"Postales de amor." - Wandanat (g!p)

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Wanda M.

— ¿Me veo lo suficientemente decente? — Pregunté a mi madre y hermana a través del face time.

Estaba a dos horas de conocer al grupo de abogados más influyentes en la última década... y ni siquiera podía coordinar los dedos para abrochar los botones de mi camisa.

— Te ves hermosa, hija — Respondió Virginia haciéndome sonreír — ¡Suerte!

— ¡Rómpete una pierna! — dijo Lorna dando aplausos.

— Creo que eso lo dicen en los teatros, Lor... — ambas compartimos risas.

Finalmente cortamos aquella llamada, y di un fuerte suspiro mirándome al espejo.

Un traje formal en rojo satín, el cabello suelto, y unos tacos negros...

A las 8:30 en punto recibí el mensaje de la compañía de transporte avisando que estaban fuera, después de tomar mi billetera salí de aquel hotel.

Si que son puntuales.

40 minutos después y el coche aparcaba en el estacionamiento del restaurante "Turandot."

El lugar entero parecía hecho de porcelana... toda la decoración lucía medieval y estúpidamente cara, como en las películas.

Thor y Loki estarían haciendo mil bromas sobre este lugar, y como nosotros seríamos felices simplemente con ramen y chips picantes.

Los extraño y solo ha pasado un día.

— ¿Tiene reservación? — preguntó la mujer encargada en la entrada.

— Si, a nombre de Steve Rogers.

— Sígame, por favor.

Justo cuando llegamos a una habitación reservada del lugar observe a ese gigante grupo de hombres con trajes negros, solo había una mujer entre todos ellos.

— ¿Dónde queda el baño?

— Primera puerta a la izquierda.

Di una agradable sonrisa a la recepcionista y me escabullí de ahí directo al primer cubículo que encontré. Siempre que estoy nerviosa me da por hacer mucho pipi.

Justo cuando salí del cubículo una mujer intentó abrirlo por lo que recibió un leve golpe con la puerta.

— Dios... lo lamento mucho, ¿estas bien? — Pregunté sujetándola mientras ella sobaba el golpe en su frente.

Un fuerte cosquilleo invadió mi mano unida a la suya, no pude evitar escanear su rostro por unos segundos... un vestido blanco y formal cubría su cuerpo, y aquel peinado totalmente recogido dejaba a la vista su piel, la cual tenía aspecto de ser bastante suave.

— No te preocupes, soy muy distraída... — respondió riendo.

— Lo soy también

Ambas permanecimos mirándonos en un silencio incómodo. En otras circunstancias buscaría continuar la plática, y quizá obtener su número.

¡No todos los días golpeas en la frente a una mujer así de atractiva en los baños!

Pero no será hoy.

Debo concentrarme en una sola cosa, y es en no perder mi trabajo. Después de una corta sonrisa salí de aquel cuarto de baño.

— Buenas noches a todos — saludé con miedo.

— Wanda Maximoff... un gusto — saludo un pelinegro con barba prominente — he escuchado cosas fascinantes sobre tu trabajo, Steve Rogers — dijo con una sonrisa estrechándome la mano.