Capítulo 30 (FINAL)

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Esa misma noche no pego ojo, no puedo evitar contener las lágrimas cuando me imagino a Tyler con esa niña pequeña y Shia... En su beso... La complicidad que había entre los tres era clara, era evidente. Sin duda hay muchas cosas que se escapan de mi conocimiento y esta era una de ellas.

Al día siguiente solo me enfoco en terminar de hacer las maletas y en dejarle un sobre con dinero a Olivia junto a una nota agradeciéndole por todos estos meses en la encimera de la cocina. Me despedí de ella y de Dylan anoche, pero no tuve la oportunidad de agradecerle lo suficiente.

Angy está fuera esperándome después de haberme ayudado a guardar las maletas en su nuevo coche. Suspiro echando una ultima mirada a la casa apoyada sobre la encimera, recordando todos los momentos que he experimentado en estos seis meses junto a los Reed.

En ese instante, escucho unas ligeras pisadas que no espero detrás de mí.

Mierda, creía que estaba sola.

Tyler aparece por la cocina, pero lejos de hablarme va directamente a la nevera, coge algo de su interior y vuelve a irse pasando por mi lado sin prestarme la más mínima atención. Cierro los ojos y aprieto las manos formando unos puños contenidos de rabia.

Cansada de toda esta situación.

—¿Vas a seguir ignorándome? — pregunto dándome la vuelta.

Tyler ha dejado de caminar, está de espaldas a mí y puedo ver la tensión en cada uno de sus músculos. Sin embargo, da media vuelta y por fin me mira directamente a los ojos.

—No te estoy ignorando — contesta poniéndose en marcha de nuevo, pero antes de que se aleje, vuelvo a hacer que se quede inmóvil en el sitio.

—¿Qué soy para ti, Tyler? — pregunto temiendo la respuesta —¿Qué somos?

Se humedece los labios y suspira caminando hasta el sofá. Se apoya sobre el y se cruza de brazos buscando una respuesta neutra.

—Somos dos personas que se lo pasan bien en compañía de la otra.

—¿Te refieres al sexo? — me acerco hasta él lentamente.

—Me refiero a todo. Lo hemos pasado bien juntos — retengo el aire ante esa respuesta en pasado y busca más respuestas —Antes de que sigas. Sé a dónde quieres llegar con todo esto, Litzy... Te lo puedo notar. Te conozco, pero la respuesta todavía no la tengo.

Me fijo en las ojeras marcadas que tiene debajo de los ojos y en los nudillos con mal aspecto de sus manos.

—Dilo — exijo apretando la mandíbula todavía recordándole con Shia y esa niña.

Ojalá pudiera decirle que he visto todo y no necesito excusas, ojalá pudiera decirle que es un completo imbécil, pero no puedo. Eso sería reconocer que le he seguido y mi orgullo no me lo permite.

—Necesitamos poner pausa a esto — dice determinado mirándome con especial atención.

¿Qué iba a esperar por su parte? La culpa es mía y solo mía por dejarme llevar y hacer lo que sentía en todo momento. Me maldigo a mí misma una y otra vez por haber acabado sintiendo... Esto que siento por él. Por haberme ilusionado. Sabía que Tyler Reed había sido una pesadilla en mi vida en el pasado y aún así he intentado creer que todo iba a ser diferente esta vez.

—Será que tú necesitas ponerle pausa.

Cierro los ojos y pienso en el beso con Shia. Poco a poco mi aparente calma va desapareciendo y deja espacio a una tristeza y un enfado que inundan cada célula de mi cuerpo.

—Es duro darme cuenta que he sido un maldito parche para ti estas semanas, Tyler... Alguien con quién echabas un polvo y no significaba nada. Una especie de aventura pasajera — camino por el salón intentando no mirarle —Todo esto es culpa mía por no haberlo visto venir antes.

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