Veinte y siete

891 97 12
                                    

-Eres una maldita perra, ¿Cómo te haces llamar mi hermana?- Tiraba Dalmi cualquier objeto que se encontrara mientras yo trataba de esquivarlos.

-Lo siento, en verdad. No quería ocultarte nada sobre todo lo de las cartas- rodó los ojos- Y prometo haber tratado de no acercarme a Dosan, pero...

-Pero, pero, pero. No me importa, Yoona. El menor de mis problemas es saber sobre las cartas, lo que de verdad me hiere es saber que a mi hermana no le importó meterse con el chico del que estaba totalmente enamorada- sus palabras entraban como dagas en mi cuerpo, y ella continuaba tirándome cosas frenéticamente.

De la nada para en seco y me mira con una retorcida sonrisa.

—Es imposible, esto no es culpa de Dosan, solo tuya. Tu estás celosa de que por fin encuentre a alguien que me guste y decidiste arrebatarmelo. Eso es, si— Pasa su dedo indice por su menton, pensativa— ¿sabes? cuando tu estabas preocupada en tu pequeño enjuiciamiento, Dosan nos llevó a la abuela y a mi a lo que él llamo "un lugar mas bello que Santorini". La pasamos tan bien, vimos el atardecer juntos, nos abrazamos frente al paisaje, cocinó para nosotras, vimos el cielo estrellado mientras me contaba cosas tan personales, fue un día tan intimo para los dos, y tu ¡Ja! estabas sola en una sala penal. Y aun así ¿crees que Dosan te quiere a tí?—Ella reía histerica con lágrimas derramándose de sus grandes ojos.

No sabía nada de lo que ella me había contado, en definitiva me había tomado por sorpresa. No sabía que decir y precisamente mi silencio alimentaba la rabia de Dalmi.

—Yo solo quiero que estemos bien, otra vez...—Su mirada se posa en la mía, la cual bajo lentamente, evitandola.

—Debes de estar demente. Solamente fui buena contigo porque la abuela me lo pidió, fue algo más bien como caridadse acercaba a mi lentamente—No me pidas algo que me es imposible cumplir, si todo lo que tocas lo dañas.

—¿En serio estás peleando así solo por un hombre?—había sido insensible mi comentario, ya lo sé. Ella parece que la tomara por sorpresa mis palabras y vuelve a agarrar objetos para tirarme.

—No lo entiendes. Sabía que eras idiota pero no sabía cuanto—Trato de esquivar a toda velocidad cada cosa que tiraba hacia mi. Estabamos haciendo un desastre— Menos mal abogue para que tu estupido equipo lo echaran de Start Up. Me hubiera encantado ver tu cara cuando Han Jipyeong te dio la noticia ¿Te contó que yo lo hice? Y lo mejor, ¿te contó que el mismo participó para que los sacaran?—sus ojos parecían idos.

Espera, ¿qué había acabado de decir?

—¿Fuiste tú quien...?—Fui abruptamente interrumpida cuando el jarrón donde ponemos las flores fue estrellado contra mi cara apenas bajé la guardia—¿¡acaso estas loca!?

Pongo mi mano sobre mi nariz, sintiendo un líquido espeso recorrerme el rostro. Baje la cabeza y mis ojos comenzaron a cristalizarse, tratando de aguantar las lágrimas del dolor que ahora mismo se proyectaba en todo mi rostro. Creo que me quebré la nariz.

—Ay, soy tan buena hermana que te di una razón para que por fin te hicieras una rinoplastia. Deberías agradecerme— hizo un puchero burlón ante mi— el dolor es poco a lo que te mereces. Mereces tu miseria.

Y sin más, se fue. Todo era tan confuso, no sabía en qué centrarme, si en nuestra pelea o en mi palpitante nariz. Mi visión era borrosa, pero no sabía si era a causa de mis lágrimas que cada vez se descontrolaban aún mas, o de que estaba mareándome el dolor y olor a sangre.

