DARKER © ✔️

Capítulo 14

Esa noche no puedo dormir.

Estoy tumbada en el sofá cubierta por una manta y enganchada a una película. No sé ni la hora que es, pero lo que si sé seguro es que debería estar en la cama desde hacía más de dos horas si mañana no quería levantarme pareciendo un zombie. Olivia y Dylan hace rato que se han ido a dormir... O al menos eso creía porque en ese momento el pequeño hace acto de presencia en mitad de la oscuridad más despierto que yo.

—¿Qué haces despierto a estas horas? — pregunto en cuanto se tumba a mi lado.

—He tenido una pesadilla y no puedo dormir — le miro con ternura y hago que se acurruque conmigo debajo de la manta —¿Tú también has tenido una pesadilla y por eso sigues despierta?

—No... Yo todavía no me he ido a dormir.

—¿Me puedo quedar aquí contigo? No quiero volver a mi habitación, me da miedo.

—No creo que a tu madre le haga mucha gracia encontrarte aquí si se despierta... Pero podemos crear alguna excusa.

Dylan me sonríe con complicidad y apoya la cabeza sobre mi pecho. Cuando acaba la película sé perfectamente que se ha quedado dormido profundamente sobre mí. Me da cosa despertarle, parece que está muy a gusto. Con cuidado, le aparto y le dejo tumbado para poder levantarme. Consigo que no se inmute y siga durmiendo como si nada. Estoy a punto de quitarle la manta y de cogerlo para llevarlo a su cama cuando fuera escucho un ruido parecido al chirrido de unas ruedas de coche pasando muy cerca. Me acerco a la ventana y con total cuidado aparto un poco la cortina para mirar al exterior.

Hay un coche blanco aparcado justo enfrente de casa y creo poder ver otro, pero no estoy del todo segura. ¿Ladrones? Miro a Dylan y me dirijo a la puerta para observar por la mirilla. Suelto un suspiro lleno de alivio al ver que es Tyler sacándose las llaves del bolsillo del pantalón. Hay una chica detrás de él que le grita y gesticula de forma exagerada. Dejo de mirar y me echo a un lado esperando que la puerta se abra, pero no es así.

Escucho las llaves dentro de la cerradura, pero la puerta no se abre. Frunzo el ceño abriendo la puerta de golpe encontrándome a Tyler de cara. Me mira con sorpresa y a la vez con cierto... ¿Alivio? Saca la llave de la cerradura y pasa por mi lado para entrar a casa.

—¡Eres un cabronazo! — grita la chica.

—Litzy, cierra la puerta.

Le miro indecisa sin saber muy bien qué es lo que está ocurriendo.

—No se te ocurra — me advierte la chica apuntándome con el dedo —¡Tyler! Te vas a arrepentir de lo que has hecho, los dos lo sabemos.

Alzo una ceja mirándola de mala forma. ¿Quién se cree esta chica que es para hablarme así y decirme lo que tengo que hacer? El bufido que suelta Tyler detrás de mí me tensa.

—Cierra la puta puerta — vuelve a repetirme está vez con menos paciencia —¡Ciérrala, Litzy!

La chica viene decidida hacia la entrada y antes de que llegue le cierro la puerta en las narices. Parece fuera de sí, da varios golpes y grita al otro lado. ¿Qué narices está pasando? Siento una curiosidad enorme mientras miro cómo Tyler deja las llaves y la cartera en la entrada con las manos temblorosas supongo que por el enfado que lleva encima. Cierra los ojos unos segundos intentando calmarse y cuando parece que lo ha conseguido dirige su mirada en mi dirección.

—¿Qué haces despierta? — se dirige a la ventana de la entrada y mira fuera —Eso es... — murmura para él, aunque consigo oírle con claridad.

—¿Quién era? ¿Y qué te ha pasado con ella?

—Prefiero no hablar de ello — sentencia quitándose la chaqueta y yéndose al salón —¿Dylan? ¿Qué hace aquí y a estas horas?