¿Que pasaría si en una fiesta te acuestas con el novio de tu mejor amiga que también resulta ser mejor amigo de tu novio en la infancia?
No era sencillo responder.
Cada giro, caída, movimiento era algo primordial para que bailar se viera conciderad...
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Había días en los que los días eran grises, aunque el sol estuviera en su máximo esplendor. Así era como me sentía ahora, solo que esta vez estaba totalmente sola. En el sentido de la palabra, sola no fue algo que temiera estar, si no que nunca pensé estarlo, tal vez era la costumbre siempre estar con mi hermano o mi mejor amiga, o simplemente con Félix. Era una desconocida ahora para ellos o su peor enemiga.
Es sorprendente como eso que creí maravilloso en su momento ahora no era nada, no era nada como antes. Y todo por un chico.
Un chico que cual pensé confiar ciegamente en cuerpo y alma y no supo valorarlo. Ahora tampoco él era nada.
De pronto el timbre sonó, haciéndome despertar de todo sueño. Ni siquiera sabía cuánto tiempo había dormido.
Con el cuerpo pesado y sin saber cómo mi apariencia estaba, abrí la puerta.
Nunca espere verlo de nuevo, mucho menos cuando sabía lo que estaba haciéndome a mí y a Adriel.
—Tú...—Me di media vuelta e ir hacia la cocina cuando vi quien era.
El chico gato.
—Hola a ti también Dhara.
Sin darle mucha importancia me dirigí a las lacenas, en busca de un vaso y servirme un poco de agua mientras como si el ya supiera él se sentaba al frente mío, en la barra, ni si quiera le pregunte si tenía sed, por ya ni siquiera me importaba.
—Si no te conociera diría que tienes el cabello más desordenado que antes y que digo de tu rostro...—Achico los ojos detallándome.
—Si vienes a criticarme por cómo me veo, es mejor que te vayas. —Alce las cejas con ironía.
Este sonrió y por mucho tiempo lo vi hacer este peculiar gesto, sin haberme olvidado que en uno de sus cachetes se le hacia un hoyuelo mínimo.
—La situación de afuera de está afectando. —Dijo el, como si no fuera parte de eso.
Deje el vaso con fuerza en la barra exaltando, relamiéndome los labios al instante.
—¿Qué haces aquí? ¿No es suficiente lo que has hecho ya para arruinar mi tranquilidad? ¿Querías mi atención? Ya la tienes Alan. —Dije clara sin pensar o tener una interrupción, directa hacia él.
—Solo quiero saber que está situación no te afecte demasiado, vienen más cosas Dhara, como superar tu realidad. Y seguramente ni si quiera has sabido nada de tus padres.
—Oh ya entiendo quieres restregarme en la cara todas las cosas que me lleva a ser una gran mierda, gracias a tu falsedad. —Le exclame con ironía.
—¿falsedad? —Exclamo el —Te recuerdo que el hecho que Adriel y tu salieran a la luz, no es mi culpa, cuando Adriel primero debió poner como prioridad a él con sus problemas o tan siquiera explicarte los problemas que él tenía. —Aclaro. Yo solo me mantuve callada con la mirada puesta en él. En tan solo unos segundos lo había visto sonreír, y ahora tenía un rostro más marcado llena de seriedad. — No puedes estar aquí encerrada huyendo de tus problemas con tu hermano.
