Capítulo 2

7.1K 364 146
                                    


—¡Pasa, por favor! No te quedes ahí fuera.

Quiero huir de allí.

La sola idea de convivir doce meses con los Reed me aterraba, pero mis pies parecen querer llevarme la contraria. Antes de darme cuenta ya estoy pisando el inmaculado parquet de madera oscura de aquella lujosa casa.

Si pensaba que no podía ser más impresionante esta casa que lo que ya se ve por fuera... Me equivocaba.

Ante mí tenía un largo pasillo con paredes en blanco y revestimiento de madera de roble que desembocaba a una amplia sala de estar. A la derecha de esta se encontraba una cocina abierta con isla en tonos claros con comedor. Había unas puertas correderas por el que salías al jardín exterior privado, rodeado de enredaderas, plantas, una mesa redonda con cuatro sillas en el centro de este y por supuesto un jacuzzi. Podría apostar que este lugar era el más pequeño de la casa y por eso mismo me resultaba la estancia más acogedora y tranquila de todas.

—Esta casa es increíble — comento siguiendo a Olivia hasta el sótano.

—Esto te gustara aún más.

Y no se equivoca.

En el salón, al lado de las escaleras que llevan al piso superior había una puerta que Olivia abre con una llave y bajamos al sótano... A la izquierda de este se encontraba una puerta de roble que conducía a una lavandería y a la derecha había una pequeña despensa, o más bien debería decir bodega con diferentes clases de vinos de las mejores reservas. Apuesto que muchos de ellos valían más que todo el dinero que había conseguido ahorrar en mis veintiún años.

—Aquí tienes una sala de juegos. Normalmente es para cuando hay alguna fiesta o reunión de amigos. Esta parte está insonorizada por lo que no hay peligro de que los vecinos se quejen. Es el lugar favorito de Tyler.

Ya... Como no.

Olivia me sigue enseñando el resto de la casa. La terraza de la parte superior que la había remodelado por completo para convertirlo en el lugar perfecto para tomar el sol y hacer algo de deporte. Continúa mostrándome su habitación, — o así lo había llamado ella... Yo emplearía más bien la palabra suite — dos despachos, tres cuartos de baño y tres habitaciones. Dos de ellas se encontraban juntas mientras que la otra estaba al fondo del pasillo.

—Esta es la habitación de Dylan, el pequeño de la casa — dice mientras me paseo por ella —Tiene siete años, estoy deseando que os conozcáis. Le hablé de ti, y le entusiasmaba la idea de que tuviéramos a alguien nuevo viviendo con nosotros.

—¿No está en casa?

—No, los domingos va a clases de surf.

Sonrío imaginando a Dylan. Seguro que se parecía a Olivia, rubio con unos ojos azules preciosos y sobre todo... Pequeño. Adoraba a los niños pequeños.

Cuando terminamos de ver la habitación de Dylan nos dirigimos directamente a la más separada, a la del fondo. Me sorprende verla vacía, con botes de pintura por todos lados y el suelo levantado.

—Esta es tu habitación... — junta las manos sonriendo —La que será tu futura habitación. Hubo un problema de tuberías hace algunas semanas y tuvimos que cambiarlo todo.

—Vaya...

—Pero por el momento puedes ocupar la habitación de Tyler. Tiene espacio de sobra y la hemos organizado para que puedas usarla de inmediato.

¿Con Tyler? ¿En la misma habitación? Retengo el aire en mi interior, pero no me quejo. No puedo hacerlo después del gran favor que me está haciendo Olivia.

DARKER © ✔️Where stories live. Discover now