Bellamort One shots

El gas tóxico

Bellatrix era una experta en veneno, conocía casi cualquier ingrediente, efecto, método o recta para realizar una potente sustancia asesina con casi cualquier cosa, no existía ninguna pócima que desconociera o de la que no hubiera oído hablar antes.  Llevaba desde que era muy pequeña practicando y podía realizar algunos brebajes no excesivamente complejos hasta con los ojos cerrados, sólo necesitaba  silencio para concentrarse y lograrlo guiándose por el olor del producto y la espesura del mismo.
Cualquier bruja o mago que quisiera tratar de envenenarla no tendría mucho que hacer contra su capacidad intelectual y su talento en pociones.

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Esa tarde estaba preparando una marmita de una sustancia tóxica que helaba la sangre y requerían los mortifagos para sus próximas expediciones. Mientras murmuraba palabras roncas en voz baja, mezclaba los ingredientes que tenía guardados en unos pequeños tarritos de cristal polvorientos sobre la estantería y los dejaba caer en un caldero de bronce con habilidad, rápidamente y con mucha cautela y tomando medidas exactas, formando una sustancia líquida de color turquesa que brillaba.
Voldemort irrumpió en la sala en ese momento y Bellatrix se giró sobresaltada derramando con el codo sin darse cuenta un tarro entero sobre el humeante veneno.

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El tarro tenía pelos de tarántula y estos estaban ahora flotando sobre la superficie del líquido. Empezaron a burbujear cada vez más y a generar burbujas de gas tóxico que iban aumentando progresivamente de tamaño.
El veneno comenzó a producir un humo translúcido que empezó a inundar la sala.
Ni Voldemort ni Bellatrix se habían dado cuenta de lo que sucedía, estaban demasiado ocupados conversando.

V: ¿Qué estás haciendo?

B: El veneno que usamos en las incursiones está agotado y es necesario rellenar el tanque, así que me he puesto manos a la obra. Es algo laborioso y no quería perder el tiempo...

V: Inteligente y eficaz, que gran combinación Bella...

B: Tengo muchas más características ¿eh?
Por ejemplo, también soy valiente, fuerte, intuitiva, resistente y muy pasional.

V: Me interesa eso último... A ver explícamelo con más detalle.

Bellatrix se acercó a Voldemort y rodeó su cuello con sus brazos dejándolos colgar por su espalda y lo miró fijamente a los ojos. Bellatrix sonrió y Voldemort rodeó su cintura con sus manos.

B: Si quieres que te lo explique espérame en mi habitación, tardo menos de diez minutos en termina esto, no lo puedo dejar a medias...

Voldemort separó un momento sus ojos de los de Bella y se fijó en el humos ardiente que salía a borbotones del caldero.

V: Bella, Bella, eso que hace el veneno nones normal ¿Verdad?

B: ¿El qué? ¡Joder! ¡Joder! ¡Joder! ¡Ostia no! ¡No!
No es normal...

Bella corrió hacia la marmita y encontró flotando en el líquido un frasco vacío, lo reconoció enseguida.

B: Esto es pelo de tarántula, y se ha caído todo el bote. ¡Es altamente tóxico joder. Este humo no es un humo cualquiera, es gas venenoso, tenemos que salir de aquí!

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Voldemort agarró la manecilla de la puerta y la giró pero esa no funcionaba, estaba atascada. El gas inundó la habitación y no podían ver nada, Bella buscaba su varita a tientas pero era imposible, no encontraban nada ninguno de los dos, nada que estuviera más allá del alcance de sus manos. Les escocían los ojos y apenas podían respirar bien. Voldemort comenzó a marearse y a tambalearse en el sitio. Bellatrix tiró de él hacia el suelo y cubrió sus rostros con unos pañuelos, el gas la estaba matando más deprisa a ella y trató desesperada de soltar las bisagras de la puerta. Voldemort la ayudaba dando patadas a la puerta pero ésta parecía no querer abrirse, apenas podían ver más allá de su narices. Voldemort comenzaba a dormirse, Bellatrix sabía que estaban muriendo, en ese instante el aire dejó de llegar a sus pulmones. Atormentada por la idea de la muerte, golpeó la puerta hasta destrozarse los nudillos, le sangraban las manos y le ardía la garganta.

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En ese momento una idea fugaz atravesó la mente de Bellatrix, con sus últimas fuerzas se puso en pie y se acercó a la ventana, encarnada al armario dió un taconazo a la ventana junto a ella y ésta se hizo añicos, el gas venenoso comenzó a salir hacia fuera de manera ascendente, poco a poco el humo salió de la habitación y pudo ver su varita sobre la mesa, hizo desaparecer el contenido de la marmita y se dejó caer al suelo tosiendo. Voldemort estaba en pie y se acercó corriendo a ella, Bellatrix tosía mucho y se sentía muy mareada pero simulaba encontrarse bien. Voldemort tomó su varita del suelo y la ayudó a levantarse a Bella y la abrazó. Rápidamente salieron de la habitación ahora que podían encantar la puerta.

V: Joder... Bella, nos has salvado a los dos... Gracias... Qué bien has estado, de no ser por tí ahora mi estaríamos muertos..

B: Ha sido una idea fugaz, un... No sé. Simplemente ha cruzado mi cabeza y.....  Simplemente ha llegado, no tiene importancia.

V: ¿Cómo que no?  ¿Qué dices? Has estado increíble...

B: No es para tanto... He tenido heridas peores...

V: A tu lista de cualidades añade "impresionante".
Eres una bruja maravillosa, créetelo porque es verdad Bella.

En ese momento se fijó en sus manos destrozadas y ensangrentadas, Bella trató de ocultarlas tras la espalda pero era ya tarde y las agarró con suavidad, miró a Bellatrix fijamente con miedo y ella se limitó a sonreír.

B: No te preocupes, no es nada... Sólo son unos rasguños.
Estoy bien, no te preocupes por eso.
Ni siquiera me duele, esto me lo curo yo enseguida con algo de agua, tranquilo...  No te preocupes de verdad y si quiera es grave, además ha merecido la pena...

V: Estás sangrando mucho y creo que tienes algún dedo roto. Ahora me toca a mí devolverte el favor, ven a mi habitación, Tengo yo unas pociones que me reservó Snape para heridas así, venga. Acompáñame, te debo una....