Capítulo XIV

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Daniel puso los ojos como platos! No podía creer lo que estaba escuchando así que comenzó a reír, definitivamente beatriz ya se estaba pasando de tragos. Moría de ganas de escuchar más, no podía imaginarse hasta dónde llegaría ella si la dejaran seguir hablando y quería descubrirlo, pero también recordó la promesa que le había hecho de cuidarla y sabía que ella no le perdonaría si le permitía seguir hablando de ese modo así que muy a su pesar decidió interrumpir la conversación y unirse al grupo.

"Buenas noches" dijo Daniel de mucho mejor humor, buscando con los ojos un asiento libre.

"Daniel que bueno que llegas, no sabes como nos tiene maravillados tu mujer contandonos sobre ti"

"Ah sí?" preguntó Daniel finalmente aceptando que no tenía otra opción más que sentarse con betty en la hamaca que ella ocupaba. La naturaleza de la hamaca hizo que terminaran muy juntos, tanto que un brazo de Daniel la rodeaba ligeramente. Los dos miraron la mano de daniel que quedó rozando la cintura de betty, pero en esta ocasión ninguno de los dos evitó el contacto.

"Si!" le contestó Fernanda "Yo quiero hacer un brindis, por esta pareja" Al escucharla, los demás se levantaron, se acercaron a betty y daniel y les dieron una copa para brindar "Por que definitivamente son una pareja ejemplar. Por el amor de ustedes".

"Salud!" dijeron todos los presentes.

Después del brindis Carolina siguió poniendo al tanto a Daniel, "Es que aquí los caballeros estaban sudando frío mientras betty hablaba de ustedes dos. Es que definitivamente, la manera como tratas a tu mujer, es un ejemplo para ellos"

"Bueno bueno, tampoco hay que exagerar que aquí también hay maridos ejemplares" dijo sebastián.

"Uy si, mientras Daniel se va corriendo a casa a bailar con su esposa tú estarías corriendo pero para volarte" le reclamó Fernanda.

"Ya mi amor, no se donde sacas esa idea de que yo siempre me ando queriendo volar a quien sabe donde"

Daniel y betty habían evitado mirarse desde que se sentaron así tan juntos, pero no pudieron voltearse a ver al escuchar el cinismo de sebastián. Por fortuna, los músicos y el resto de los invitados comenzaron a llegar, así que el momento incómodo no pasó a mayores y el interrogatorio llegó a su fin.

"Beatriz, será que podemos hablar un momento a solas?", preguntó daniel poniéndose serio de pronto.

"Eh.. si claro doctor, está todo bien?"

"Si, no se preocupe será solo un momento."

"Esta bien, vamos doctor, lo sigo."

Caminaron por la arena en silencio hasta que consideraron tener suficiente privacidad y se sentaron frente al mar sin decir palabra. Betty notaba que él tenía algo que decir así que lo esperó en silencio, pero ella no tenía tanta paciencia como el le había tenido la noche anterior así que en pocos minutos no pudo más.

"Doctor? Hola? Está aquí? jojo en que está pensando?"

"Estaba tratando de recordar cuando fue la última vez que compartí un momento así con alguien. ¿Cuándo habrá sido la última vez que me senté a ver el mar?" de pronto la volteó a ver riendo levemente. "En menos de 24 hrs ya van no se cuantas veces que terminamos echados en la arena usted y yo".

Daniel la había sorprendido mucho últimamente, pero nada se comparaba con ese momento. Que estaba tratando de decir? "Doctor yo... yo no..."

Antes de que betty pudiera terminar de formular su pregunta daniel la interrumpió sacándola de su suplicio. "Beatriz, que tanto le estuvieron preguntando allá en ese interrogatorio?" preguntó fingiendo no haber escuchado nada.

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