Confesión

455 21 3
                                    

Bellatrix, una bruja poderosa, se había enamorado locamente de un mago cruel y despiadado.
Pero algo había cambiado en él tras estar a punto de perderla en la batalla de Hogwarts, verla enfrentarse a Molly Weasley y ser alcanzada por una maldición le provocó miedo, por primera vez sintió miedo.

Miedo de verla morir, miedo de verse solo para siempre, miedo de tener que enfrentarse a la eternidad sin ella, miedo de perder a la única persona por la que había llegado a sentir algo.

Bellatrix fue derribada y quedó inconsciente boca arriba, con el pecho ensangrentado y la expresión muerta.
Finalmente, Voldemort se había rendido y había retirado a sus tropas del castillo, mientras los miembros de la Orden del Fenix y del ED celebraban la victoria, él huía del castillo seguido por sus secuaces y con el lo que él creía que era el cadáver de Bellatrix en brazos.

Todos los mortífagos muertos eran llevados por hechizos de levitación, pero Voldemort decidió llevar a Bellatrix en brazos él mismo. Quería colocar el ataúd en su habitación y llorarla a solas, no quería que nadie supiera que se había enamorado de una mortífaga.
Pero Bella estaba viva, estaba a salvo ahora, lejos del castillo. Aunque lentamente, seguía respirando y su corazón no se había detenido. Voldemort había cerrado la herida en su pecho y eso la había salvado, la hemorragia la hubiera matado de no ser por la magia.

Contra todo pronóstico, estaba viva.

En la mansión Malfoy, cuando llegaron, nadie dijo no una palabra. Alecto y Aymicus se llevaron el cadáver de Avery.
Rabastan y Yaxley arrastraron a Fenrir Greyback que estaba a todas luces, muerto.

Solo Dolohov se retiró sin llevarse a nadie. Desde la muerte de Rodolphus en las batalla de los 7 Harrys había estado muy callado.

Narcissa y Lucius llegaron tras Voldemort y Narcissa se arrodilló ante el cadáver de su hermana y llorando le acarició el pálido rostro.
Bellatrix estaba inmóvil, su respiración aún no era lo suficientemente profunda para apreciarse
Narcissa rompió a llorar y Lucius se arrodilló a su lado, trataba de apoyar a su mujer. Aunque nunca le había agradado demasiado su cuñada, verla muerta le revolvió algo por dentro

N: Bella... Bella, lo siento, lo lamento Bella, perdoname....

L: Cissa, Cissa por favor. Ven conmigo, tienes que calmarte....

N: No, no... No quiero, No quiero irme, Bella... Hermana...

Lucius se limpió una lágrima y trató de abrazar a su esposa.
Al cabo de un rato, ella, agotada decidió sentarse en un sillón mientras Lucius le hacía un masaje y Voldemort colocaba a Bella sobre una gigantesca caja de madera.

Se acercó a su hermana y sin mirarme a los ojos le confesó algo.

V: Yo amaba a tu hermana. La amaba de verdad, estaba loco por ella. Nunca antes había amado a una mujer de esa manera. He intentado que no viniera a la batalla, he intentado que se quedara e incluso que no la mataran. Pero ella era capaz de todo sin mi. Y por un momento de despiste se la han llevado... Narcissa, lo lamento de verdad.

N: Ella también te quería. Estaba de verdad enamorada. Desde que Andrómeda se marchó, nunca la había vuelto a ver sonreir de la manera en que lo hacía cada vez que le decías algo mínimamente bonito o agradable.

V: Bella.... ¿Estaba enamorada de mí?

L: Con el debido respeto mi señor, era muy evidente que Bellatrix sentía eso por usted.

V: Yo no me había dado cuenta. No estuve lo suficientemente atento...

Se acercó al ataúd y le pareció ver el pecho de su amada subir y bajar suavemente, por un momento su pulso se aceleró pero en seguida se convenció a sí mismo de que había sido una alucinación.
Bellatrix estaba muerta, acarició su rostro y dejó que las lágrimas corrieran, Narcissa detrás de él seguía sollozando.

V: Bella, mi amor, te quiero. No te lo he podido decir antes pero te quiero
De verdad que te quiero...

B: Mmmmh.....

V: ¿Bella?

Esta vez lo había oído pero ella estaba muerta. Aquello no podía ser real. No había vida en su cadáver.

V: Me estoy volviendo loco, Bellatrix, te he querido mucho. No voy a poder olvidarte, eres demasiado... Has sido, dem... Tú... Nosotros hemos sido...Bellatrix... Joder me has dejado solo.
¿Qué voy a hacer sin tí? ¡Que te amo! Nunca te lo he dicho pero es verdad. Quisiera tenerte a mi lado... Aunque fuera una vez más. Solo una...

B: Mmmmh...

Esta vez estaba seguro, no se lo había imaginado, Bellatrix se había movido y había hecho un sonido. Estaba viva.

V: Narcissa, Narcissa, se ha movido, Bella se ha movido.

N: ¿Que? No, no eso es imposible... No puede ser. No...

V: Que sí, que se ha movido, mira, acércate, ven aquí. Tú hermana sigue con vida...
¡Bella! ¡Bella abre los ojos!

Delicadamente, Bellatrix abrió los ojos muy aturdida. Miró a los lados sin poder enfocar y escudriñó la estancia.
No se había percatado de la presencia de Voldemort hasta que él le agarró de ambas manos.

V: ¡Bella! Bella estás viva... Amor...

B: ¿Qué ha pasado? ¿Dónde estoy?
Mi señor... Es usted...¿Cissy? ¿Donde está ella?

Narcissa se levantó de un salto al escuchar la voz de su hermana. Dejando caer la taza de tila al suelo se acercó corriendo al ataúd. Era verdad. Bellatrix estaba viva.
Rompió a llorar acariciando a su hermana el pelo, y tratando de mantener el equilibrio.
Bellatrix se quiso incorporar y la ayudaron a salir de ahí. La acompañaron a un sillón donde podía sentarse, Bellatrix estaba apoyada en el hombro de su hermana que lloraba abrazándola.

B: Cissy, Cissy por favor... No llores más, nena, estoy bien. Estoy a tu lado...

N: Lucius, por favor, podrías acercarme mi varita.

Hizo aparecer un ungüento para limpiar las heridas de la cara de su hermana. Voldemort, mientras. Las miraba de cerca. La relación de ambas era tan bonita, dos hermanas que tras mucho tiempo sin verse seguían queriéndose.
A él le hubiera gustado tener un hermano pequeño y poder compartir con él esos momentos.

Narcissa estaba agotada y Bellatrix le pidió que se fuera a descansar, que ella iba a estar bien.
Acompañada por Lucius, subió a su habitación y Bellatrix se quedó sola abajo con Voldemort.

B: Mi señor...

V: Has escuchado todo lo que te he dicho ahí, ¿verdad?

B: En su mayoría sí. Pero me encantaría escucharlo otra vez. Saber de nuevo que...

V: Que te quiero, que estoy enamorado de ti y que no quiero vivir si no te tengo a mi lado.
Bella, eres demasiado perfecta, estoy loco por tí, totalmente loco. Y cuando pensaba que estabas muerta... He sentido pena, miedo, terror.

B: Llevo tanto tiempo queriendo decirte que te amo....

V: Bella, quiero que seas mi reina oscura. Quiero que estés a mi lado siempre.

Bellatrix besó a Voldemort apasionadamente empujándole al sofá y se sentó sobre él.
Los dos magos oscuros se quedaron toda la noche ahí, felices de estar vivos, celebrando que la derrota no los había matado

Bellamort One shotsWhere stories live. Discover now