Diecinueve

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Una semana pasa volando, el tiempo cuando estás ocupado no espera. Una semana en la que no pasaron muchas cosas; se puede decir que entre lo qué pasó, está que ya tengo conductor que me lleve al trabajo, porque si, tengo que sacar provecho de la situación, me ha ahorrado mucho tiempo, ¿qué si ya todo está bien entre el señor Han y yo? No, pero él sigue intentando. Otro suceso fue el despegar de Samsan Tech, pues estos les ha ido bien con su lanzamiento de la aplicación, hace poco lograron diez mil usuarios, bien por ellos.

Si se preguntan ¿qué fue lo que quería hablar conmigo Dosan? La respuesta es: nada. Solo me había dicho eso porque quería "pasar tiempo conmigo". Pero está bien, esta vez no voy a ignorarlo, no puedo hacerlo cuando me lo encontraría todos los días a múltiples momentos. No puedo evitarlo y tampoco es como si el mereciera eso por como me siento hacia él. Trato de no verlo con "esos ojos" pero el idiota lo hace muy difícil; es demasiado atento y su forma de ser hacia mi me confunde, pero vamos, es hombre, no se puede confiar en ellos.

Por otro lado, estos días he tratado de salir más temprano para ayudarle a la abuela en su negocio, y aunque le digo que no necesita seguir trabajando como lo hace, se pone de terca y dice que necesita algo con que distraerse. En fin, no hay manera de debatirle a la abuela, lo único que puedo hacer es ayudar a que no sea tan pesado su trabajo.

Por último, habíamos comenzado a buscar inversores, a lo que Soo-A me ha pedido que la acompañara, siendo la mayor parte de la tarde salir a reuniones. Lo bueno es que no son lugares tan lejanos, por lo que no ha sido una tarea muy exhaustiva.

Acabamos de venir de hablar con una compañía de transporte, culminando esa tarde con tal, llegando directamente a la cafetería de SandBox a refrescarnos un poco y tomar algo.

—Deberíamos de ir al patio, esta lindo el atardecer como para perderlo— Soo-A hacía un puchero, mientras sostenía su café, provocando una ligera risa de mi parte—

—opino lo mismo, estás épocas del año siempre traen los mejores atardeceres— ambas emprendemos camino al no muy lejano patio, donde se encontraban varias personas hablando animadamente—

Nos acercamos a las gradas, pero una voz femenina conocida hizo paso en nuestro camino, desviando nuestra atención hacía esta.

—... pero no se lo digas a Yoo-na— ahora había captado completamente mis 5 sentidos.

—¿No contarme que?— Soo-A y yo nos acercamos a los dos chicos que ahí se encontraban, del cuál Dal-mi nos daba la espalda, y Do-san parecía asustado—

Dal-mi se da la vuelta y lo primero que puedo notar es como su rostro está bañado en lágrimas, tornando su piel en un tono rojizo en áreas como la nariz y sus ojos. Me había tomado desprevenida la situación y no supe cómo reaccionar hasta segundos después.

—Dal-Mi ¿qué sucede?, ¿por qué estás así?— no dudo en envolverla en mis brazos en un reconfortante abrazo, al cual ella genuinamente responde, rompiendo en llanto en mi hombro.

—la abuela...— me paralizo en ese mismo instante.

¿Le había pasado algo a la abuela?

—¿le pasó algo a la abuela?— Dal-mi llora aún más fuerte.

—yo...— ella se desprende del abrazo para poder mirarme a los ojos. No sabía que esperar, solo no quería malas noticias— la abuela me va a matar, olvidé cuantos años tendría papá si estuviese vivo— mi corazón comenzó a funcionar otra vez.

Aunque la reacción de Dosan fue un poco extraña, pues era como si la noticia que había acabado de decir Dalmi no era lo que esperaba, no lo tomé a mal, igual puede ser malas interpretaciones mías, supongo que simplemente no esperaba que Dal-mi lo dijera tan sueltamente.

START UP||| Nam DosanWhere stories live. Discover now