Destrúyeme [En Proceso]

31. Ziro.

Aaron.

Ella está de cara a mí, su rostro a centímetros del mío, sin llegar a tocarnos, nuestros cuerpos tan solo se rozan a excepción de algunas partes. Sus manos siguen acariciando mi cuero cabelludo cuando alguien pica a la puerta de la habitación.

Con mi brazo izquierdo, el cual estaba posicionado en su cintura, la empujo levemente hacia delante para juntarla hacia mi cuerpo. Ella esconde su cara en el hueco de mi cuello, mientras pasa sus brazos bajo los míos.

Sus pechos presionados contra mis pectorales hacen fuerza, y puedo notar que sus pezones están duros como piedras.

—Pasa. —Digo con un tono de voz normal, haciendo así que el silencio se esfume de nuevo. La espuma prácticamente nos tapa, pero yo la rodeo con los brazos para que aún sea más difícil.

Escucho como se abre la puerta, para volver a cerrarse. A través del espejo veo como Patrik se queda en medio de la habitación, analizándola, para después pararse justo delante de la puerta del lavabo.

La puerta está abierta, pero igualmente toca por si no nos hemos enterado de que estaba aquí. Clara sigue en la misma posición.

Yo también le indico que pase.

Tal vez pensaréis que esta situación está siendo un tanto incomoda, pero Patrik ya la ha vivido muchas veces.

¡No me refiero a estar abrazado a una mujer, desnudos y en una bañera llena de espuma! No, no, no me malinterpretéis.

Sino a que yo me he estado bañando solo y le he pedido cosas que ha tenido que traer.

—Señor. —Me saluda él, indicándome que va a empezar a hacer lo que tenga que hacer, levanta el rostro y cuando identifica a la mujer que tengo entre los brazos, se sorprende, pero lo disimula.

Veo como coge una bandeja de madera, yo con la mano derecha saco una pequeña varilla que está incorporada en la propia bañera para así poder colocar la bandeja encima.

Él, tras ver que he hecho lo que anteriormente me ha pedido con la mirada, pone la bandeja, para más tarde colocar en ella un vaso de agua natural y otro de fría, después pone un vaso lleno de leche ardiente, acompañada de un pequeño sobre en el cual pone la marca de los polvos que ella desea echar en esta.

Al lado del anterior sobre coloca otro en el que pone ColaCao, también dejando un vaso de leche, pero esta vez fría.

La bandeja viene acompañada de un sobre blanco, el cual está apoyado en un jarrón de rosas rojas que sorprende por su preciosura.

Me quedo traspuesto cuando veo el sobre, porque no tengo nada que ver con esto, y no sé que se supone que debo encontrarme en él.

Clara hace caricias con su dedo pulgar en mi omoplato inconscientemente.

Patrik deja algo más sobre la bandeja, para luego finalizar, despedirse e irse de la habitación.

—Aaron. —Me dice ella al ver que la separo un poco de mi por unos instantes.

—Hum. —Le digo colocándola derecha sobre mi regazo.

—Prefiero tomármelo fuera de la bañera. —Yo al escuchar con que tono de voz sale esa oración de su boca y con que rostro la expresa sonrío.

—¿Has hecho que el pobre Patrik traiga y coloque la bandeja como mejor ha podido dentro de una bañera, para luego decir que prefieres tomártela fuera? —Ella se queda quieta, ni se inmuta, y juraría que por un instante ha dejado de respirar. Pero al ver que yo de nuevo le he mostrado mis dientes haciendo que mis labios se ensancharan, sonríe y se mueve para ponerse de pie.