DARKER © ✔️

Capítulo 1

Parecía un día normal, pero no, no era ni de lejos un día como otro cualquiera. Era el día en el que dejaba atrás mí vieja vida para emprender otra nueva, estaba aterrada. Y esa sensación fue en aumento en cuanto toqué suelo estadounidense. Después de más de cinco horas de vuelo pisaba el aeropuerto JFK de Nueva York, en pleno barrio de Queens.

Tras esperar durante un largo tiempo para recoger mis dos maletas, me dispongo a salir a la calle pasando entre la multitud. Odiaba estar durante mucho tiempo en sitios tan ajetreados y llenos de gente, necesitaba buscar el aire y mi propio espacio personal y cuando por fin salgo por la puerta, la brisa fresca de Nueva York me da la bienvenida. Estaba acostumbrada al mal tiempo de Reino Unido por lo que el clima de aquí me parecía incluso un milagro.

Cierro los ojos inspirando profundamente durante unos segundos antes de apartarme y resguardarme en una esquina fuera del alcance de las personas que entran y salen del aeropuerto. Aprovecho para descansar y terminarme el café que había comprado. Descuelgo la mochila que llevo al hombro y revuelvo en ella en busca de mi móvil para comprobar si tengo alguna llamada o mensaje.

—Oh no, no. ¡No me hagas esto ahora!

El móvil me había abandonado, la batería estaba muerta. Frunzo los labios mirando a mi alrededor. Estaba totalmente perdida entre tantos transeúntes, en una ciudad completamente nueva para mí y sin saber qué hacer. Tan solo me limito a sacar del bolsillo de mi abrigo un papel doblado en el que papá decidió apuntarme la dirección de una vieja conocida. Iba a vivir con ella estos doce meses y ni siquiera sabía de quién se trataba, tan solo sabía por boca de mi padre que era una muy buena amiga... No voy a negarlo, tanto misterio por su parte me inquietaba, pero a su vez era la mejor solución que había encontrado. Los alquileres en Manhattan eran desorbitados, no podía pagar tanto dinero y la "amiga" de papá estaba a tan solo un par de manzanas de la academia que me había traído hasta aquí.

Tras conseguir la licenciatura en un conservatorio superior de danza y soñar durante años ser aceptada por la escuela Manhattan Ballet School, por fin mis esfuerzos empezaban a dar sus frutos. En cuanto se me presentó la gran oportunidad de formar parte de esta academia, no dudé un solo minuto en hacer las maletas y dejar atrás Manchester, a mi familia y amigos... Era duro, pero me enfocaba en que solo iban a ser unos meses de distanciamiento de las personas que quiero. Doce meses en los que tendría el privilegio de terminar formándome por completo como bailarina clásica con famosos coreógrafos y compositores.

Esta gran pasión por el baile se la debía a mi madre, era lo único bueno que podría agradecerle en mi vida...

Doy el último sorbo de café y tiro el envase a una papelera. Cojo las dos maletas y camino distraída mirando las avenidas. El barrio de Upper East Side era mi destino según la nota, y estaba segura que andando quedaba demasiado lejos. Coger un taxi en plena hora punta es algo difícil a juzgar por la cantidad de personas que silban o sacan el dedo pulgar para hacerlos parar sin ningún éxito. Consigo ver un taxi al otro lado de la calle y no pierdo la oportunidad de alcanzarlo, corro lo más rápido que puedo hasta el paso de cebra y espero que el semáforo se ponga en verde. Tarda una eternidad, tanto que el taxi que estaba parado es ocupado por una persona y pronto vuelve a incorporarse a la carretera.

—Hoy no es tu gran día, Litzy. Tranquila, nada más puede salirte peor.

Maldigo poniéndome la capucha del abrigo para resguardarme del viento que alborota mi cabello. Cuando termino, el semáforo indica que podemos pasar y los coches comienzan a pararse, camino admirando los grandes rascacielos que me envuelven. No podía creer que estuviese en Nueva York, la ciudad que nunca duerme. De pequeña había vivido aquí durante un corto período de tiempo junto a mi padre, pero era tan pequeña que los recuerdos eran prácticamente inexistentes...