Destrúyeme [En Proceso]

30. ¿ColaCao o Nesquik?

¡Feliz año nuevo a todos! Llego tarde pero  más vale tarde que nunca.

Mini-maraton 2/3

Aaron.

Me presionó el pecho tras escuchar lo que me acababa de decir, aún no me creía que la tuvieran entre mis brazos. Que la tuviera cerca de mí.

Algo nos sacó de la burbuja en la que nos encontrabamos, ya que los dos nos giramos hacia un chico que venía riendo, gritando el nombre de Clara.

Al escucharlo me giré hacia ella, la miré fijamente. Vi como ella fruncia el ceño, y eso me hizo comprender que, estaba tan confusa como yo.

Yo me separé de ella, soltándola y retrocediendo un paso, para dejarle privacidad, tras eso Clara me miró fijamente. El chico no tardó en llegar, y de nuevo, hacer que la atención de Clara se centrara en él.

-¿Has visto el mensaje? -Le dijo el chico a ella, Clara frunció aún más el ceño.

-¿Quién eres? -En la voz se notaba que iba un poco contenta, pero no borracha, sabía lo que decía.

Al ver que no sabía quién era me volví a cercar y la cogí por la cintura, el chico siguió en su línea, llevaba en la mano un vaso de alcohol, y se apreciaba de lejos que no estaba en sus cinco sentidos.

-¿No sabes quién soy? -Le preguntó él abriendo de más los ojos, haciendo una mueca de incredulidad.

-Pues no. -Dijo ella tan cortante como siempre. -No te he visto en mi vida.

-Menuda p- -Antes de que dijera nada me adelanté yo.

-Como sueltes lo que tienes pensado soltar te rompo la mandíbula. -Le digo, sin elevar la voz, de hecho, juraría que el único que me escuchó fue él.

No necesitó nada más para no decir la palabra que tenía pensado decir.

Clara se pegó todavía más a mi cuerpo.

-¿Qué quieres? -Le preguntó ella.

-Que mires el puto móvil. -Le dice, subiendo el tono de voz, haciendo que yo adelantara un paso inconscientemente.

-Te he advertido una vez, no lo haré dos.

Clara me puso una mano en el bicep, indicando que dejara la situación en sus manos. Cierto, no recordaba lo independiente que podía llevar a ser, no necesitaba a nadie, y eso era lo que más me gustaba de ella.

-Cierra el pico y háblame como debes, porque si no te la da él, te la daré yo.

-He hablado con educación desde un principio y te has puesto gallita, así que no, no me vengas a decir que te respete. -Le dijo él, retrocediendo un paso tan diminuto que juraría que Clara no se dio cuenta de eso.

-¿Perdón? -Dijo ella saltándose de mi brazo para avanzar hacia él. Yo dejé que actuara como viera justo y necesario.

-Eres una- -Corté al chico.

-¿Una qué? -Le dije yo, posándome al lado de ella. -Dilo, ¿una qué?

Él me miró con la mandíbula apretada.

-¿Que pensabas decir ahora? -Preguntó Clara con una sonrisa burlona en la boca. -¿Perra, puta, zorra, guarra? ¡Oh, vamos! Son palabras que ya tengo muy vistas. Venga cielo, puedes ser más creativo.

-Malditos- -Escuché que decía en un susurro. De nuevo lo corté. Pero esta vez sin decir nada, tan sólo tuvo que observar mi rostro. -Hacéis una pareja increíble, una pareja de desagradecidos maleducados.