Bajé rápidamente a pedir un taxi. Debía ir a un hospital, primero para que me revisen el golpe, y segundo para evitar a Dalmi. Me había dicho tantas cosas a la vez que no sabía que pensar. Primero está la cita que tuvo con Dosan, y si até bien los cabos, fue antes de que confesara sus sentimientos hacia mi. Así que, no tenía nada de sentido, lo único que puedo pensar de ello es que estaba jugando conmigo, que de alguna manera se divertía viéndome caer hacia él.

Por otro lado está la traición del señor Han, ¿de verdad había participado para que sacaran a mi equipo de SandBox luego de decirme que "hizo todo lo posible" para que no nos sacaran? Que hipócrita era. Y creer que todo este tiempo lo trataba como un hermano mayor y no dudó en traicionarme ¿¡acaso todos conspiraban para hacerme la vida imposible!?

Apenas entre a un taxi y le dijera mi destino, llamé a Soo-A. Era la única persona en la que podía confiar en aquel entonces, pero apenas ella me contesta no pude decir ni una sola palabra que no saliera en sollozos. Me sentía tan mal, tan frustrada, tan humillada, tan miserable.

Y me lo había ganado yo misma.

"Estaré esperándote en urgencias" fue lo último que dijo en el teléfono Soo-A antes de colgarme. Era tan buena amiga, no dudaba en ayudarme o apoyarme, con ella jamás me sentía que estaba sola.

Y en minutos ya me encontraba en la parte de espera en urgencias, llenando el formulario que te dan en la entrada y esperando a que llamarán a mi nombre. Mientras tanto le contaba todo a Soo-A quien cada que avanzaba con la historia, su cara de sorpresa empeoraba. Cuando terminé de hablar ella no sabía ni que decir.

—Antes que nada, no puedo creer que me hayas contado toda esa larga historia con tu nariz así. Debí haberte parado pero las ganas de saberlo todo me ganaron, lo siento— imitó un gesto como si fuese a llorar y continua hablando— Si algo puedo decir es que se notaba a metros que Dosan moría por ti, ahora que me cuentas lo de las cartas se me hace más entendible porque Dosan era así con tu hermana, porque era obvio a quien le tenía reales sentimientos— yo negaba con la cabeza, recordando lo que Dalmi había dicho— Seguro que lo que hizo con ella fue simple amabilidad, ya estaba demasiado metido en la mentira.

—Pero ni me había dicho nada— no sabía que dolía más, si mi nariz o la situación.

¿A quien engaño? Sentía que mi nariz se caería y no estoy exagerando.

—Lo del señor Han, me parece demasiado extraño. Yo estuve ahí cuando estaban en la reunión decidiendo si era pertinente sacarnos, y en definitiva él nos estaba defendiendo, parecía que no quería que nos fuéramos. Aunque quien sabe, eso fue cuando estaba presente, tal vez lo hacía por modestia— No había nada que me dijera que me hiciera sentir mejor o que me hiciera cambiar de opinión sobre cómo veía las cosas ahora mismo.

—Y bueno, como Dalmi está reaccionando... no la culpo. Digo, tiene sus razones. Pero eso no te hace la mala, tú solamente te sentiste atraída por un chico, un chico que si no lo hubieran involucrado en el rollo de las cartas tendrían una historia totalmente diferente. Tú no elegiste que te gustara por ser el enamorado de tu hermana, solo sucedió así. Es muy injusto para ambos rechazar sus verdaderos sentimientos— Soo-A trataba de darme ánimos, pero en definitiva los míos ya estaban en el subsuelo— además, tu hermana ha sido un dolor en el trasero toda tu vida, siempre te has puesto en el segundo lugar solo para tenerla a ella contenta. No tiene nada de malo que ahora te pongas en primer lugar.

—... Señorita Yoona, pase por favor— la voz de una enferma se hizo paso por el cuarto.

Yo sin responder a lo que había acabado de decir Soo-A y con la mirada baja, me levanto y camino en dirección a la que señalaba la enfermera, quien me miraba con un poco de lastima. Que horrible se sentía.

START UP||| Nam DosanWhere stories live. Discover now