Destrúyeme [En Proceso]

11. Mientras dure.

Clara.

05 de septiembre.

Los dos días anteriores los pasé genial, más bien, normal.

Fueron días iguales a los de siempre. Una rutina.

Esta mañana me he levantado perfecta, reluciente, pero no lo suficiente ya que me he vuelto a desmayar.

Mis padres se asustaron y me trajeron urgentemente al hospital.

La droga volvió a hacer efecto en mí, y ahora estoy en una camilla esperando a ver los resultados.

Mi madre a mi izquierda, mi padre a mi derecha, junto a mi tío, y mi hermano en mis pies.

Nadie dice nada esperando que Sara entre por la puerta con buenas noticias.

Pasa un rato largo cuando decide entrar.

Entra junto al ginecólogo.

-Buenos días familia. -Nos dice a los cinco ella.

-¿Tienes los resultados? -Pregunta mi madre.

Los dos asienten a la vez.

-Sí, y antes de nada quiero decir que hay, una mala noticia, y una que puede ser mala, o buena depende de por donde lo mires. -Me dice Sara a mí. -¿Por dónde empezamos?

-No sé... -Digo confusa. -Por la mala.

-Bien. ¿Alguna vez antes has tomado la droga con la que fuiste drogada la noche de la violación? -Me pregunta Sara.

-Emm... No, que yo sepa. -Respondo. Veo a mis padres mirarme. Mi tío mira atentamente a Sara.

-¿Alguna vez te has ido de fiesta y no has recordado al día siguiente?

-Sí. Pero he asociado ese problema al exceso de alcohol. -Le digo yo a ella.

-Pues siento decirte que no. Más de una vez te han drogado con esa droga. Con esta última dosis tu cuerpo a creado una pequeña adicción, fácil de controlar, pero es una adición, y eso es duro y difícil.

-¿Como? -Pregunta mi padre.

-Se tendrá que quedar unos días ingresada por el exceso de droga en su cuerpo. -Le dice a él, y se tira hacia mí para mirarme. -¿Alguna vez has notado que comes por obligación y sin ganas? ¿Alguna vez has saltado comidas y has estado incluso días sin comer?

-Sí.

-¿Pero también lo has asociado al exceso de alcohol, cierto? -Yo asiento, miro a mi madre, no dice nada, solo me acaricia el pelo mirando con lamento.

-¿Recordará? -Pregunta mi hermano.

-Le daremos un tratamiento para que así sea, pero no prometemos nada.

-¿Y la otra noticia? -Pregunta mi padre.

-Has dado positivo en la prueba de embarazo. -Dice el ginecólogo. Tranquilo -Y en tu interior no hay daños.

Yo me levanto de golpe. Mi cabeza a dejado de prestar atención después de embarazo.

-¿Que? -Pregunto, la respiración se me acelera, al igual que el pulso.

La regla me dura muy poco, y para cuando se supone que pasó, yo ya no la tenía.

La cabeza me empieza a doler, siento presión en el pecho. La mirada se me nubla levemente.

«¿Embarazada?»

Miro a mis padres, noto la mirada de mi padre en mí, mi madre con los ojos más abiertos, mi hermano sin creer lo que acaban de decir. Mi tío a mis pies sin opinar.