✪Dudas y confesión✪

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Volviendo al mundo de los humanos, al establecimiento donde la pareja y el artista habían quedado para poder charlar sobre lo que estaba pasando por la confusa cabeza de la morena.

Allí, en aquel lugar, la gente se había quedado mirando la escena que se presentaba tan interesante a sus ojos.
Sentados en la mesa, la joven y bella italiana de ojos azules, junto a la pareja. Y frente a la misma mesa, se encontraba un atractivo chico, de cabellos marrones y por igual de ojos grises y fríos que consiguió hacer que algunas féminas suspirasen dulcemente al verle, parecía un modelo de revista.

Y aunque las miradas de los presentes curiosos estaban fijas en aquella escena. A Caeli, Curt, Akane y Orfeo no podían importarles menos.
En ese momento, la tensión era mucho más notoria que nunca. Puesto que el rubio debía tomar la mano de su pareja con fuerza para que no reaccionase ante el moreno.

―Orfeo... ―susurró la morena sorprendida al ver al chico parado frente a su mesa―. Orfeo, ¿qué estás haciendo aquí?

―Simplemente te he visto, y quería saber si estabas bien, el otro día te noté muy alterada y luego esa bes... ese hombre me colgó el teléfono y ya no supe más de ti, ni tampoco de lo que te pasó ―dijo el chico con una preocupada mirada que era dirigida hacia su expareja.

Allí la pelirroja miró con cierta incredulidad a su amiga, quien solamente le lanzó una mirada de: "Luego te explico la situación".
En ese instante, la artista solo pudo tomar el puente de su nariz, si el destino deseaba crearle más confusión, realmente lo estaba consiguiendo. El que apareciese el moreno allí era una prueba irrefutable.

―Sí, Orfeo, estoy bien, solo tuve una recaída, no sabía a quien llamar, no sabía que hacer, y simplemente te llamé desesperada ―dijo ella alzando su mirada al chico, y sintió un pinchazo en su pecho al ver la expresión dolida de Orfeo―. Lo... Lo siento Orfeo. Sé que ha parecido muy cruel, pero...

― ¿Es por él? ―le preguntó el chico sin permitirle acabar la frase―. ¿Es por esa alimaña?

Le preguntó nuevamente mientras sus puños se apretaban sutilmente, y la vena de su cuello y también la de su frente destacaban la ira que estaba consumiendo en aquel instante al moreno. Las dos féminas en ese momento arquearon sus cejas extrañadas y después la artista negó.

―Mira, Tom ahora mismo no tiene nada que ver y...

―Bueno, en realidad sí ―dijo la pelirroja y Caeli se giró a mirar con un leve tic en su ceja a su amiga―. Tienes dudas sobre lo que sientes por él. Y es normal después de intentar olvidar a un gilipollas que parece que tiene un pepino metido en el culo ―dijo y muchos jadearon sorprendidos ante el vocabulario de la chica.

Los espectadores sin duda estaban disfrutando, pero aquel chico de ojos grises solo estaba sintiendo como la furia desenfrenada deseaba recorrer todo su cuerpo. Ya no por el insulto tan descarado que acababa de recibir, era más bien por el hecho que su querido ángel estaba sucumbiendo a los encantos de un ser despreciable que no merecía ni siquiera mirarle, ¡ella no podía hacer eso!

―Caeli, te dije que ese chico no te iba a dar nada bueno, te dije que si necesitabas ayuda yo- ―susurró y allí la pelirroja se metió por medio junto a su novio―. Tch, no estoy hablando con vosotros. Apartaos.

―No, ya vale de usar tu lengua de serpiente para doblegar a Caeli. Simplemente déjala en paz Orfeo, ella no necesita que un tarado esté molestándola y liándola más sobre sus sentimientos. ¡Mucho más si ni siquiera te preocupaste por ella cuando la abandonaste!

―Tú no sabes nada, y deberías dejar de meterte por donde no te llaman periodista de tercera ―le dijo afilando su mirada el hombre mientras sus nudillos se mostraban completamente blancos por la fuerza ejercida, y en ese instante el rubio se metió de por medio.

My Demon ©حيث تعيش القصص. اكتشف الآن