Sólo te tengo a ti...

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Dedicado a Melymansilla
(Como Melina la nueva amiga de Gertrudis)

Gertrudis durmió con la muñeca abrazada, no se por que pero así fue, le daba alivio y le ayudaba mucho, supongo que es por que se sentía muy sola, frustrada y desesperada. Despertó rápidamente y se dio cuenta que no había hecho la tarea, gritó amargamente y se vistió de prisa y se fue a su clase.

Nunca imaginó que la arquitectura tendría tantos números, era difícil creer que un edificio tendría algo que ver con números, pero así era, Gertrudis siempre sintió difícil las matemáticas, era su punto débil.

-Hola Gertrudis, te veo muy mal ¿Estás bien? Pregunto Melina, su nueva amiga.

-Hola, pues no, estoy muy cansada y extraño mi casa, la Universidad no es lo que esperaba.

-Tranquila, en una semana podremos ir a casa, bueno yo no iré lastimosamente.

-¡En serio! ¡Que emoción! ¿Por que no irás?

-Vivo muy lejos, en Texas, es un viaje largo y no creo poder ir.

-Es una pena amiga, pero espero que un día si puedas ir.

-Claro, bueno hasta luego.

-Si gracias, cuídate.

Estaba emocionada, pronto iría a casa, necesitaba mucho hablar con su madre acerca de la Universidad, le estaba yendo tan mal que sin duda le iban a quitar la beca...

Regresó a su habitación y ahí estaba Betsy con la muñeca en sus manos.

-Hola Trudy, estaba cuidando a tu amiguita.

-Ah... bien...

-No sé porque la tienes es tan fea.

-Es un regalo de una amiga.

-¿Vas a cargar con ella toda tu vida?

-Supongo que si...

-Como digas... Aunque el collar que trae puesto es hermoso.

-¡El collar! Ahora entiendo.

-¿Que pasa?

-Nada...

-Bueno me voy a recostar un rato, no hagas ruido si.

-De acuerdo.

Gertrudis le quitó el collar a la muñeca y la metió al armario, ya estaba cansada de todo esto y se sentía desesperada, ese viaje a casa le emocionaba mucho, ya no se aguantaba por ir, pero... ¿Llevaría a la muñeca a casa de nuevo? ...

Se llegó finalmente el esperado día, Gertrudis estaba emocionada y preparó sus cosas, sólo serían tres días, así que pensó seriamente en que hacer con la muñeca, no podía dejarla encerrada seguramente haría estragos, lo bueno es que no había cobrado vida en todas estas noches así que se le ocurrió una idea muy descabellada...

-Hola Melina, ya casi me voy.

-Que te vaya muy bien.

-¿Me haces un favor?

-Depende...

-Necesito que me cuides esta caja, no la habrás por nada del mundo ¿Podré contar contigo?

-¿Que hay en la caja?

-Una muñeca, pero no la abras por favor.

-Que extraño pero esta bien, trae acá.

¡Maldita Muñeca! #Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora