Primer paso, observación.

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Mo Ran es un adolescente de apenas dieciséis años, no le inquieta el futuro y el pasado por más que los días pasen perduran en su memoria. Aquellos días que vagó junto a su hermano Mo WeiYu sin tener lugar al cual llamar hogar, esos en los que se escondían hasta del más pequeño roedor.

Recordar las lagrimas que derramaron por la muerte de su madre, ese momento fue un tormento sin fin, lo único que le cuesta a Mo Ran es recordar el motivo o la razón por la que los dejo solos en este hostil y cruel mundo, puede que haya enfermado es lo que él cree, pero Mo WeiYu dice lo contrario.

Según él, sus recuerdos están casi intactos, por lo que supuestamente conoce el motivo de vagar por un año entero.

Mo WeiYu solía contarle a su pequeño hermano historias de una mujer hermosa como el jade, tan dulce como la miel y delicada como una rosa, aquella mujer un buen día conoció a un joven de aproximadamente dieciséis o diecisiete años que huía de su hogar. La mujer con el instinto maternal, al tener dos hijos, no permitiría que ese joven pasara frío, asi que lo dejo quedarse en su casa por algunos días.

Él era el causante de la muerte espontanea de su amada madre, ese joven de cara inocente y presencia noble. Mo WeiYu suele decir que aquel le recuerda a Chu Wanning, asegura que si su destreza en el arte de la pintura fuera mejor retrataría a su Shizun. Según las palabras de su hermano mayor, la primera vez que vio a Chu Wanning un escalofrió recorrió su cuerpo, reconoció al joven que un día se fue.

Una tontería creer que un acto tan cruel, como dejar a un par de gemelos huérfanos fuera ocasionado por Chu Wanning, que locura. Pero a veces las palabras que usa su hermano para describir el momento son tan impropias de él que, probablemente tenga razón.

Mo Ran no puede imaginar a Chu Wanning cometiendo tal atrocidad, lo espera de cualquiera menos de la persona que hace tan solo un par de días atrás observo el momento de delicadeza de su Shizun al hablar con algunos de sus compañeros de colegio, además de las palabras de aliento que les dio durante su "castigo", creer que esa fechoría es cierta... ¿Quién creería eso?

Bueno, no es algo relevante, por lo que no es correcto atormentarse de esa manera sobre todo cuando aún eres un joven que está aprendiendo de la vida.

- Repítelo nuevamente - La voz de Luo Binghe despertó a Mo Ran de su ensueño.

Se encuentran en la tan hermosa, elegante y magnifica... También algo tétrica, mansión de Luo Binghe, quien tiene un extraño gusto por las telas oscuras color rojo, los cuadros adornando las paredes, ventanales tan altos y una peculiar espada de jade negro exhibida en una pequeña mesa en medio de la enorme sala principal.

Mo WeiYu harto de Luo Binghe, este último no ha dejado de preguntar lo mismo por algunos días, se vuelve tedioso y eso irrita la poca paciencia que tiene este día de primavera.

- ¡¿Cuántas veces seguirás preguntando lo mismo?! ¿No te cansas de fastidiar la existencia de este honorable? - Mo WeiYu dijo con el entrecejo fruncido.

Luo Binghe recargo su cuerpo en el respaldo del sillón de cuero negro y dijo - ¿Acaso no has venido tú a fastidiarme a mí? Te recuerdo que en este momento te encuentras sentado en uno de los sillones más caros y finos de todo el continente, estas en mi propiedad, por lo tanto, deberá contestar cada una de las preguntas que haga. Repetirá las mismas palabras mil veces, de ser necesario atestiguará en cinco mil ocasiones y se inclinará ante mi todo el tiempo -

Luo Binghe suele discutir seguido con Mo WeiYu, el temperamento y el ego de ambos chocan constantemente, por lo que el enfrentamiento verbal es común entre ellos. Una acción que no sorprende a ninguno de los demás presentes que, gustosos, contemplan el espectáculo.

Pequeña travesuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora