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Wanda M.

Darcy acaricia mi abdomen, va dejando besos por mi espalda... Nada realmente apresurado.

Oliver decidió quedarse en casa de Carol después de su fiesta, estaba agotado y Carol no tendrá mucho tiempo libre hasta que deba viajar a L.A para su nuevo proyecto.

Estoy tomándome una licencia de maternidad por una semana, solo eso.

Me doy la vuelta para atraparla en mis brazos, ella comienza a desabotonar su camisa... Cada espacio de piel que va quedando libre segundo a segundo es un placer visual.

- ¿Puedo? – pregunto antes de tirar del broche de su bra, ella asiente, entonces lo hago.

Entre besos, la recuesto sobre su sofá, el cual es bastante estrecho por lo que nuestra posición no es la más cómoda del mundo.

- Vamos a mi habitación – dice – para estar más cómodas...

Con sus manos acaricia mis muslos por encima de la tela de mis joggers.

Estamos a punto de dar ese paso, pero... no estoy completamente segura de querer darlo.

Al mismo tiempo la observó desnuda, y reflexiono sobre una cosa: La carne es débil, cederé ante ella en cualquier momento.

Darcy desliza la tela de mis pantalones, y con cautela acaricia el bulto que aun no crece hasta dónde podría, se siente bien.

- Podemos ir en un rato más...

Ella sonríe, como si le estuviera proponiendo el reto más salvaje de todos... con su mirada responde: "Es una tarea fácil."

Introduce su mano dentro de mis boxers oscuros, siento vergüenza... No estoy realmente dura, no del todo, eso es vergonzoso... Ella es linda, y es sexy, es realmente sexy, específicamente cuando lo único que cubre su cuerpo son unas bragas transparentes.

Cierro mis ojos intentando no pensar en nada más, es imposible, estoy pensando más de lo necesario. Nunca antes he tenido problemas para ponerme dura frente a ninguna mujer, amo a las mujeres.

¿Acaso Darcy me gusta de manera honesta y estoy aterrada?

- Es grande... Wanda... w-

Shhh... Darcy, lo he conseguido, sé que es grande, no lo digas.

Siento a mi miembro endurecerse por completo, con mi dedo índice delineo los labios de Darcy, ella abre su boca casi de manera automática, esta vez no pido permiso, simplemente me dejo ir... con delicadeza, tampoco quiero hacerla sentir incómoda.

Termino de crecer por completo en su boca, una vez que las cosas se calientan lo suficiente, caminamos hasta el cuarto en donde finalmente se deshace de su última prenda.

Ella es quien saca los condones del cajón en su mesa de noche, eso me dice que sus noches de Netflix en su habitación siempre han tenido una segunda intención, es lindo.

- ¿Te gusta de sabor chocolate? – Preguntó mientras coloco el látex sobre mi miembro erecto.

Ella se sonroja.

- Me gusta tu sabor.

Yo no me sonrojo, pero si que me ha intimidado.

Sin decir nada, ella se da la vuelta en la orilla de la cama.

Usualmente a las chicas no les gusta hacerlo en esta posición, pero es buena, da la oportunidad de que el sexo sea mas salvaje, aunque no se si es justo eso lo que busco.

Me estiro hasta la mesita de noche y tomó el pequeño lubricante, Darcy está bastante húmeda pero igualmente no quiero lastimarla... No sé, no hay tanta prisa como en otras ocasiones de mi vida.

"Postales de amor." - Wandanat (g!p)Where stories live. Discover now