✪El desafío (2)✪

13 1 0
                                    

[...]

Y mientras tanto, en tierra de nadie, cierta morena sentía una angustiosa sensación recorrer todo su cuerpo. Un continuo malestar que no le permitía mover ni un solo músculo. Todo estaba oscuro, y un ruido silbante solo hacia que el malestar aumentase con más notoriedad.

Su cuerpo se sentía pesado, y el ambiente que le rodeaba duplicaba la sensación. Allí, Caeli trató de respirar profundamente, e intentar que su cuerpo reaccionase. Recordaba lo último que había pasado antes de desmayarse, sabía que no estaba en su mundo. Y eso le ponía realmente nerviosa...

Pero debía ser fuerte... Tenía que reaccionar y escapar.

―...y ―una voz de fondo comenzó a sonar, y seguida de esa voz, numerosos ruidos la acompañaron, haciendo que la morena jadease dolida y ciertamente molesta―. Hey ―volvieron a susurrarle a lo lejos, haciendo que Caeli gruñese―. Despierta humana de mierda ―, le espetaron sin ningún tipo de respeto.

Y antes de poder reaccionar, un golpe directo a su estómago le hizo abrir sus ojos de par en par, todavía viendo borroso, tirando a negro, y, además, sin aire en sus pulmones ante el golpe que había recibido.
La diablesa que se estaba encargando de controlar el despertar de Caeli sonrió al ver como aquella niña se movía como un gusano en busca de aire. Pero tan pronto había hecho ese necio gesto con su mano para dañar a la morena. La misma mano que había ejecutado la acción, había sido cortada sin compasión.

La sangre verdosa de la malvada criatura fue derramada en el suelo, y los gritos de dolor no habían tardado en hacer acto de presencia.
Caeli, tras haber conseguido coger el air que necesitaba, miró a aquel ser que le había propiciado el golpe.
La mujer frente a ella, de plumas anaranjadas adornando su cuerpo y también extremidades de pájaro -mostrando que, en vez de piernas, tenía patas de ave-, le sorprendió en demasía, y la sensación de miedo y malestar había aumentado cuando un fuerte brazo, había rodeado a Caeli para alejarla de la harpía.

Cuando la morena alzó su vista para ver que era lo que la mantenía tan intranquila mientras era sostenida, se encontró con una mirada familiar, y su cuerpo se tensó. Ese que la sostenía, era Orfeo... Pero mucho más cambiado. Con una figura más bestial. Y cuando la morena quiso hablar, los desquiciados gritos de la harpía la detuvieron.

― ¡Maldito humano! ¡Me has arrancado la mano! ¡Hijo de puta! ¡Vas a arrepentirte de es...! ―la mujer calló al instante. Aunque, más bien, un tenue silbido la había hecho callar.

El silencio hizo sucumbir a la sala. Y Caeli observó como la cabeza de la mujer que le había golpeado, se desprendía lentamente de su cuello, y caía al suelo, haciendo el recorrido por su cuerpo para llegar rodando casi hasta la morena, y esta ahogó un grito cuando vio como la cabeza se deshacía en brea, y el cuerpo que había quedado sentado de rodillas, se deshacía con un ruido desagradable que la hizo pegarse más al cuerpo de quien la sostenía.

Una leve sonrisa se formó en los labios de Orfeo cuando la chica se había pegado a él. Pero cuando la vio reaccionar al ver la sangre en sus manos, se sorprendió de sobremanera al oírla chillar suavemente y alejarse del moreno tras haberle golpeado suavemente para poder escapar.

― ¡Espera Caeli! ¡Sólo intentaba protegerte! ―dijo el moreno levantándose para ir a por la chica y esta negó para comenzar a gritar.

― ¡Aléjate de mi Orfeo! ¡NO TE ACERQUES NI UN SOLO PASO MÁS! ―gritó la chica completamente asustada―. ¡Me has secuestrado! ¡No se donde estoy! ¡Me mantienes prisionera, y acabas de matar a alguien! ―gritó fúrica y el chico apretó sus puños―. ¿Desde cuando eres un asesino? ¡Este no eres tú Orfeo! ―dijo la chica y se detuvo, haciendo que el moreno se detuviese por igual y le mirase con una expresión dolida.

My Demon ©Where stories live. Discover now