Capítulo X

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NOTA: Se me olvido decirles que cuando el mi amor está así en negritas es que lo están diciendo en modo exagerado medio sarcastico jeje. Ahora si, a seguir!

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En teoría, el beso era por si los Ramirez habían llegado a sospechar algo al notar que Michel no sabía que eran casados y también para dejarle claro a Michel que no intentara lo que fuera que había intentado hacer la noche anterior que hizo a betty salir corriendo. En la práctica, lo único que logró ese pequeño rose de sus labios en la mejilla de beatriz fue dejarle una sensación de vacío cuando ella se fue de su lado.

Cuando estuvieron lo suficientemente apartados habló por fin Michel.

"Betty? Su marido?"

"Ay Michel, es... es complicado de explicar..."

"Intentelo por favor!"

"Bueno.. lo que pasa es que hubo un malentendido con esas personas y se trata de un negocio muy importante para Don Daniel así que... no se preocupe, pero si alguien le pregunta Daniel Valencia es mi esposo, está bien?" dijo betty sin poder evitar reír, el solo hecho de decirlo en voz alta le sonaba tan extraño.

"Está bien, ya no le hago más preguntas pero algún día me tendrá que contar. Al menos parece que se está divirtiendo con todo esto." hizo una breve pausa antes de continuar. "Betty, yo quiero disculparme por lo de anoche. No se que me pasó. Yo... jamás actuó así."

"Tranquilo, no se preocupe, no tiene por que disculparse"

"Quiero que no se vaya a llevar esa impresión de mi. Está apunto de irse de Cartagena y lo último que deseo es que usted se vaya molesta conmigo."

"No, yo no estoy molesta. Lo que pasa es que no estoy acostumbrada a que me pasen ese tipo de cosas. Yo vengo de vivir una situación muy difícil en Bogotá, vengo muy lastimada, muy prevenida. Usted ha sido muy amable conmigo y he disfrutado mucho el tiempo que hemos compartido aquí. Pero tal vez si yo hubiera sido una mujer diferente habría reaccionado de otra forma. Pero yo soy así y seguramente no voy a cambiar jamás"

"Bueno, y esa es la Betty que me encanta. Debo decirselo por que de lo contrario, usted va a pensar que lo que pasó anoche fue premeditado o una ligereza mía, y no fue así. Fue espontáneo, fue natural, me nació hacerlo."

"Y de verdad Michel, ojalá yo pudiera sentir lo mismo que usted pero, las cosas son así."

"Lo entiendo Betty. ¿Amigos?"

"Amigos", respondió Betty con seguridad.

"No me olvides", le dijo Michel casi rogando a modo de despedida.

"No, y usted tampoco"

"Jamás" dijo Michel "Siempre guardaré aquella foto nuestra, y espero que usted haga lo mismo".

"Claro que si Michel, siempre la tendré conmigo".

"Betty, le puedo dar un abrazo?"

"Eh..." betty recordó donde estaba y miró al grupo de clientes y noto que ellos también la estaban mirando "que pena Michel pero.. será mejor que no. Ya sabe... mi marido nos puede ver, jojojo".

"Claro" dijo Michel desanimado.

"Pero recuerde que si algún día va a Bogotá me encantaría volverlo a ver, oyo?"

"Claro que si Betty. Adios"

"Adios Michel" y con eso ambos siguieron por caminos separados.

Un rato después, betty y Daniel junto a Rafael y su esposa Carolina y Sebastian y su esposa Fernando se encontraban en un yate con rumbo a la isla. Betty estaba casi maravillada con el comportamiento de Daniel, nunca lo había visto así, pero no debió sorprenderla realmente que se estuviera desenvolviendo tan bien. Al fin y al cabo era un hombre de sociedad y para llegar a donde había llegado debía desenvolverse muy bien socialmente, así fuera un antipático con todos los demás. Sabía hacer negocios y ser social y fingir un poco era parte del proceso. En cambio Betty no podía sentirse tranquila. Por más que hubiera pasado tanto tiempo en Cartagena con doña Catalina, en realidad no estaba acostumbrada a este tipo de situaciones, y se volvió un poco obvio para todos los presentes por más que Daniel intentó acaparar la atención para que no lo notaran.

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