Dieciseis

1.4K 179 27
                                    

—Ya llegué— grito, mientras dejo los zapatos a un lado de la puerta— Emma me dijo que me traería, entonces nos quedamos otro poco más hablando en Sand Box— parece que ya se fueron a dormir.

¿Soy yo o la sala de estar se ve mucho más arreglada que antes? Y los bombillos funcionan a la perfección ¿acaso por fin llamaron a alguien a que lo arreglara? Imposible. Debe de ser solo intuición mía, la abuela no deja que entre nadie cuando ella está sola.

—En el comedor— escucho la voz de Dal-Mi algo entrecortada, como si tuviese algo en la boca—

Dejo los zapatos a un lado de la puerta, remplazando estos con unas cómodas pantuflas rosas y me dirijo al comedor, tomándome desprevenida la inesperada visita.

Hago una reverencia a los dos chicos que estaban sentados al rededor de la mesa, siendo correspondida de igual manera por los dos, quienes se veían a gusto con su comida.

¿De qué me perdí?

— Cariño, en la nevera está tu comida. Sabía que no te gustaba el pescado entonces dejé aparte lo tuyo— la abuela menciona agarrando otro pedazo de su comida—

—Gracias, abuela. Pero lo dejaré para mañana, de regreso aquí ya me tomé un café, entonces no tengo hambre— sonrío a su dirección esperando que no vaya a replicar a mi respuesta— disfruten su comida— vuelvo a hacer una reverencia para dirigirme a mi habitación—.

—No señorita. Te sientas ya mismo a comer. Mira lo delgada que estás, estoy segura que no comes bien por el trabajo— el regaño suena por toda la habitación retumbando en mis oídos—.

—No, abuela, no es eso. Yo si...— repentinamente soy interrumpida.

—Es cierto, no ha comido bien— de la nada, Do-San y Ji-Pyeong hablan al unísono, seguros de sí mismos, pero mirándose con una expresión de disgusto por al parecer decir lo mismo. Estos dos tienen un amorodio impresionante—

—Soplones— mi abuela me da una palmada leve en mi pierna, tratando de "reprenderme"— aiñ, no es cierto. Si estoy comiendo bien, lo prometo. Solo hoy no tengo hambre. Tú sabes que yo le voy a toda la comida, abuela— era increíble esta situación. Que vergüenza—

—Déjala, abuela. Te prometo que yo me encargo si la veo omitiendo sus comidas— Dal-Mi menciona, procediendo a dar otro bocado a su porción de pescado—.

—Está bien. Pero que sea la última vez que vas a tu habitación sin comer— asiento como una niña de 5 años y me dirijo exitosamente a mi habitación. Tirando todo a un lado y tirándome en la cómoda cama, quitando mis tacones de un solo movimiento rápido.

Ojalá pudiese quedarme así hasta nuevo aviso, pero debía de cambiarme y quitarme el maquillaje. Además de lavar mi rostro para poder dormir tranquila. Agh, solo quiero descansar.

Voy al baño para comenzar mi rutina nocturna, dejando mi rostro totalmente limpio, sin una gota de maquillaje o suciedad del día. Paso nuevamente a mi habitación, y me desprendo de la ropa que traía puesta, comenzando por mi blusa para continuar con la falda. Estaba a punto de desabrochar mi bra, cuando escucho una voz masculina detrás de mi.

Suelto un grito que seguro lo escucharon hasta Busan. Tiro lo que estuviese al alcance de mis manos en dirección a quien quiera que fuese había entrado tan remotamente a mi habitación, sin antes haber tocado.

— Perdón, perdón. No vi nada. Ya me he volteado, ya me voy. No me pegues— esa voz era la de Do-san. 100% segura de ello—.

Iba a recoger mi pijama lo más rápido que pudiese, la cual estaba encima de la almohada. Me agache para alcanzarla, pero precisamente entra el señor Han para agregarle una gota de estrés y vergüenza al asunto.

—¿Qué pasó?, ¿Yoona está...— su voz se fue esfumando—

—¡¿POR QUÉ NO TOCAN ANTES DE ENTRAR!?— agarré mi pijama y me la puse lo más rápido que pude, aunque ya fuera en vano—.

—Lo siento, yo no quería... yo escuché un grito y... pero no...— no terminaba ninguna frase—

—¿Qué pasó?, ¿por qué los gritos?— llega Dal-Mi y la abuela con la voz apresurada. Desentendidas del asunto—.

Al menos ya estaba vestida.

—Nada, solo me asustaron— los miro esperando que entendieran la indirecta y no dijeran nada de lo que había acabado de pasar—

—Ay, no vuelvan a gritar así, casi le pego a alguien con la escoba— la abuela sale de la habitación desinteresada, junto a Dal-Mi que tampoco traía una póker face tan recurrente en ella, no importándole mucho el tema—

—venía a decirte que ya me iba— Decía Do-San, aún con los ojos tapados y su rostro tan rojo como un tomate—

—Ya, bueno. A la próxima tocan— ellos miraron con una expresión de asombro a lo que había acabado de decir— la puerta. Tocan la puerta— ahora yo era quien no podía de la vergüenza— seguían mirando procesando la situación— ¿ya no se iban?- en ese momento ambos rápidamente trataron de salir de mi habitación, chocando hombros en cuanto llegaron a la puerta, queriendo salir al mismo tiempo inútilmente.

—Ish, quítate, ¿no ves que obstruyes la salida?— decía en un susurro Ji Pyeong, bastante exasperado—

—¿que dices? Tú obstruyes la puerta— de la misma manera, Do San había contestado—

Y así se pasaron unos segundos más hasta que Do San cedió. Dios, eran como niños peleando. Debe de ser algo de amigos, creo. No se, los hombres son raros.

Ahora que ya se habían ido, se sentía total tranquilidad en el lugar, justo para poder dormir como se debe luego de un largo día de trabajo.

—————

LO SIENTO MUCHO POR NO ACTUALIZAR. Hice todo lo posible para volver pero algo se me presentaba, lo siento mucho.

Trate de volver lo antes posible y por eso este capítulo no fue realmente bueno, pero por lo menos así me pongo en la tónica de seguir actualizando seguido.

Posdata: ¿cómo hacen para dejar comentarios tan graciosos? Me encantan leerlos, me hacen reír demasiado.

Bueno, hasta la próxima. 

START UP||| Nam DosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora