Observo las llamas crepitar mientras bebo de mi copa de vino observando a Sebastián frente a mí con mi hija en brazos dándome de comer. Sonrió con ironía ante la situación.
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- Realmente estoy enamorado – dice el apuesto hombre frente a mí. – no deberías beber – me reprende haciéndome reír. - No la amamanto – respondo bebiendo haciendo que él me observe confundido – no produzco leche – señalo mis pechos haciendo que estalle en una sonora carcajada.
- ¿me dirás que sucedió en el hangar?
- Es nuestra prima – respondo sin más – mi padre solo tenía una hermana a quien alejo de este mundo, casándola con un millonario. – veo a mi hijo llegar sentándose junto a mí con su libro favorito en la mano. Sebastián lo observa enarcando una ceja divertido. - Debe ser una broma – comenta viéndo el libro que es el favorito de Santiago a lo que yo sonrió. - No lo es – respondo mientras Seung comienza a leer – de ese matrimonio nació Eun-ji, si la vimos diez veces en la vida fue mucho – continuo a lo que él asiente – hace unos meses murieron sus padres y desde entonces ha estado insistiendo en ser parte de la organización. - ¿representa una amenaza? – pregunta preocupado poniendo a mi hija sobre su hombro dándole palmaditas en la espalda. - Espero que no – respondo sin más suspirando - ¿Qué me recomiendas? - Si hay alguna amenaza contra ellos – señala a mis hijos – llámame de inmediato. Creamos una fortaleza y ellos estarán a salvo. - Espero no hacerlo, pero lo tendré en cuenta.
Un par de días después Sebastián vuelve a Madrid, mientras mi hermano y yo nos concentramos de lleno en neutralizar a Eun-ji. Camino por el lugar donde fui citada por Jing On hasta que lo encuentro en el jardín del lugar donde se encuentra observando el hermoso estanque que hay en medio de este. Me quito mis lentes de sol acercándome a él hasta ponerme a su lado. - ¿nos casamos? – pregunta haciéndome reír como cada vez que hace la misma pregunta. - Conoces la respuesta – digo haciendo que se vuelva a verme. - ¿Cómo es que puedes seguir tan hermosa cuando acabas de dar a luz? – niego con la cabeza sonriendo. - También te extrañe – respondo sonriendo - ¿Qué sucede? - Vengo a prevenirte – dice notando que uno de sus hombres se acerca entregándole una carpeta – tu prima está buscando un matrimonio con Kim Jung – él me entrega la carpeta y al abrirla veo que hay fotos de Eun- ji y Jung. - ¿Qué está buscando? - Que la matemos – respondo viendo las fotografías – esto también puede afectarte. - Por eso estoy hablando contigo, si ella continúa jugando a la gánster nos traerá muchísimos problemas y más con un loco como Jung – asiento con la cabeza – si nos unimos podremos con ellos, pero será una batalla que ganaremos con muchísimas bajas. - No tienes mucho que perder – digo a lo que él me abraza por los hombros besando mi cien. - Tus hijos y tu son mi debilidad – responde sacando un estuche de terciopelo negro entregándomelo. - Jing... - digo volviéndome a verlo que sonríe. - No seas ilusa – dice haciéndome reír – es para mí princesa – abro el estuche viendo un hermoso collar de oro con estrellas y mariposas.
