70

1K 145 31
                                    

Natalia R.

-¿Cuándo dices que murió?

-Dos días después del accidente. Se preocupó demasiado por ti, sabías que su corazón era débil, no estaba para soportar ningún descontento. Y fue justo lo que hiciste.

- ¿De verdad me estás diciendo que mate a mi padre? ¡¿Qué rayos te sucede?!

Mis manos tiemblan sobre la manija del auto.

Mi madre probablemente me odia, Yelena también debe hacerlo.

Es, extraño... Este último mes ha sido muy extraño, mi cabeza duele la mayor parte del tiempo, alguien crece dentro de mí, Steve es todo menos quien solía conocer. Mamá sabe del accidente, mi hermana no, no querían preocuparla, me alegra que no se lo hayan dicho.

El mundo que solía conocer ya no existe más, eso es aterrador. Necesito sostener la mano de alguien, la de Steve no es segura, es resbaladiza.

Antes tuve que haber sostenido una mano firme, puedo sentirlo.

Actúa mal conmigo, no para de hablar sobre mi último "revolcón" con James Barnes. Insiste en qué tuve una aventura con él que duró meses, por eso discutimos... Por eso me quería marchar.

Me cuesta tanto creerle, sobre todo esa idea donde me marcho, nunca he sido tan valiente.

¿A dónde iría, tan siquiera? Nunca he tenido a dónde ir, y James Barnes me parece repugnante.

Natalia del pasado, si puedes oírme, y si lo de James Barnes es cierto... No puedo creer que no logramos salir de aquí, y me parece asqueroso saber que tuvimos algo que ver con ese tipo.

Días atrás Steve me hizo acompañarlo hasta el departamento de nuestro antiguo chofer, en donde lo golpeó desmedidamente por unos 6 minutos seguidos... No creo que me haya recuperado de esa imagen, aún. La sangre corría por su rostro, y Steve no se inmutaba en lo más mínimo. James suplicaba piedad, y de vez en cuando me miraba, entre golpes murmuraba por lo bajo... "te amo, te amo."

Antes de salir de ahí, dejándolo hecho mierda, se despidió de forma particular... 'Te amare por siempre'

Me pareció una cosa terriblemente patética. Definitivamente no pude haberme acostado con él. No.

Lo único que sucedió ese día fue un incremento de miedo de mí hacia Steve. No quiero ni siquiera ser la primera en soltar una palabra cuando nos vemos, no quiero molestarlo.

Tengo miedo.

Papá ya no está más, Steve no es quien acaricia mi rostro, es quien amenaza con teñirlo de colores que no son gratos.

He estado pensando mucho sobre el bebé dentro mío.

No sé si de verdad lo quiero.

No sé si esta es la vida que soñé para formar una familia...en mi mente, había un poco más de amor de por medio.

Steve rodea mi cintura y deposita un beso sobre mi cabeza para después comenzar a caminar juntos hasta el encuentro con mi madre. Ella sale disparada hasta mí, noto que en esta ocasión su cuerpo no se encuentra cubierto por vestidos largos y ridículos, tampoco sus manos repletas de joyas, y su cabello... Parece que ha decidido no peinarlo más.

Esta no es Melina Shostokov, estoy segura.

- ¡Natalia, mi vida... ¡Hija mía, no sabes lo preocupada que me tenías! Esta pobre mujer te pensaba cada día - con sus dos brazos aprieta mi cuello fuertemente, hasta que se tranquiliza - ¿Cómo te sientes, mi amor?

- Perfectamente - miento - los dolores de cabeza me besan el culo. ¿Está Yelena?

Melina niega.

- No, cariño... Ella no quiso venir al funeral de tu padre, le hemos dicho que estabas de luna de miel, como a todos, al informarle que regresaste mando saludos, pero dijo que quizá regresaría hasta Navidad.

"Postales de amor." - Wandanat (g!p)Where stories live. Discover now