CAPÍTULO 23: El trabajo

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LIANA

Estoy en el auto de la "amiga cariñosa" de Theo, rumbo al departamento. Aún no sé cómo hizo para sacarme de ahí, pero no voy a cuestionarlo. Unos minutos más en ese calabozo y me iba a volver completamente loca. Adrián tuvo menos suerte que yo, él iba a tener que quedarse toda la noche en ese lugar, pero no parecía muy asustado por ello. De hecho, me dijo que en pocas horas iba a jugarse una partida de cartas con el guardia Billy. Me sentí fatal por dejarlo solo, pero no podía hacer mucho al respecto. Theo se rehusó a brindarle su ayuda. 

En el camino me voy silenciosa, con Luca a mi lado, insistiendo cada dos minutos en que lo disculpe y la mirada desaprobatoria de Theo a través del retrovisor. 

Me siento como una niña pequeña y sé que me estaba comportando como una, pero no me arrepiento de nada. He ayudado a alguien. He hecho por primera vez algo que puedo guardar en mi mente como un recuerdo asombroso de algo que jamás nadie se atrevería a hacer. Aún así sea ilegal. 

Pero no tenía ninguna fotografía de ello. 

Papá va a matarme si se entera.

Pero... si no se entera, no le va a doler.

—Estoy tan decepcionado de ti, Liana. 

Pienso que es la voz de mi padre, pero no es de Theo. Odio el tono autoritario que usa. No está en la posición correcta. 

Es un desubicado.

Revoleo los ojos, pero más cuando su amiguita empieza a hablar.

—No la regañes, Theo. Ya te explicó por qué lo hizo. 

—No necesito tu ayuda, gracias... señora —le digo. 

Ella echa a reír.

—Me agrada —le da un codazo a Theo y él la mira como si quisiera comerla con la mirada. 

—Perdóname ya, Liana —insiste Luca.

—No lo haré. Eres un bocón y un mal amigo. 

—Pero qué querías que hiciera. Yo no tengo dinero para sacarte del bote. 

—Lo menos que quería era que se lo cuentes a este pesado —señalo hacia el asiento de Theo.

—Liana, hiciste algo malo. Terrible. Robaste dinero. 

—No lo hice yo. Y ni siquiera sabía hasta que me dijeron el motivo. Y cuando lo supe, me quedé callada, sí. No iba a interrumpir una misión tan importante.

—¿De qué estás hablando?

—Ya no importa —lo miro con mala cara—. No vas a saber nada porque ya veo que no puedo confiar en ti.

—Estaba en su departamento y él me quitó el móvil. Es rápido con las manos. 

—Ya, claro.

—Liana...

—Shhhh.

La mujer nos deja en el departamento de Theo, yo soy la primera en bajar seguido de Theo. Luca se queda en el auto. 

Cuando te enamores de mí.Where stories live. Discover now