MI FAMILIA

930 146 25
                                    

SANTIAGO...

Bajo del avión lentamente ya que siento el cuerpo un poco resentido por lo sucedido en Corea hace unos días. Quería quedarme unos días mas, pero Sebastián me necesita en Madrid por lo que tuve que volver dejando mi corazón en Seúl.
- ¿Qué haces aquí? – pregunto al ver a mi hermana en la pista junto a uno de sus autos.
- Sebastián me envió – responde caminando hasta mi abrazándome – te estamos esperando.
- Me fui unos días – respondo a lo que ella sonríe abriendo la puerta del copiloto para que entre. – no creí que me extrañaran tanto. – la veo subirse al auto
- Lo que pasa es que debemos discutir una propuesta que nos llegó de un cartel mexicano - responde ella poniendo el auto en movimiento - ¿Qué hay de interesante en Seúl?
- No es interesante, es valioso, algo que debo discutir con ustedes – respondo pensando en mis hijos y Seri. - ¿Dónde está Antonia?
- En Sicilia con sus abuelos y primo – responde a lo que yo asiento con la cabeza para luego comenzar a hablar de trivialidades hasta que llegamos a casa donde al bajar veo que mis hermanos nos esperan.
- Vaya que recibimiento – digo cuando bajo del auto haciéndolos reír.
- ¿Que tanto me odias? – pregunta Sebastián acercándose a mí.
- No sabía que había secretos entre nosotros – respondo a lo que él me abraza por los hombros mientras nuestros hermanos nos observan confundidos.
- Y no los hay – responde observándome a los ojos – intente decírtelo muchas veces y tu simplemente no quisiste escucharme. – sin más se encoge de hombros a lo que yo asiento con la cabeza, pero cuando esta por hablar el sonido de una moto rompe el silencio haciendo que todos nos volvamos a ver de quien se trata. La moto es negra al igual que  la vestimenta del piloto lo que nos pone en alerta. Camino hasta mi hermana cubriéndola con mi cuerpo tomando mi arma al igual que los demás.

- Jorge lleva a Katrina adentro – ordeno sin apartar la vista de la persona frente a nosotros que se baja acercándose mientras se quita el casco

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

- Jorge lleva a Katrina adentro – ordeno sin apartar la vista de la persona frente a nosotros que se baja acercándose mientras se quita el casco. Abro los ojos como platos al tiempo que un jadeo de sorpresa se escucha a mi alrededor.
- Por Dios – jadea mi hermana saliendo.
- ¿podemos hablar? – dice mi hijo observándonos mientras se pone frente a mí.

- Entremos – dice Sebastián, pero nuestros hermanos no reaccionan – entremos y les explicamos

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

- Entremos – dice Sebastián, pero nuestros hermanos no reaccionan – entremos y les explicamos.
Uno de nuestros hombres se acerca a mi hijo quien le entrega su casco y la chaqueta que se quita para luego caminar con nosotros hasta el salón justo cuando suena mi celular, al tomarlo veo que se trata de Seri.
- Esta conmigo – respondo alejándome un poco de los demás, la escucho suspirar aliviada.
- Estaba muy preocupada – habla ella mientras observo a nuestro hijo a quien mis hermanos observan curiosos. – creí que Eun-Ji lo tenía.
- No te preocupes que voy a protegerlo – comento caminando al ventanal que da al jardín.
- Lo sé, en unas horas estaré con ustedes – dice sorprendiéndome – acepto la oferta que tú y Sebastián me hicieron mientras ponemos todo en su lugar.
- Aquí te espero – digo antes de colgar la llamada volviendo mi atención a mis hermanos, noto que llega la muñeca rusa sentándose junto a Sebastián y Gabriel que se sienta en un sofá cerca a la ventana mientras mi hermana va hasta él besando su cabeza haciéndolo reír.

- Ustedes continúan sorprendiéndome – dice Inna observándonos – tienen unos genes envidiables

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

- Ustedes continúan sorprendiéndome – dice Inna observándonos – tienen unos genes envidiables. – todos estallamos en una sonora carcajada. - ¿de quién eres hijo, cariño? – pregunta directamente a Seung que la observa fascinado y como no si la muñeca rusa es bellísima.
- Es mi hijo – respondo haciendo que todos se vuelvan a verme – no sabía de su existencia hasta hace unos días.
- En realidad, somos dos – dice mi hijo sonriendo
- ¿en qué momento? – pregunta Kat sentada en el regazo de su esposo.
- Cuando fuimos a entrenar a Corea del sur – responde Sebastián sonriendo
- Mi- Suk, mi hermosa hija tiene pocos meses y en unas horas van a conocerla – respondo a lo que todos asienten con la cabeza – vamos al jardín para que hablemos – le digo a mi hijo a lo que él asiente con la cabeza comenzando a caminar y yo junto a él. – tu madre está muy preocupada.
- Me imagino y más con lo que está sucediendo, pero necesitaba hablar contigo – responde él caminando unos pasos frente a mí.
- Te escucho – digo a lo que él se vuelve a verme haciendo que el cuerpo se me estremezca.
- jamás me ha faltado nada en la vida, tanto material como emocional – comienza hablar sonriendo – pero somos ambiciosos y desde que conocí a Sebastián he sentido mucha curiosidad.
- Siempre he amado a tu madre, pero fui un cobarde y hui – respondo caminando unos pasos – te juro que no sabía de ti, hace poco más de un año que volví a verla, pero ella no me dijo nada.
- Lo sé – responde él riendo y mientras lo observo experimento un inexplicable sentimiento de posesión, amor y protección hacia él. Respiro profundamente al entender la enorme responsabilidad que representa tenerlos a los tres en mi vida, pero sin importar lo que haría lo que fuera por mi familia – solo quería conocerte y descubrir qué tipo de hombre eres – sonrió al escucharlo.
- ¿qué descubriste?
- Que eres exactamente como creí que eras – responde sorprendiéndome metiendo su mano en uno de sus bolsillos tomando algo que me entrega, siento que el aire abandona mis pulmones al ver que se trata de una foto de Seri y yo cuando éramos jóvenes – dicen que los ojos son el reflejo del alma - sonrió sin apartar los ojos de la imagen - el amor que reflejan tus ojos al verla dice muchas cosas y más cuando ese amor continua después de tanto tiempo.
- ¿Cómo lo sabes?
- La forma en la que observas a mi madre lo dice todo – responde riendo sorprendiéndome al ver lo maduro que es. – voy a decirte algo que solo lo diré una vez – sonríe travieso – los Wang siempre fuimos cuatro – asiento con la cabeza – estoy feliz de saber que tengo una gran familia, papá... 

BARATROWhere stories live. Discover now