BALCON

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Después de una hora llegamos hasta el lugar que le informaron a mi hermano dándonos cuenta que se trata de un hospital. Frunzo el ceño mientras me bajo del auto poniéndole un cargador a mi arma.

- Atentos – ordeno a nuestros hombres viendo como Antonio y Nikolay se ponen junto a mí

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- Atentos – ordeno a nuestros hombres viendo como Antonio y Nikolay se ponen junto a mí. Decidimos dejar a los demás cuidando lo más importante en nuestras vidas. - ¿seguro que están aquí? – pregunto a mi hermano que asiente con la cabeza.
Una vez listos caminamos al interior del lugar donde uno de nuestros hombres aparece guiándonos hasta una habitación donde al entrar veo a mi hermano intubado y junto a él se encuentra Alek, los veo muy golpeados, aunque mi hermano se ve un poco más grave que su cuñado.
- ¿Qué sucedió? – pregunto acercándome a mi hermano tomando su mano sintiéndola muy fría.
- Cuando salimos de aquel lugar... – escucho la voz de Alek lo que nos hace levantar la mirada viéndolo abrir los ojos, Nikolay corre hasta el ayudándolo a sentar visiblemente aliviado de que este bien.
- Que susto me diste – dice el demonio sentándose en el borde de la camilla.
- No puedo morir y más ahora que tenemos a Piero – responde Alek haciendo reír a Nikolay.
- ¿Qué sucedió? – pregunta Antonio viendo a Sebastián
- Nos siguieron y quienes lo hacían nos hicieron chocar – cuenta Alek observándonos – aunque estábamos mal heridos acabamos con ellos, pero Sebastián se llevó la peor parte. – estoy por hablar, pero la llegada de un médico me lo impide.
Este comienza a informarnos sobre el estado de salud de los dos, nos informa que Sebastián está estable, pero que necesita ser intervenido quirúrgicamente debido a que una de sus heridas provoco una más grave internamente y que en el lugar no se la pudieron realizar por no contar con los recursos necesarios. Cuando nos dicen esto Antonio se encarga de que todo por lo que en menos de una hora ya hay dos ambulancias listas para ellos y antes de irnos le entregamos dos maletas llenas de dinero al director del hospital, como pago por eliminar cualquier documento que demostrara que ellos estuvieron allí. Cuando estoy por salir de la oficina del director este habla.
- No sé si le interesa, pero junto a ellos llego otra persona – me vuelvo a verlo enarcando una ceja.
- ¿Dónde está? – lo veo ponerse de pie caminando hasta la puerta donde veo a mi hermano esperándome. – vete con ellos, solo déjame un auto y en un rato estoy con ustedes.
- ¿pasa algo? – pregunta él entregándome las llaves del auto en el que él vino.
- En casa te cuento, encárgate de todo – ordeno a lo que él observa curioso, pero continuo mi camino siguiendo al médico hasta una de las habitaciones donde al entrar y ver al hombre que se encuentra sobre la camilla quedo perplejo, al ver que se trata de uno de nuestros hombres de confianza – déjame a solo - pido acercándome a la camilla al tiempo que él abre los ojos y al verme puedo ver el terror en sus ojos lo que hace que el monitor comience a sonar. Tomo su mano quitando el aparato de su dedo y los chupos en el pecho.
- voy hacerte una pregunta y tu moverás la cabeza con la respuesta. – asiente con la cabeza lentamente - ¿hay alguien más que viene por nosotros? – niega lentamente con la cabeza, asiento con la cabeza caminando hasta el lugar donde se encuentra el tanque de oxígeno cerrando la llave de este viéndolo ahogarse, antes de irme le tomo una foto a cuerpo ya que debemos investigar como Ji-hyun logro llevar a cabo esta trampa.
Salgo de la habitación viendo algunas enfermeras entrar rápidamente, meto mis manos a los bolsillos de mi abrigo caminando a la salida del hospital, una vez allí voy hasta el auto subiéndome y en instantes me pongo en marcha. Durante el camino pongo mi mente en blanco, aunque los hermosos recuerdos que tengo con Seri me acompañan todo el camino haciéndome sonreír de felicidad hasta que sin darme cuento estoy entrando a los terrenos de la mansión. Suspiro feliz aparcando el auto en la entrada, al bajar de este me siento observado por lo que levanto la mirada encontrándome con la persona más importante en mi vida viéndome desde el balcón con una pequeña sonrisa.

Nos vemos directamente a los ojos y como cada vez que lo hacemos siento mi pulso acelerarse

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Nos vemos directamente a los ojos y como cada vez que lo hacemos siento mi pulso acelerarse. La amo, la he amado desde el primer instante en que la vi. Soy consciente de los errores que he cometido y en consecuencia a estos perdí mucho tiempo, pero no es algo que volveré hacer. Reacciono sonriéndole caminando al interior de la mansión directo a nuestra habitación, pero cuando estoy llegando al final de las escaleras la veo allí, sentada en el último escalón observándome.

- ¿Cómo llegaste tan rápido? – pregunto divertido a lo que ella de un salto se cuelga de mi cuello rodeando mi cintura con sus piernas

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- ¿Cómo llegaste tan rápido? – pregunto divertido a lo que ella de un salto se cuelga de mi cuello rodeando mi cintura con sus piernas.
- Gracias por regresar – habla ella en mi oído abrazándome aún más fuerte. Comienzo a caminar hasta la habitación y cuando intento bajarla ella me abraza más fuerte.
- Estamos iniciando nuestra vida juntos y es algo que no me quiero perder – respondo a lo que ella comienza a besar mi cuello.
- Te amo – susurra en mi oído haciéndome estremecer, se aparta un poco mirándome a los ojos antes de comenzar a besarme haciéndome olvidar absolutamente todo.
La acuesto en la cama delicadamente, comenzamos a quitarnos la ropa hasta quedar completamente desnudos, mientras beso su cuello absorbo su aroma que me enloquece. Sus manos recorren mi cuerpo haciendo que la piel se me erice y más cuando la veo a los ojos.
- ¿Tenemos otro hijo? – pregunto haciéndola reír un sonido que amo.
- Me operé cuando tuve a nuestra hija, así que la fábrica cerro – responde mirándome a los ojos – Te amo Santiago Rivera
- Y yo a ti Wang Seri – respondo volviéndola a besar antes de penetrarla lentamente haciéndola mía escuchándola gemir, comienzo a embestirla mirándola a los ojos hasta que llegamos al orgasmo y después de un largo día, la abrazo viéndola dormí, el constante y suave sonido de su respiración me arrulla hasta caer profundamente dormido. 

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