SUSTO

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SERI...

Jadeo al sentir el dolor que produce el impacto de la bala y más en el pecho. Respiro profundamente observando a los ojos a Eun-ji que se encuentra sorprendida al ver que el disparo no atravesó la tela del abrigo que afortunadamente Santiago me dio en la camioneta.
- ¿Qué demonios? – preguntar perpleja, lo que aprovecho para ponerme de pie tomando su mano atrayéndola a mi cuerpo golpeándola, sus hombres se distraen al verme, pero reaccionan  lanzándose sobre mí a lo que yo tomo el arma de la mano de Eun-ji y les disparo.
- ¿crees que es tan fácil? – pregunto observándola a los ojos, pero ella de un cabezazo hace que la suelte.
- Esto se pone más interesante – habla sonriendo, me lanzo sobre ella, pero me detiene de una patada haciendo que suelte el arma.
- No sabes en lo que te estas metiendo – advierto tratando de llegar de nuevo al arma, pero ella me toma del cabello haciendo que la mire a los ojos, pero al igual que ella de un cabezazo hago que me suelte. Me distraigo un instante viendo a mi hermano y a Santiago pelear con los hombres que quedan.
- ¡SERI!! – grita Santiago abriendo los ojos como platos comenzando a correr hacia mi mientras mi hermano apunta en mi dirección, me vuelvo a ver a Eun-ji que me apunta con el arma y dispara antes de sentir como me derriban veo que Baek también dispara dándole en un hombro.
- Tenemos que irnos señorita – escucho a un hombre hablar al tiempo que veo como la toma del brazo.
- Volveremos a vernos – dice ella saliendo de allí sonriendo con superioridad antes de que la suben a una camioneta sacándola de allí.
- Santiago – digo viéndolo junto a mí, pero abro los ojos como platos al ver sangre de su cuerpo - ¿Santiago? – siento que el pulso se me acelera al ver que no responde - ¡BAEK!! – grito desesperada tomándolo en mis brazos – Santiago – trato de despertarlo – Santiago, por favor – los ojos se me llenan de lágrimas sintiendo autentico miedo.
- Es bueno saber que aun te preocupas por mí – lo escucho hablar sintiendo como el alivio me invade por completo.
- Eres un imbécil – respondo golpeándolo, pero al hacerlo veo que tiene sangre - ¿estas herido? – palpo su pecho hasta su hombro de donde brota sangre, cuando estoy por hablar llegan algunas camionetas con nuestros hombres.
Lo ayudo a ponerse de pie para llevarlo a la camioneta subiéndome junto a él, una vez esta se pone en marcha rasgo su camisa dejándolo desnudo de la cintura para arriba viendo que está herido en uno de sus hombros.
- Dame el botiquín – ordeno al hombre que se encuentra sentado en el asiento del copiloto, que me lo entrega de inmediato – recibiste un disparo por mí.
- Daría mi vida por ti – responde él mirándome a los ojos haciendo que me estremezca, pongo una de mis manos en su vientre sintiendo como se tensa, sonrió subiendo mi mano por su pecho hasta el lugar donde tiene el tatuaje de nuestra promesa. – realmente te amo.
- No es momento de hablar de ese tema – respondo tomando lo necesario para limpiar la herida en lo que llegamos al hotel.
- ¿Qué tan grave es? – pregunta cambiando de tema
- ¿la herida?
- La situación con tu prima – responde haciendo que me vuelva a verlo – Baek me comento algo.
- Tenemos más poder y dinero que ella, pero si puede convencer a las personas equivocadas puede traernos problemas – respondo mirándolo a los ojos – tenemos mucho por perder algo que ella puede utilizar como ventaja.
- ¿Qué personas? – vuelve a preguntar a lo que yo enarco una ceja - ¿Qué personas puede convencer?
- Las familias que quieren lo que tenemos – respondo observándolo – hay muchos en nuestra organización que piensan que los Wang ya hemos tenido por mucho tiempo el poder y más cuando ni Baek, ni yo hemos aceptado casarnos para crear alianzas.
- ¿no te casaste con Jing? – pregunta haciendo que lo abofetee escuchándolo reír.
- Hemos sido muy buenos amigos, es el padrino de Seung y Mi-suk – contesto sonriendo – nos ofreció su apoyo para ir en contra de Eun-ji.
- Cuenta conmigo – responde a lo que yo lo tomo del rostro besándolo castamente.
- Sebastián dijo lo mismo – respondo observándolo justo cuando llegamos al hotel.
Me quito el abrigo para ponerlo en sus hombros antes de bajar de la camioneta, rápidamente entramos al hotel propiedad de mi familia, caminamos por el lobby hasta los ascensores subiendo a la suite para uso exclusivo de nuestra familia donde ya hay un médico para atenderlos. Ayudo a sentar a Santiago en uno de los sillones del salón al tiempo que mi hermano lo hace junto a él.
- Voy a darme una ducha – digo observándolos a lo que Santiago me guiña un ojo haciendo que niegue con la cabeza caminando a una de las habitaciones.
Me desnudo caminando al cuarto de baño donde me doy una ducha, mientras estoy bajo pienso en todo lo que ha pasado hoy. Suspiro pensando en la forma de manejar la situación con Santiago que es lo que más preocupa en este momento. cuando salgo de la ducha me cubro con un albornoz gris tomando una toalla para secarme el cabello al tiempo que escucho que tocan la puerta por lo que voy abrir encontrándome con el demonio de mi infierno.
- ¿Qué pasa? – pregunto mientras él entra sentándose en el borde de la cama.
- El disparo atravesó, por lo que me suturaron las heridas – dice como niño pequeño mostrándome su hombro a lo que yo sonrió. - ¿Qué?
- ¿Cuál es tu libro favorito? – pregunto caminando hasta el tocando con suavidad su herida.
- Conoces esa respuesta – responde haciéndome sonreír al tiempo que me toma de la cintura para que me siente en sus piernas. - sin importar lo que suceda de ahora en adelante, voy aferrarme a ti. 

BARATROWhere stories live. Discover now