Destrúyeme [En Proceso]

17. Propuesta indecente II

Holaa, pido por favor, que todos leáis esto. Tik tok me ha borrado la cuenta permanente, allí donde aparecían videos sobre este libro y adelantos. En @wlectora empezaré a publicarlos. Si me seguís en esa cuenta me haríais un gran favor, ya que me ayudaríais a que esta pequeña historia llegue a más gente. Gracias.

Clara.

(Unas horas antes)

Me despierto con frío, las sabanas en el suelo, tiradas, las ventanas abiertas de par en par. Me doy cuenta que todavía es de noche, desde la cama se ve como las estrellas relucen en el oscuro cielo.

La persiana subida, la puerta abierta. Cosa que me extraña, pero no le doy importancia, ya que la noche anterior me quedé dormida pensando en cosas que no debería pensar.

Con las botellas de tequila por la mitad, encima de la mesita de noche. Miro la hora, son las cuatro de la mañana. Decido levantarme de la cama, cogerla y bajarla al minibar de la cocina.

Eso hago, no sin antes darle un último sorbo. Cuando la voy a dejar, me doy la vuelta y me encuentro a mi hermano, sentado en la silla, con un vaso y algo de alcohol en él.

-¿Estas bien? -Le pregunto al ver la cara que tiene. Asiente, aunque no parece estar muy de humor. Y como yo tampoco, lo ignoro y me doy la vuelta para volver a la habitación.

-Clara. -Me dice él, me giro y lo miro. -¿Tú estás bien?

Yo también asiento, noto que él tampoco se lo traga.

-Ven, siéntate. -Me dice, aunque no esté en sus cinco sentidos. Lo hago, me siento enfrente suyo. -¿No tienes ganas de ir mañana?

-Lo cierto es, que no es lo que más me apetece. -Realmente, no era por eso. Pero... Creo que ha sido creíble. -¿Y tú? ¿Estás así por una tía?

Noto como traga grueso. Mi ceño se frunce, al saber que mi hermano no se suele poner así por tías. Pero, otra vez lo ignoro, ya que el sueño me vence.

-Lo siento hermanito, me voy a dormir. -Le digo a él. Me voy andando, pero por el camino noto que mis piernas no dan mucho de sí, así que decido quedarme a dormir en el sofá.

★

-¡Clara! -Se escucha de fondo a mi padre. -¿Pero qué mierdas estás haciendo?

Su voz suena estresada, por el momento supongo. Abro los ojos, mi madre aparece por las escaleras con un moño mal hecho, unos cortos pantalones de seda, son azul claro y digo cortos porque son cortos realmente. Una pequeña camiseta de tirantes. Es del mismo color. Unas negras y redondas gafas, parecidas a las mías.

-¿Que le dices ya a la niña? -Pregunta ella bostezando.

-¡Matt! -Le grita a mi hermano.

Él se revuelve en el sofá, lo miro, tiene encima el vaso de alcohol, vacío, pero encima, me río por la situación. La resaca me da punzadas en la cabeza.

La luz me molesta y me pongo un cojín en la cara.

-¿Pero qué coño hicisteis anoche? -Nos pregunta mi padre. Mi madre se pone a su lado, mi padre la coge por la cintura.

-Lo mismo que vosotros. -Dice mi hermano. Yo me quedo sorprendida por su contestación.

-¿Perdón? -Responde mi padre. Yo me levanto disimuladamente y me voy a la cocina.

-¿No ves la resaca que lleva tu mujer? -Le pregunta mi hermano a él.

-¡Oye! -Le dice mi madre, en su defensa, se separa de mi padre. Escucho como se viene a la cocina conmigo.