Capítulo 9

6K 350 215
                                    


Despierto con un tremendo dolor de cabeza. Confusa, no tengo ni la menor idea de lo que acaba de suceder... Poco a poco la somnolencia va desapareciendo y puedo fijarme con dificultad a mi alrededor. Estoy sentada y apoyada contra la pared de un baño mientras alguien llena cuidadosamente de agua fría mi cara.

En otro momento me quejaría, pero ahora mismo agradezco ese gesto de frescor en mi piel. Parpadeo numerosas veces para que mi vista se vuelva más estable. Es entonces cuando veo al par de ojos azules que me observan con preocupación. Tyler está frente a mí agachado para quedar a mi misma altura mientras chasquea los dedos delante de mí.

—¿Qué me ha pasado? — consigo preguntar moviéndome.

La parte trasera de mi cabeza me da un latigazo de dolor y me toco notando un gran chichón en mi cabellera.

—Te has dado la hostia de tu vida.

Su respuesta me saca una pequeña sonrisa que dura poco cuando vuelvo a notar otro latigazo. Duele tanto que necesito cerrar los ojos para controlarlo. Tyler se mueve inquieto a mi lado y me quita la mano para que deje de tocarme el chichón.

—No lo toques — me advierte —Deberíamos ir al hospital.

Niego inmediatamente. Tengo pánico a los hospitales desde pequeña y el culpable de eso es ni más ni menos el que tengo justo delante. Tyler me estudia detenidamente mientras parece recordar algo y entonces una pequeña sonrisa se dibuja en sus labios.

—¿Todavía les tienes miedo?

—Gracias a ti — le fulmino con la mirada —Todavía de vez en cuando tengo pesadillas con ese doctor persiguiéndome por los pasillos con la jeringuilla en la mano.

Mis palabras le hacen reír, puedo notar en sus ojos cierto toque de malicia.

—Fue una pequeña broma.

—Ya claro, una broma. Tenía seis años, me dijiste que el doctor había puesto un líquido mortal y me lo iba a inyectar — suspiro apartándome el pelo hacia atrás —Pero no te tengo rencor a pesar de todo lo que me hiciste pasar, tú en cambio no.

Mi último comentario le cambia el humor. Le molesta y decide no responderme, solo se levanta y me mira desde su altura.

—Ya nos veremos — dice dirigiéndose hacia la puerta.

Me impulso para levantarme y siento que todo me da vueltas. Tengo que cerrar los ojos una vez más y apoyarme en la pared para estabilizarme. Ya no sé si todo esto viene por los cócteles que he tomado esta noche o por el golpe en la cabeza, puede que ambas sean la respuesta correcta.

—¿Estás bien? — escucho la voz de Tyler más cerca de lo que pensaba.

—Puedes irte, se me pasará enseguida.

Respiro profundamente y por fin abro los ojos cuando me siento mejor. Tyler está a mi lado moviendo el piercing de su labio con insistencia como si estuviese debatiendo consigo mismo por algo. Y así parece ser cuando de repente me tiende la mano.

—Vamos.

Miro su mano con recelo, no segura de si esto va enserio o ahora saca la cámara oculta. Estoy tan confundida e insegura que pregunto lo que me ronda en la cabeza desde hace rato:

—¿Por qué estás ayudándome?

—¿Y por qué no iba a hacerlo?

—Porque soy yo — respondo como si fuera lo más evidente.

Tengo tan asumido que Tyler solo es desagradable conmigo, con mi padre o con quién nos rodeé que me resulta imposible el hecho de que me esté queriendo ayudar en este momento. A veces incluso siento envidia cuando presencio al verdadero Tyler. El que es divertido, cariñoso, atento... Como ahora.

DARKER © ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora