Por las ventanas

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Chu Wanning desde que llego al pueblo a preguntando incesantemente a los pobladores algunas cosas que parecen ser irrelevantes, como ubicaciones de lugares que fueron abandonados, desapariciones, antiguos visitantes que se vieran sospechosos, etc. Según él son preguntas que no levantaran sospechas hacia su persona, y bueno, estos cuestionamientos han tenido un resultado favorable.

Aunque al principio las personas se mostraban reacias, siempre había una que otra persona que era amable y respondía las preguntas con la mayor sinceridad posible.

Las respuestas recabadas a lo largo de varios días han valido el esfuerzo y desgaste, según las palabras de los pobladores de edades más avanzadas, hay un santuario que fue habitado por una pareja hace no más de veinte años. Alrededor de ese lugar la gente rumora que se puede ver la silueta de una mujer, algunos dicen que es un fantasma resentido.

- ¿Fantasma resentido? – Pregunto con incredulidad Chu Wanning.

El anciano continuo con su relato – Dicen las malas lenguas que la pareja tuvo una fuerte pelea, discutían fuertemente, entonces el hombre exploto de rabia y asesino a su esposa. Ellos tenían un hijo, el cual sobrevivió, pero nadie sabe su paradero. Yo no recuerdo la apariencia del mismo, era muy pequeño y yo ya soy bastante viejo, no recuerdo tantos detalles. –

Chu Wanning escuchó atentamente la historia, sin interrumpir ni decir palabra alguna espero a que el anciano continuara. – La mañana siguiente de esa discusión, algunas mujeres del pueblo fueron a visitar a la pareja con intenciones de saber detalles sobre la noche anterior, sin embargo, por más tiempo que se quedaron ahí de pie frente al templo las puertas no se abrieron. Por ello dicen que él asesino a su propia esposa y que aquella mujer es el fantasma que cuida del santuario, esperando pacientemente por el regreso de su único hijo –

Mientras preguntaba a más personas se fueron agregaron detalles a la historia, por ejemplo, dicen que ese santuario resguarda en su interior misterios que nadie se atreve a resolver por cuenta propia, relatan maldiciones, muertes, entre otros destinos crueles. Hablan de tesoros, oro, jade, esmeraldas, secretos antiguos de las antiguas dinastías.

- Los antiguos habitantes del templo ¿Recuerda cómo solían ser? – Pregunto a una anciana que dijo haber conocido a la pareja, al pequeño no lo recuerda a detalle, pero por las palabras con las que describe al hijo de la pareja todo parece indicas que se trata de una niña.

- Eran una pareja envidiable, podías verlos juntos casi todo el día. Cuidaban de su pequeña como padres amorosos, además de ser amables con todo el pueblo, sin embargo, durante una noche tormentosa alguien llego al pueblo, parecía perdido... Pero con su llegada la pareja comenzó a tener discusiones hasta el punto en el que él termino matando a su esposa por un arrebato de celos – Termino de contar, no era muy detallista, pero la historia agrega un nuevo factor.

Un hombre misterioso que arribo al pueblo en medio de una tormenta.

Al continuar interrogando a los pobladores fue guiado a la posada en donde casualmente se está hospedando. El dueño afirmo que él vio al forastero, recuerda que este era alto, de piel blanca como el jade, cabello negro y un problema con la vista, ya que siempre traía consigo lentes de sol, sin importar que fuera de noche.

Según sus palabras se hospedo por cinco días en la habitación número cinco, misma que se encuentra ocupada por otros inquilinos.

Chu Wanning con esas pistas entro a la habitación mencionada, no fue difícil forzar el cerrojo, las pertenencias de los que se hospedan se encontraban esparcidas, asi que rápidamente comenzó a mover, quitar, tirar, saquear todo lo que pudiera.

Se estableció para sí mismo que debía salir en cinco minutos como máximo, las personas que se hospedan ahí no deben de verlo por ningún motivo.

Pequeña travesuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora