15. Placeres del soñador.

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Clara.

22 de septiembre.

Me despierto y seguido me visto ya que salgo a correr un rato, es el único modo de pasar el tiempo y moverme, ya que he estado prácticamente dos semanas en cama. Excepto los primeros días, que fueron... Bueno, más ajetreados.

Me pongo un pantalón corto de deporte color blanco y un top deportivo del mismo color que lo acompaña.

Me pongo unas lentillas y me hago una coleta, cuando ya está hecho decido bajar.

Son las 6:23 de la mañana, no hay nadie despierto, excepto Carla, que me da los buenos días y se vuelve a meter en la cocina.

Salgo por la puerta, llevándome conmigo las correas y a los dos perros que irán sueltos por la carretera del bosque.

Cuando llego a la puerta de seguridad el guardia me abre, salgo de la urbanización, dándole los buenos días al joven que supervisa que todo esté bien.

-Buenos días señorita Santos. -Me saluda igual que siempre. -Está usted... Radiante con todo lo que se ponga.

Sonrío ante lo que dice y me voy ignorando lo que acaba de salir por su boca. Es un chico atractivo, pero mi mente solo piensa en otro.

Empiezo a correr, Hera y Zeus van pegados a mí. Entro al verde bosque por el cual se filtran finos rayos de sol que iluminan mi paso.

Respiro el delicioso olor a árbol mojado, mis bambas suenan al compás de mi respiración. En mis auriculares suena "Runaway (U & I) de Galantis".

Pasan dos horas cuando decido volver a casa. Cuando finalmente llego a mi destino son las diez de la mañana. Entro a casa y todos están sentados en la mesa desayunando.

Saludo sin dar dos besos y subo a mi habitación a ducharme. La respiración me va acelerada. Cuando era pequeña hacía atletismo y Artes marciales y eso a tenido consecuencias en mi respiración, me puedo tirar horas y horas corriendo.

Pongo el agua fría, dejando que me caiga por la cabeza y aterrice en el plato de la ducha. Me enjabono y me quedo dentro un rato, salgo de la ducha y me seco con la toalla, me peino el pelo y lo dejo secar al aire.

Me visto con algo sencillo bajando al salón.

-Cariño. -Me dice mi padre. Yo me siento indicándole que me diga lo que me quiera decir. -Hay nuevos acontecimientos.

-¿Qué pasa? -Pregunto yo confusa.

-El evento se adelanta. -Me dice él. Mi madre me mira fijamente.

-Bien. -Digo tranquila.

-A mañana por la noche. -Veo como mi padre traga grueso.

-Es muy pronto. -Le digo a él, necesitaba tiempo para similar que estaba en mi casa de nuevo.

-Lo sé cielo, pero tenemos que lanzar la nueva marca. -Veo como se rasca la ceja. -Antes... Antes que la de los Shift.

Yo frunzo el ceño, extrañada. -¿Cómo?

-Astrid celebra su pasarela dentro de tres días. -Yo me quedo sorprendida por lo que me dice. -Así que cariño, lo siento mucho, pero dentro de una hora vendrá una modista a tomarte medidas.

Yo suspiro y me levanto de la mesa, jodidos planes, jodido trabajo y jodida yo que acepté. Pero no hay vuelta atrás, pensaba ir a arreglar mi teléfono, pero supongo que otro día menos.

Esta mujer se tirará aquí cuatro horas para tomarme dos medidas de mierda, pero bueno, tal vez esta tarde puedo hacer hueco para algo.

Me meto en la cocina pidiéndole a Carla que me prepare un boul de frutas. Lo hace, al rato ya está y me lo da, me lo como sentada en el sofá mientras me da el aire que entra por el gran ventanal.

Destrúyeme [En Proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora