BARATRO

POLIGLOTAS

Conduzco a gran velocidad el hermoso auto en que voy rumbo al hangar en el que está por aterrizar el avión que trae a Seri de vuelta después de poco más de un mes de haber estado en Corea. Durante este tiempo y luego de lo que sucedió tanto ella como yo tuvimos muchísimo trabajo, por lo que ninguno de los dos pudo viajar.

Luego de aquel día en que salí de compras con Inna, los demonios esa misma noche regresaron a Moscú junto a Pavel y Alek, mi hermana viajo a Sicilia para ver a Antonia y a Piero, por lo que me quede con mis tres hermanos y unos días después Sebastián despertó. Ahora volvemos a tener casa llena debido al cumpleaños de mi hermana y aprovechando este invitamos algunos jefes de otras mafias para hacer negocios.
Al llegar al hangar veo que el avión está aterrizando por lo que aparco el auto donde ya se encuentran nuestros hombres, bajo justo en el momento que se detiene el avión, observo a los hombres que asienten con la cabeza indicándome que todo está en orden. Siento mi celular vibrar al tomarlo veo que se trata de un mensaje de Sebastián informándome que los demonios ya están de nuevo en la mansión. Le contesto un ok y al bloquear el celular veo la imagen de fondo de pantalla en la cual está la persona más importante en mi vida. Seri en una pose muy tierna guiñándome un ojo y con su mano me muestra un corazón hecho con sus dedos.

- te amo – digo a la imagen sonriendo antes de volver la mirada al avión, la puerta se abre, por esta aparece Baek y tras él mi hermosa mujer. Sonrió ampliamente viéndola, va vestida completamente de negro, pantalón negro, blusa del mismo color, una chaqueta un poco ancha y botines. Pero hay algo que me sorprende y es que se ha cortado el cabello.

Camino hasta la escalera estrechando la mano de mi cuñado.
- ¿quieres conducir? – pregunto señalando un Lamborghini azul.

- la verdad es que si, por que fue un viaje larguísimo – responde pasando por mi lado caminado al auto.
- Hola – habla Seri lanzándose sobre mí que la tomo haciendo que me rodee la cintura con sus piernas.
- Te extrañe – digo abrazándola fuerte escondiendo mi rostro en su cuello embriagándome con su aroma que me encanta.
- No fue tanto tiempo – responde ella mientras camino hasta el auto donde venía, camino hasta la puerta del copiloto abriéndola y sentándola en el asiento antes de ponerle el cinturón de seguridad.
- Para mí fue una eternidad – respondo besándola antes de apartarme, cierro la puerta rodeando el auto entrando y poniéndolo en marcha. – te vez preciosa – digo volviéndome a verla a lo que ella sonríe.
- ¿te gusta? – pregunta tocándose el cabello sonriendo – creí que te gustaba largo.
- Para mi te vez hermosa de cualquier forma – tomo su mano besándola a lo que ella sonríe. – estuve hablando con nuestro hijo.
- Está feliz en Sicilia – habla riendo – cuando llegue a Seúl lo llame para que viajaran, pero no quiso. Además de que tus padres están felices con él.
- Sí, eso me conto mi madre – comento a lo que ella asiente con la cabeza – además de que nuestra hija se esta criando con sus primos.
- Seung me conto que Antonia y Piero, son bellísimos – sonrió ampliamente por es verdad, ellos son hermosos – él está feliz con los tres.
- ¿enserio?
- Si, él adora a su hermana y por lo que me dijo también a sus primos – siento su mano subir por mi brazo hasta ponerlo en la parte de atrás de mi cuello - ¿has pensado en que los cuatro en el futuro serán los más temidos y poderosos de nuestro mundo? – me vuelvo a verla sorprendido.
- No pensemos en eso por el momento – respondo haciéndola reír.
- Detente – me pide viendo por la ventana y yo en ese momento lo hago viendo que estamos frente a un Starbucks. La veo tomar su bolso antes de bajarse y luego lo hago con ella, caminamos hasta el interior donde ella compra dos cafés y un mokaccino. Pago la cuenta antes de volver al auto, el resto del camino hablamos de trivialidades hasta que llegamos a la mansión.
- Tenemos que hablar – digo a lo que ella abre los ojos como platos antes de estallar en una sonora carcajada.
- Por lo general esa frase no trae nada bueno – dice bajando del auto, niego con la cabeza tomando su bolso bajando del auto también, caminamos al interior viendo todo en calma y en silencio, la tomo de la mano para que vayamos a nuestra habitación pero antes de comenzar a subir las escaleras aparece Alejandra el ama de llaves.
- Bienvenida señora – habla ella en ingles a Seri que asiente con la cabeza.
- ¿ya están todo aquí? – hablo en ingles
- No tienes que hablar en otro idioma – me riñe Seri en español haciéndome reír.
- Si señor – responde Alejandra en español sonriendo levemente – se encuentran en el jardín. - Pasamos por su lado en dirección al jardín – mientras caminamos sonrió pensando en lo que Seri dijo en el auto.
- ¿Cuántos idiomas habla Seung? – pregunto a lo que ella se vuelve a verme curiosa.
- Cinco– responde ella mientras llegamos a la puerta que da al jardín, pero me detengo – coreano, mandarín, japonés, inglés y español. La última vez que hable con él me conto que está aprendiendo italiano. - ella se vuelve a verme, una sonrisa comienza a formarse en su rostro – ya se lo que estás pensando.
- Todos los niños que nazcan dentro de esta familia, serán poliglotas – respondo a lo que ella asiente con la cabeza, me vuelvo a ver al jardín donde se encuentran los demás y sonrió – esta familia es una mezcla cultura muy curiosa. – comienza a reír mientras retomamos el paso hasta llegar al lugar donde se encuentran los demás. Seri comienza a saludar a los demás y mientras los observo pienso en lo afortunado que soy.