Recuerdos

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Bellatrix estaba en una de las misiones más peligrosas a las que jamás se había enfrentado, Voldemort sabía que solo podía confíar en ella para liderar la búsqueda de las reliquias de Vikario.
Este era un viejo druida que vivía en una de las montañas del Himalaya, el escuadrón encargado de obtenerlas debería subir hasta allí soportando las altas temperaturas y los grandes lobos y zorros árticos que regentaban la zona. Era arriesgado pues también deberían hacer frente a los aludes y trampas que protegían las reliquias que estaban ocultas en alguna cueva subterránea. Si el alud tapaba la entrada con ellos dentro morirían allí, pues la magia no podría salvarlos, en un radio determinado había un encantamiento protector que evitaba el funcionamiento de la magia.

Ahora se arrepentía de haberla enviado a semejante misión, si algo salía mal no podría verla de nuevo y pensar en perderla le dolía demasiado.

Confiaba en ella para las misiones más arriesgadas pero también la añoraba cada vez que se iba. Estaba cada vez más acongojado y la falta de noticias por parte de la bruja oscura lo tensaba cada vez más, a esas alturas ya debería haber recibido por lo menos dos noticias escritas vía Zerrato, que funcionaba igual que el armario evanescente.
Bellatrix podía estar en serios problemas, y efectivamente así era, Bellatrix y el resto de los hombres lobo habían sido sepultados por el alud mientras salían de la cueva, el Zerrato se había roto y por ello no habían podido comunicar que estaban en problemas, los hombres lobo habían caído por un desfiladero y solo Bella se había salvado pero estaba enterrada bajo varios metros de nieve, tenía que conseguir salir de allí y escapar del radio anti-magia o moriría y con ella las reliquias que llevaba en una bolsa amarrada a la cintura.

Voldemort no podía ya soportar la incertidumbre y decidió registrar la localización del Zerrato; 3 metros bajo la nieve, ahí estaba el aparato y seguramente, también Bellatrix, Voldemort se tambaleó al leer eso en la pantalla de cristal del localizador. No estaba seguro del destino de Bella pero....
Se dejó caer en el sillón jurando que si Bellatrix lograba volver con vida jamás le encargaría nada parecido.

Apenado empezó a recordar todo lo que habían pasado juntos.

Recordó su boda con Rodolphus, las ganas que había sentido de impedir en casamiento y decirle que la quería, recordó las noches con ella en el jardín sin atreverse a tocarla, recordó la noche que la liberó de Azkabán y la primera vez y única vez que se atrevió a besarla estando gravemente enfermo por las fiebres del dragón, su risa, sus movimientos al entrenar...
Se acordó del día que ella, borracha temía que se la llevaran los dementores de nuevo y del día que Bellatrix enviudó, no había tenido coraje para decirle que quería volver a besarla, que no se arrepentía de quererla...

Bellatrix mientras había logrado arrastrarse malherida hacia la superficie y ponerse en pié, tenía algo roto. Seguramente varias cosas y estaba sufriendo una hipotermia, con todas su fuerzas se deslizó colina abajo hasta salir del radio e inmediatamente se desapareció de nuevo en la estancia donde Voldemort estaba acariciando una foto de ella sentado en el sillón pidiendo a Merlín que ella sobreviviera.
Evidentemente, Bellatrix Black, fuerte y corajuda, salvó su vida una vez más y aterrizó semiinconsciente y helada en el suelo.

V: ¡Bella!

Voldemort se levantó a toda prisa al verla aparecer y acudió a su lado, Bellatrix estaba empapada y tiritaba, estaba rígida. Sin pensarlo dos veces con un movimiento de varita cambió su ropa destrozada por un albornoz grande que la envolvía. Secó su pelo con otro encantamiento de calor pero su temperatura no subía, estaba blanca y no se movía, la llevó en brazos a su cama y coloco almohadas y mantas a su alrededor para crear un ambiente cálido para después taparla con un edredón. Bellatrix estaba herida así que con cuidado fue curando sus lesiones mientras ella despertaba.
Se dió cuenta al ver su ropa mojada sobre el suelo, cerca de la chimenea que en el cinturón había algo. Lo abrió con cautela y vio dentro brillar unos pedazos verdes, eran las runas.
Acarició su rostro feliz y orgulloso del talento de la bruja.

B: ¿Señor?

Bella lo llamó

V: Bella. Preciosa. Estás bien....
Has logrado conseguir las runas pero casi pierdes la vida, no sé ni como has llegado aquí. Por desgracia el resto de los hombres lobo no...

B: Nos cayó un alud encima y los arrastró a un barranco.... No creo que sigan con vida...

V: Una lastima, pero a mí quién de verdad me importa eres tú, no no te muevas, te has ganado el descansar, estás helada, tienes hipotermia y no te voy a arriesgar más....

Bellamort One shotsWhere stories live. Discover now