Es mejor olvidar.

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Otra mañana y Gertrudis se levantó, pero esta vez se sentía increíble, había dormido toda la noche y sin interrupciones, aquella energía maligna que siempre la acompañaba se había ido y se había reemplazado por la hermosa felicidad que le había causado ver a Mike ayer, ojalá lo viera pronto y su promesa de salir fuera de verdad...

Mientras más lo pensaba, más daba por perdida a la vieja Poly, quizás se había ido para siempre, quizás no le gustaba estar a su lado, Poly necesitaba de la energía de un niño para poder subsistir, los demonios se alimentan de estas energías, aunque siempre se preguntó si Poly en realidad era un demonio o que...

Pasó cerca de una semana y no había ni el más mínimo rastro de Poly, Gertrudis decidió no seguir pensando en eso, lo mejor era olvidar, además estaba muy contenta por su cita con Mike, habían ido al cine y estaba emocionada por ese beso que se habían dado.

Mike era un chico de esos que nacieron en cuna de oro, tenía unos padres cuyas tierras se extendían a unas cientos de manzanas, eran unos de los mas importantes agricultores y distribuidores de una variedad de vegetales y frutas, pero para Mike eso no era lo suyo, lo suyo era la construcción y la creación.

Gertrudis se sentía feliz, su vida estaba regresando de nuevo, aquellos caminos torcidos por los que iba viajando ahora se habían enderezado, estaba felíz de su vida y ahora iba a visitar más seguido a su familia.

-En serio hija, ¿Estás conociendo a un muchacho?

-Ya lo conocía pero ahora estamos saliendo, espero que pronto me pida ser su novia.

-Y que pronto se casen.

-¡Mamá!

-Es que ya es hora hija, ya tienes 22 años.

-Aún soy joven mamá.

-Yo me casé a los 18 con tu padre y te tuve a los 22.

-Pero yo aún no planeo tener hijos mamá, soy un alma libre y quiero conocer más a Mike.

-Esta bien hija, pero enserio que te ves muy bien, estás tan linda, bella, radiante y contenta.

-Es verdad, desde que esa muñeca se fue siento que se llevó mi nube negra.

-Si hija, esa cosa te estaba destruyendo, pero ¿y aún no sabes quién se la llevó?

-No lo sé y no me importa, no es mi problema ya, aunque no me gustaría pensar que una niñita la tuviera.

-No ni Dios lo quiera.

Regresó a su pequeña "casa" y se preparó para dormir con una sonrisa en su rostro.

Otro día de trabajo y Gertrudis regresaba a casa con su vestido nuevo que había comprado, hoy tenía una cita más tarde con Mike y estaba felíz, se preparó con anticipación y salió muy contenta al ver lo linda que se veía, ya hace un mes que aquella muñeca no la controlaba más y estaba mejor que nunca.

-Quiero que seas mi novia ¿Que dices? Preguntó Mike mientras sostenía la delicada mano de Gertrudis.

-¡Claro que si! Dijo Gertrudis y le dio un beso.

-Que emoción, no sabes cuánto deseaba decírtelo pero esperaba el mejor momento.

-Yo también quería escuchar eso pero ahora estoy muy felíz.

-Bueno, ya es tarde, debo ir a dejarte a tu casa.

-No, yo puedo irme sola.

-No yo insisto.

¡Maldita Muñeca! #Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora