Sorpresa

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Bellatrix Black esperaba nerviosa junto a la cabaña de la chamana que le iba a decir los resultados que había analizado con su cristal mágico, a la bruja le temblaba el pulso y tenía la respiración acelerada, no sabía muy bien lo que podría pasar si finalmente resultaba que estaba embarazada.
Por una parte le hacía realmente ilusión el hecho de ser madre ya que siempre se había sentido muy ligada a la sangre y quería que su familia siguera teniendo descendencia, pero por otro lado tenía miedo de como Voldemort podía tomarse la situación, el la quería ella pero no sabía si querría una criatura salida de sus entrañas, eso no sería tan claro, su corazón le decía que el Señor oscuro seguro que se sentía feliz de tener un heredero, alguien a quien pasar su poder... pero ¿y si eso no sucedía? ¿Y si se sentirá ofendido y obligaba a la bruja a abortar?
Ella estaba segura de que de ser así escaparía. Una voz ronca la saco de sus ensoñaciones, la chamana había aparecido de vuelta en la habitación donde ella esperaba con la solución que ya había adivinado.

La bruja joven tenía miedo mientras que la bruja mayor se mostraba tranquila la chamana se acercó a Bellatrix a paso lento debido a que el paso de los años le impedía moverse rápidamente, debía de tener cerca de 90 años. Ella se sentó en la butaca junto a Bella, la miró a los ojos y le mostró el colgante que apretaba entre las manos, este en lugar de estar blanco, brillaba con una luz anaranjada indicando sin lugar a dudas el embarazo. Bella soltó todo el aire que tenía atrapado en los pulmones, temblaba de miedo pero a la vez de ilusión, miró con los ojos llorosos a la chamana que se limitó a sonreírle, cogió la prueba y la tomó entre sus manos, el cristal indicaba que estaba embarazada y lo comprobó sonriendo, tenía que pensar la mejor manera de decirle a Voldemort que estaba esperando un hijo suyo.

Con una sonrisa tenue le imaginó furioso y golpeándolo todo.

Se sentó en un banco y se acurrucó las rodillas con los brazos escondiendo la cara entre las piernas mientras pensaba que hacer, pues nunca se había sentido así ni había estado en esa situación y dejó que nos lágrimas solitarias corrieran por sus mejillas heladas, liberando parte de la tensión que tenía acumulada.
Si Voldemort le gritaba exigiendole que se librarse de aquel ser huiría, pero si le alegraba y lo veía feliz de compartir con ella ese momento juntos podrían criar a un heredero el que poder transmitir todo su poder en un futuro.

Bella ahora mismo, en ese mismo instante los dos pensamientos peleaban en su cabeza por ver cuál  acertaría, cuál sería el más fuerte y real.
No había término medio, si no le hacía ilusión no habría vuelta atrás,  emprendió el camino de vuelta a casa mientras por su cabeza pasaban una y otra vez las palabras exactas que le diría. Tenía que ser clara y concisa y decírselo directamente, dejarle claro que ella no estaba dispuesta a rendirse.

No tenía claro como lo iba a hacer, ni cuándo, ni de qué manera ni si se pondría nerviosa al hablar o lo podría decir con voz firme y segura de sus palabras, pero sabía que tenía que hacerlo cuanto antes, el embarazo avanzaba y si estaba en una edad muy adelantada podría provocarle problemas para moverse en las misiones, actualmente apenas estaba de unos 2 meses aproximadamente, tenía muy poco tiempo antes de que empezara a notarse, se acarició el estómago y se levantó del banco caminando lentamente.

Se lo diría al llegar, no quería que él se enterase por otra persona o por lo evidente de su panza.
Tan entregada estaba sus pensamientos que ni siquiera fue conduciendo te del momento en el que llego a estar enfrente de la puerta de la habitación de él, respiró profundamente y llamó con unos golpes firmes, la puerta se abrió sola invitándola entrar.

Desde dentro Voldemort se dió la vuelta en su sillón y se levantó, Bellatrix tragó saliva al verlo acercarse hacia ella y Voldemort la sintió temblando.

V: Ey ¿que te sucede? Te noto extraña..
No estás bien...  ¿Necesitas algo?

B: Yo... tengo que decirte algo es bastante importante...

V: Adelante, dime, seguro que puedo ayudarte

B: Es... es que no sé cómo hacerlo, no sé cómo empezar, no sé cómo decirlo,

V: Solo dilo y ya está, adelante Bellatrix, estoy empezando a preocuparme, empiezo a pensar que de verdad te pasa algo grave y no quieres contar conmigo...

B: No, no, no es algo grave, es algo maravilloso, bueno es algo maravilloso para mí...

V: Bella, si es importante para tí también lo será para mí, adelante siéntete cómoda de contarme qué te ha pasado.

B: Yo... estoy embarazada de dos meses...

V:  Embarazada... ¿en serio? eso es....

B: No te parece bien... si no estás de acuerdo dímelo pero quiero que sepas que yo no voy a librarme de esta criatura, si renuncias a ella tendrías que renunciar también a mí...

V: Pero ¿cómo puedes pensar eso? ¿cómo puedes pensar que yo no quiero esa criatura? Claro que me hace ilusión, realmente me ilusiona saber que vas a tener un hijo mío... porque es mío ¿verdad?

B: No, de la vecina. Por supuesto que es tuyo ¿de quién iba a ser sino?

V: Bella, ¿tenías miedo de contármelo?

B: Tenía miedo de tu reacción no sabía cómo te lo ibas a tomar...

V: Amor, tienes que aprender a confiar en mí, yo ya no soy para ti el Señor oscuro, para ti soy tu pareja... A propósito ¿sabes ya si va a ser niño o niña?

B: No no ese de momento no lo puedo saber, tendremos que esperar...

V: Mmmm... así que de 2 meses, disfruta de las pocas misiones que te quedan por delante porque en cuanto los chamanes nos recomienden descanso no voy a dejar inmiscuyas en ninguna misión más hasta que no estés fuera de peligro, me voy a encargar de cuidarte, confía en mí.

Bellamort One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora