START UP||| Nam Dosan

Veinte

—Por hoy se suspende el juicio. Mañana a las 8 am continuaremos— fue lo ultimo que dijo el Juez, antes de pararse de su asiento y proceder a irse.

Que día tan terrible. Si es difícil como abogado estar todo el día hablando y defendiendo a su parte, ser la parte defendida es mucho peor en ciertos sentidos. Es horrible tener que estar sentado, sin poder decir ni una palabra a menos de que tengas que por orden del Juez, eres crudamente juzgado por el fiscal y por el panel de jurados. Las energías son pésimas y yo solo quería irme a casa.

Pero no todo queda ahí; aunque sé que el caso va totalmente bien y nos está favoreciendo, es obvio que no terminará pronto. Probablemente esté aquí día a día, por lo mínimo otros 7 días, hasta que existan las suficientes pruebas que nos absuelvan. Todo es un proceso y el proceso tiene etapas. Aunque la admisión ya pasó - sin saber cuando porque mi notificación no la llegué a ver - aun faltan como 5 etapas más. Por lo que, si tengo suerte, el proceso completo será de 2 meses, eso siendo efectivo y rápido.

Pero bueno, la negatividad para después, ahora solo veo la hora de llegar a mi hogar y poder quedar dormida sin más. Todo fue muy agotador, desde las 7 am estoy en el tribunal, y apenas, a las 9 pm, pude salir. Esto es una tortura.

Agarro mi bolso, me despido de todas las personas que estaban a mi alrededor, no sin antes hacer una reverencia al juez, y salgo del tribunal, siendo atacada por unos flashes que iluminaban mi campo de visión.

¿Pero que es esto?

Un montón de fotógrafos tratando de sacar una foto mía, tal como a los famosos. Y si, sé perfectamente por qué lo hacen; siempre los periodistas van a querer sacar jugo a cualquier pequeña oportunidad de escándalo que vean, y cómo no, este era una de esas ocasiones. No es que sea conocida, pero al haber representado diversas compañías A+, podía ser una noticia bastante buena.

"Abogada de Bona es acusada de fraude".

Oh Dios, no había pensado que seguro se hablara sobre el Start Up que estamos trabajando, manchando su reputación. En un caso hipotético donde eso suceda, probablemente tenga qué renunciar.

Vaya semana, una suerte total.

Una bocina se escucha a lo lejos, llamando mi atención. El auto negro que fácilmente se puede reconocer, siendo dueño el señor Han. Pero es imposible ¿cómo estaría aquí si la única que sabe de esto es Soo-A?  No le había contado ni a mi abuela, ¿por qué este señor estaría aquí?

Igual me acerco, ya que estaba sofocada por las cámaras que aún trataban de tomar alguna buena foto para un posible espacio en el periódico.

Abro la puerta del auto, y para mi sorpresa no era el señor Han, sino DoSan. Mi rostro formó una sola expresión de confusión mientras me abrochaba el cinturón.

—¿Estás bien?, ¿cómo salió todo?— es el primero que habla, encendiendo el auto.

—Creo que bien— obviamente mentí, mi cabeza era un nudo lleno de estrés y ansiedad— suponiendo según lo visto, todo va a nuestro favor.

— Es bueno oírlo. Todo seguirá igual de bien, lo veras— eso espero— ¿ya comiste? Probablemente no hayan tenido tiempo de hacerlo. Vamos a este restaurante cerca de tu casa— sonríe a mi dirección fugazmente, antes de volver a centrarse en el camino.

—si te soy sincera, no tengo apetito. Solo quiero dormir— digo en un tono bajo, esperando que este entendiera— pero gracias, igual es muy lindo de tu parte— él me mira por varios segundos, antes de desviar la mirada nuevamente.

—Nadie sabe de esto, además de Soo-A y yo. Ni siquiera Dal-Mi. Supuse que no querrías que nadie lo supiera— asiento aliviada.

—Gracias, esas son buenas noticias. Pero ¿entonces cómo lograste que el señor Han te prestara el auto?— este era el tesoro de bonachón, no tiene sentido que lo haya prestado sin saber qué pasaba.