucha importancia al asunto y lo agradezco. Lo que menos quería era que me recordará los problemas que he cometido últimamente con él.

Es que ni siquiera quería pensarlo. Le había dicho algo que ni con mi mejor amiga había logrado decir por qué sabia que lo único que pensaría era que soy una dramática y que todos teníamos problemas, que no era para tanto.

Y tal vez no lo era.

Adriel era un error que con solo días de solo vernos sabiendo que antes éramos unos simples desconocidos. Le había dicho de un acierta forma que mi padre maltrataba a mi hermano y aunque no se lo dije a palabras, tenia la ligera sospecha que el lo podría usarlo para chantajearme. Al final de todo, yo no lo conocía del todo.

Dos golpes en la puerta me regresaron agarrándome de sorpresa.

Entró la señora de limpieza con algunas sábanas dobladas en la manos y con un rostro preocupado que no llegué a comprender.

Amor Por Error ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora