Capítulo 27

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Tyler deja el coche en el aparcamiento privado del hospital después de llevar a Angy a urgencias. Nos habían pedido que esperáramos en la sala de espera de la primera planta del hospital. Usamos el ascensor para subir a la planta principal.

Doy con la punta de mi pie varias veces en el suelo. Mi mente solo piensa en Angy. Cuando se la han llevado para dentro para hacerle las pruebas necesarias parecía un poco más despierta. Alzo la vista y pillo a Tyler y Mike mirándome.

—Tranquilízate... Va estar bien, ya lo verás — Tyler alcanza mi brazo y me acerca hasta su lado para abrazarme.

—Si, además sinceramente no creo que ese mierda se haya atrevido a hacerla nada.

—Eso espero. Seguro que está todo bien — mis palabras llenas de seguridad no representan la preocupación que siento por dentro.

Tyler se da cuenta y me mira no muy convencido así que intento hacerle lo que es parecido a una sonrisa forzada justo antes de que el ascensor emita un sonido y las puertas se abran.

—Hemos llegado — anuncia Tyler tomando la delantera.

La entrada principal del hospital es como un recuerdo amargo para mi mente. Extrañamente siento demasiado familiar este sitio. Es como... Si ya hubiese estado aquí antes. Siento la mirada de algunas personas sobre nosotros. Bueno, no les culpo. Teniendo a los dos guapísimos acompañantes que caminan unos metros delante de mí no ayuda precisamente. Con sus bonitas sonrisas hemos conseguido que una enfermera nos indique dónde está la sala de espera.

—Mmm... ¿Tyler? — me mira por encima del hombro mientras avanzamos por los modernos pasillos —¿Hemos estado aquí antes? Quiero decir... ¿Alguna vez cuando éramos pequeños?

Sonríe divertido y con solo eso ya me da la respuesta que busco.

—Me sorprende que te acuerdes. Teniendo en cuenta que solo estuviste en Nueva York dos años y este sitio era completamente distinto a como es ahora.

Miro a mi alrededor y una pizca de nostalgia me salpica. Recuerdo la única vez que tuvo que traerme Olivia al hospital... Llevaba días encontrándome mal, con mucha fiebre y dolor de estómago. Olivia decidió traerme a este hospital y se le pasó por la cabeza que Tyler viniese. Mala elección. Cuando me examinaron y Olivia se fue a hablar con el médico, Tyler empezó a contarme la historia de la jeringuilla maldita. Y cuando el doctor vino a mí con esa jeringuilla... Cabe destacar que intenté huir desesperadamente. Entre lloros, agujas y la horrible mirada de superioridad mezquina de Tyler, ese fue el peor día de mi vida infantil.

—Quiero dejarte claro que sigo odiándote por lo que me hiciste, ese sentimiento nunca va a cambiar.

—Fue tan divertido — suelta una carcajada y deja de andar lo suficiente para ponerse a mi lado —Eras tan fácil de engañar...

—Eres un imbécil, ¿sabes?

Le miro de malos modos y acelero el paso para intentar alcanzar a Mike que va a lo suyo. No llego muy lejos cuando me coge por el brazo y me atrae hacia él. Quedamos cara a cara. Mis manos están apoyadas sobre su pecho mientras que las suyas se apoyan en mis caderas.

—Y tú una picada — sonríe ampliamente apretándome con su agarre las caderas.

Ruedo los ojos apartándome de él. Me resulta demasiado fácil poner distancia entre nosotros y sonrío victoriosa sacándole el dedo. Esta vez tomo yo la delantera y camino unos metros por delante. Miro los carteles para intentar encontrar uno que indique la sala de espera, pero no encuentro nada parecido a eso salvo salas y más salas de consultas. Me doy la vuelta y me encuentro a Tyler bastante lejos, apoyado en la pared al principio de un pasillo.

DARKER © ✔️Where stories live. Discover now