Bellamort One shots

Última oportunidad

La había perdido...

Hacía sólo unos instantes la había perdido.

Había sido todo demasiado rápido, ella estaba muerta. A 20 metros de él estaba en el suelo el cadáver de Bellatrix, con el pecho calcinado y ensangrentado a causa de la maldición de su oponente, tenía la mirada vacía y la sonrisa congelada con una expresión burlona grabada en ella.

Voldemort se giró en el momento exacto que ella era impactada directamente en el pecho por un fogonazo violeta e instantes después, caía hacia atrás.  Podía escuchar el sonido de su propio latido, de repente, el ruido de la batalla se extinguió, las figuras a su alrededor dejaron de moverse, todo sucedió como a cámara lenta. Bellatrix estaba muerta.

Se acercó al cadáver de ella y se arrodilló junto a él con la respiración acelerada.
Podía oler el miedo de la matriarca de los Weasley temblando frente a él, pero en ese momento le daba igual todo, ya se ocuparía de ella en otro momento, Igualmente habían logrado matar a Harry en el bosque.

La batalla prácticamente había concluido pero justo en ese instante Harry reveló estar vivo.
Voldemort sabia que en ese momento no podría matarlo, necesitaría recuperar gran parte de su ejército. A través de la telequinesis todos sus seguidores se convirtieron en nubes de humo y desaparecieron de la estancia. Ya tendrían tiempo de replantear un ataque y vencer

Inmediatamente después, agarró las frías manos de Bella y se desapareció de la estancia en un instante, el torbellino los hizo aparecer en la habitación de Voldemort de la mansión Malfoy, Bella estaba inerte, como una muñeca de porcelana, Voldemort miró sus ojos, estaban completamente blancos y su tez marcaba mucho más los huesos del pómulo.
Tenía los labios morados y estaba helada. Se arrodilló a su lado sin saber muy buen que pasaba por su cabeza en ese momento, sentía una mezcla de rabia y dolor que le tenía confundido.

Se negaba a asumir sus sentimientos por Bella, aunque quería engañarse y negarse que la quería, en ese momento cayó su propia fachada. Se sentó en el suelo apretando sus manos heladas y las acarició. La echaba de menos, la miraba y por su cabeza pasaba volando su risa loca, su voz burlona, su destreza al pelear....
Se había marchado demasiado deprisa y no había tenido la oportunidad de confesarle nada de lo que sentía, ahora sentía un vacío en su interior que sabía que no podría sustituir con  nada ni nadie.

En ese momento una idea macabra cruzó su cabeza, aún había una persona que podía ayudarlo, bueno, exactamente no una persona.

Voldemort se levantó de un salto y corrió a por su viejo libro de rituales. Tenía una última oportunidad para devolver a Bellatrix a la vida.
Tomó aire y tragó saliva, abrió el libro y busco apresurado una página ben concreto.
La habitación se iluminó y Voldemort pronunció unas palabras en voz baja mientras el suelo comenzaba a temblar y a  resquebrajarse a sus pies.

De las entrañas de la tierra surgía una figura encapuchada de tres metros de alto, encorvada y rodeada de un aura rojiza. La figura hizo contacto visual con Voldemort y una pequeña flama se encendió en ellos.

V: Hola vieja amiga...

La muerte hizo un gesto rápido de saludo y alzó la cabeza mirando fijamente a Voldemort a los ojos. Este retiró la mirada, cada vez que estaba en su presencia se sentía intranquilo, hacía mucho tiempo ya que no pedía ayuda a la muerte, la última vez había sido cuando era joven y estaba planeando su ascenso en la primera guerra mágica. Sacudió la cabeza y habló con la voz firme y segura.

V: Quiero que ella vuelva. Tráela de vuelta.

Señaló a Bellatrix, tendida en el suelo y la muerte sonrió con malicia ante tal oferta, retiró su manto oscuro de su brazo derecho y dejó a la vista la reluciente guadaña plateada.

Voldemort tragó saliva, sabía lo que venía a continuación, la muerte nunca hacía nada gratis.
A cambio quería algo.

M: Traer a un muerto no es algo gratis. Debes resolver un enigma imposible.
Si ganas, ella vuelve, si pierdes, cuando mueras vendrás conmigo para siempre, sin posibilidad de resucitar. Y la varita del saúco que portas será de nuevo mía
¿Hay trato?

V: Acepto, muerte. Adelante.

Muerte formuló;

M: Tres dioses A, B y C se llaman Verdad, Falso y Aleatorio (no necesariamente en ese orden). Verdad siempre dice la verdad, Falso siempre miente y la respuesta de Aleatorio puede ser verdadera o falsa. ¿Sabrías decir quién es A, B y C, haciendo sólo tres preguntas cuya respuesta sea sí o no? Espera, hay más: los dioses contestarán en su idioma. Sus palabras para sí y no son ‘da’ y ‘ja’, pero no sabes qué significa cada una.

Voldemort vaciló unos minutos y finalmente escribió la respuesta en el papel dorado que la Muerte le entregaba.

Esta revisó la anotación y enseguida su sonrisa burlona se desvaneció. Arrugó el papel y lo calcinó mientras refunfuñaba.
Voldemort aguantó la respiración.

M: Por esta vez me has ganado pero no te confíes, volveremos a vernos.

Muerte chasqueó los dedos y el cadáver de Bellatrix recuperó su color habitual. Los ojos se le volvieron negros y poco después los cerró con normalidad, la enorme herida de su pecho se esfumó en cuestión de segundos. Bella comenzó a respirar correctamente.

M: Despertará en un rato. Espero verte pronto.

Voldemort alzó el gesto mientras la muerte se desvanecía entre las grietas y cuando finalmente estás desaparecieron, soltó todo el aire que tenía aún ben los pulmones.

Se giró hacia Bellatrix y se sentó en la cama donde ella reposaba.  Esa vez lo había logrado, ella estaba bien. Comenzó a mover los párpados y de repente se incorporó bruscamente.

B: ¿Dónde? ¿Qué es esto? ¿Qué pasa?  La batalla
..Potter.....

V: Ey ey ey, tranquila. A ver. Responderé a eso pero antes tengo algo que decirte, algo que ya no quiero callarme más.

B: ¿Qué...? ¿Qué es? Tengo un mal presentimiento...

V: Bella estoy enamorado de tí y acabo de traerte del inframundo.

Bellatrix parpadeó perpleja

B: Eeeehmm ¿Qué? Me estás vacilando... Cómo que me?.... ¿Qué tu.... Qué me quieres? Yo... Yo ..... No se qué decir...  Yo sí...
Siento lo mismo, de verdad. Lo digo de verdad, desde hace mucho.

V: Dime que es de verdad!

B: Claro pero no puedo creer que.. estoy un poco
...Pero no comprendo nada.
Me puedes explicar que ha pasado? Que me he perdido?

V: Siéntate, es algo largo de contar... Empecemos por el principio.