DARKER © ✔️

Capítulo 7

—¿Estáis todos listos? — pregunta Olivia mirando a la última persona que está bajando.

Estoy de espaldas a las escaleras por lo que no puedo ver quién baja, pero con total seguridad sé de quién se trata. Mis suposiciones se confirman con el olor de su perfume. Tyler huele extremadamente bien y cuando pasa por mi lado, le miro de arriba abajo fijándome en cómo le queda la ropa que se ha puesto.

—Listo — confirma poniéndose en marcha y adelantándose junto a Dylan para salir de casa.

No puedo evitar mirar su trasero, en lo bien que le quedan los vaqueros negros junto, la camisa negra medio abierta y la chaqueta holgada verde militar conjuntada con unas botas negras. Lleva el cabello suelto y rebelde, no necesita mucho más para estar sexy...

Recuerdo mental Litzy: nunca digas en voz alta lo que acabas de pensar.

—¿Dónde vais? El coche está en el garaje.

Olivia señala a la puerta del garaje una vez salimos por la puerta de casa.

—Vamos en mi coche — alza la voz Tyler sin siquiera molestarse en mirar atrás.

Olivia y yo aceleramos el paso para cogerlos y seguirles de cerca.

—¿Falta mucho para encontrarlo? — se queja Dylan cogido a la mano de su hermano.

—¿Ya estás cansado o qué? — pregunta Tyler divertido.

—¡Solo me muero de hambre! Quiero llegar ya.

Pasadas unas cuantas avenidas al fin vemos al final de la calle el coche de Tyler aparcado. Es el que más destaca de todos lo que le rodean. A mitad de camino, Tyler se retrasa y deja a Dylan para atender una llamada. Se aparta a un lado y habla en voz baja. Juraría que escucho una especie de discusión... La conversación dura tan solo unos segundos, pero consigo ver su cara de contención cuando parece que le cuelgan al otro lado de la línea. Me abrazo a mí misma protegiéndome de la brisa gélida de la noche y me doy cuenta cuando miro hacia delante de que me he distanciado unos metros de Olivia y Dylan.

Puedo escuchar los pasos de Tyler acercándose hasta mí.

—¿El paseo bajo la lluvia bien? — le lanzo una mirada envenenada antes de acelerar el paso, pero Tyler sigue mi ritmo —¿Por qué no le has dicho nada a mi madre?

Tyler es mucho más alto que yo, me saca más de una cabeza, pero eso no me frena para pararme en el sitio y hacerle frente. Algo que había querido hacer en todo el día.

—Simple, no quiero que tu madre sepa el hijo tan gilipollas que tiene.

Sonríe desarmándome por completo.

—¿De qué narices te ríes?

Se humedece los labios y vuelve a caminar dejándome atrás. Cuando llegamos al coche, Dylan ya se está metiendo en el asiento trasero con ayuda de su madre a pesar de que él insiste en querer montarse delante.

—Por cierto... Muy bonito tu coche, pero tiene pinta de ser bastante peligroso — murmuro volviendo a juntarme con Tyler.

—Es peligroso si el que lo conduce es un auténtico manco.

—Entonces recuerda decirle esto mismo a la persona que iba ayer contigo y dile que aprenda a conducir antes de ponerse al control de un volante — le guiño el ojo en compañía de unos golpecitos en su hombro y me subo en la parte trasera del vehículo.

Apuesto a que ni siquiera lo ha pillado, pero cuando se monta en el coche me pone una cara de diversión absoluta.

Vale, lo había pillado.