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Natalia R.

Steve se ha marchado hace un par de horas. No regresará hasta dentro de dos días, o algo como eso.

Su padre no vive aquí en Moscow, si soy honesta, ni siquiera sé dónde es que se encuentra. Ha ido a visitarlo.

5 años atrás al padre de Steve le fue diagnosticada "Hiperplasia Retroviral" una enfermedad degenerativa de la cual no entiendo mucho. Eso rápidamente lo hizo caer en cama. Steve lo envió con sus tíos lejanos y contrató un servicio de enfermería privado para su padre.

No conocí a Stephen Rogers, sé que ambos son increíblemente parecidos gracias a un par de fotos, eso es todo.

Steve no es unido a él, tampoco parecen compartir buenos recuerdos. El no habla mucho de su familia, quien parecía una buena mujer era Sarah, su madre. Pero ella se fue demasiado pronto.

Es un hombre duro, reservado y que no enseña con facilidad sus emociones. Con todos esos vértices y aristas sobre su persona, yo elegí enamorarme.

Si hay algo que sé es que su padre no lo quería mucho, eso es algo que tenemos en común. Stephen Rogers lo hizo pasar toda su vida desterrado de los privilegios de su sello familiar. ¿El por qué? Nunca ha querido hablar de eso, tampoco es como que lo haya presionado para hacerlo.

Tan pronto su padre fue reportado como incapacitado para la empresa, a Stephen Rogers no le quedo de otra que dejar el despacho al único primogénito que tenía en vida,Steve le propuso a mi padre unir los sellos. Por alguna estúpida razón Alexei aceptó.

Y aquí estamos ahora.

Honestamente las heridas de Steve Rogers ya no son problema mío.

Ya no más.

Tomo las llaves del mesón y me dirijo hasta la camioneta aparcada en el garaje. Pero casi como una escena ridícula de alguna película insípida, la verdad me golpea: No sé conducir. Nunca me tomé la molestia de aprender a hacerlo, nunca tuve la necesidad.

Mierda.

Camino hasta el teléfono y marco para que uno de nuestros choferes venga a por mí. Por suerte Steve decidió llevarse al orangután de James Barnes consigo, ya no tengo que lidiar con sus imprudencias y delirios de detective.

No toma más de 15 minutos cuando la camioneta se detiene fuera de mi casa.

-Al centro, la avenida principal – índico.

-Señorita, no quiero sonar entrometido, pero a esta hora ya no es legal que las mujeres anden por la calle como si nada.

Miro mi reloj en mano, mierda. Casi las 11.

Rusia es un país asqueroso, en eso concuerdo con los estadounidenses.

- Sabes quién soy, ¿verdad?

El pobre hombre asiente y comienza a manejar aterrado, por dentro estoy casi tan aterrada como el pero no puedo dejar que se note.

Soy Natalia Romanova, no estoy segura de que es lo que significa, pero sé que a muchos les aterra mi apellido.

///

Después de varios taxis, finalmente he llegado al sitio en donde más a gusto me he sentido durante toda mi vida.

Antes de poder tocar el timbre, Wanda me sorprende apareciendo por el pasillo de al lado.

-Hey...

-Señorita... Estaba, estaba dejando la basura fuera – dice.

Nos miramos por unos segundos, antes de adentrarnos al lugar, un grupo de adolescentes pasa a nuestro lado.

"У тебя красивые глаза! .." Dice una de ellas a Wanda.

"Postales de amor." - Wandanat (g!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora