Convénceme

Capítulo XXVI

"Beatriz" le dijo con la voz más calmada posible "Confíe en mi. Vamos, le prometo que me voy a portar bien", esto último no pudo evitar agregarlo con una sutil sonrisa.

Ella lo miró por unos momentos hasta que sin decir nada, encendió el auto y así salieron de Ecomoda con dirección al apartamento de Daniel.

Cuando llegaron al apartamento, betty lo siguió lentamente, observando todo a su alrededor. La estancia principal era la sala, desde ahí podía ver el comedor y lo que ella creía sería la cocina, pero podía ver que la única area común del apartamento era esa sala, la cual era muy impersonal.

"Tome asiento doctora" le dijo daniel al ver como betty pasaba su mano por el sofá.

Al escucharlo volvió en sí y levantó la mano rápidamente, como si el contacto le quemara "No gracias... No me quiero imaginar que tipo de... personas... han estado aquí haciendo... sabrá dios que cosas"

Daniel sonrió al escucharla "Si quiere le cuento"

"No gracias" contestó rápidamente "Además, no dijo que me quería mostrar algo? Pues muestrelo que está esperando"

"Directo al grano, ah? Muy bien, así me gusta. Sigame"

Betty no se movió así que daniel se acercó y la tomó de la mano para jalarla de su lugar

"A donde me lleva oiga usted que se cree?"

"Calma doctora, ya le prometí que me iba a portar bien. Ese es el baño por cierto" le dijo señalando una puerta "La biblioteca. El cuarto de invitados, más bien el cuarto de mis hermanas, son las únicas personas que lo han usado." De pronto se detuvo ante una puerta "Esta de acá es mi habitación" Al escucharlo betty se congeló. Daniel sonrió y siguió caminando hasta que llegó a la última puerta y la abrió sin decir nada soltando al fin la mano de betty.

"El gimnasio?" betty dijo aguantándose la risa "Usted me trajo a un gimnasio? jojojo, buena suerte con eso doctor"

"No se ria beatriz mas bien quítese esos zapatos"

"Que?"

"Y la chaqueta también"

"Usted si está loco cierto?" le preguntó mientras lo veía sacarse el saco y la corbata mientras arremangaba las mangas de su camisa.

"Beatriz, no puede boxear con tacones y vestida así"

"Boxear?" Esas palabras habían devuelto la atención de betty de los brazos de daniel a la situación actual.

"Intentelo, verá que no hay mejor manera de controlar su furia"

"Nunca me lo imagine a usted de boxeador jojojo"

"En realidad es algo nuevo para mi"

"Ah sí? Y por qué tomó este interés?"

"Digamos que mi nueva jefa me amenazó. Resulta que tengo que cuidar lo que digo por los pasillos puede creerlo? Así que cuando algún inepto no hace su trabajo, en vez de gritar como bestia, vengo acá a sacarlo todo" le dijo comenzando a ponerle los guantes.

"Suena terrible su jefa" dijo betty sonriendo. Bromear con el era su manera de demostrarle que veía su esfuerzo y se lo agradecía.

"Ni se imagina doctora. Pero el boxeo ayuda"

"A controlar su ira?"

"Si... ayuda con la ira y... otras emociones que mi jefa también me ha pedido que... mantenga bajo control" le dijo poniendo toda su atención en colocar los guantes correctamente en las manos de betty.

Betty se quedó completamente muda hasta que daniel terminó "Listo" le dijo, dando un paso hacia atrás, el sonido de su voz la regresó al momento. Betty miró sus manos y no pudo evitar reír.